Sin valorar el libro The Strain (Nocturna), obra en la que se basa esta ficción y escrita por los propios Guillermo del Toro y Chuck Hogan, cualquier lector de esta novela habrá pensado al terminarla que era necesario que todo lo plasmado en letras fuese recreado en la gran o pequeña pantalla. Los deseos han sido concedidos y estos dos hombres, junto al showrunner Carlton Cuse (Lost), han dado vida a un episodio piloto con una serie de elementos que tienen todas las papeletas para convertir a la ficción en una obra necesaria para este verano. Del Toro (El Laberinto del Fauno, Hellboy) se ha puesto detrás de las cámaras en el episodio Nigth Zero, donde ha presentado a varios personajes enmarcados en tres vértices diferentes que irán acercándose cada vez más hasta confluir en un punto común; un punto terrorífico y peligroso.
Por un lado están la Dra. Nora Martinezal (Mia Maestro) y el Dr. Goodweather (Corey Stoll), del Centro de Control de Enfermedades (CDC) que investiga un misterioso suceso sobre un avión que ha llegado a Nueva York desde la capital alemana y en el que hay más de 200 muertos, cuatro supervivientes y un ataúd. Después aparece el señor Setrakian (David Bradley), un judío de origen armenio que conoce algunos detalles sobre ese sarcófago y esa "enfermedad", y que intenta advertir al CDC de los peligros que están por venir. Y por último, se puede conocer a Eldritch Palmer (Jonathan Hyde) y Thomas Eichorst (Richard Sammel), que parecen estar detrás del origen de esta maldición que está a punto de asolar la ciudad neoyorquina.
Por encima de todo esto, adelantándose al movimiento de todos ellos, un nuevo tipo de vampiro (Robert Maillet) llega a la ciudad, un ser todavía sin forma, monstruoso y feroz, que drena por completo la sangre de todas las víctimas de manera insaciable y que parece estar reuniendo a algunos secuaces mediante una serie de bichos espeluznantes.
The Strain ofrece momentos de humor negro como hemos podido ver en American Horror Story o Fargo, series de FX.
Al igual que ese misterioso eclipse anunciado en varios momentos, muchos de los misterios no se revelan en el primer episodio, planteando un gran número de dudas de toda clase, algo propio de la ciencia ficción, género del que se empapa por completo esta historia. Además, el piloto ofrece imágenes cada vez más terroríficas, como la de los gusanos horripilantes y succionadores de sangre que están ayudando al vampiro a crear un nuevo tipo de vida... o de muerte. Otro de los momentos maquiavélicos al que se puede asistir en esta primera toma de contacto, es la actuación de Mia Maestro, que está muy por debajo del nivel del resto del elenco y convierte al personaje de Nora en alguien prescindible.
El capítulo de una hora de duración, con un ritmo lineal y marcado por un reloj (algo que se desconoce si mantendrán en próximas entregas), se sobrelleva sin esfuerzo, con bastante entretenimiento y tensión, brindando escenas impactantes y llenas de chascarrillos macabros, como el de la morgue con la canción Sweet Caroline de fondo; un estilo que recuerda a American Horror Story o Fargo, otras series del canal FX.
El terror como camino necesario a seguir
A pesar de no ser una serie sobresaliente, The Strain es una serie sólida gracias a su homónomina novela y la implicación directa de sus creadores. De continuar con esta premisa tétrica y de suspense, podría posicionarse como una serie de terror obligatoria para este verano, debido a su planteamiento entretenido y su balanceo equilibrado entre el drama de los personajes, por un lado, y el gore, la brutalidad y el humor negro por otro. Es posible que este sea el camino elegido por los realizadores de la serie, que no parece alejarse del que se tomó en la novela escrita, que supone también un aspecto negativo a causa de la constante comparación que los fans realizarán de ambas obras artísticas.
