Si las dos pasadas temporadas televisivas fueron las de la llegada de las series basadas en comics como Arrow (CW) o Marvel´s Agents of S.H.I.E.L.D (ABC), la temporada 2014-2015 será la de la consolidación de este proceso con la llegada masiva de series inspiradas en cómics en casi todas las cadenas de televisión norteamericanas. Gotham (FOX), Constantine (NBC), Daredevil (Netflix), iZombie (CW) y The Flash (CW) son solo algunas de las adaptaciones que se estrenarán en los próximos meses.
Una de las series que está causando más expectación es The Flash, el spin-off de la exitosa serie de CW, Arrow. Su episodio piloto fue filtrado (aunque su estreno oficial es el 7 de octubre), nosotros ya lo hemos podido ver, y la verdad es que nos ha dejado con muy buen sabor de boca.
The Flash es una serie que nos ha dejado con muy buen sabor de boca
Para los que no estéis familiarizados con la historia del veloz superhéroe, en The Flash nos vamos a encontrar con la vida de Barry Allen (Grant Gustin), un joven forense que trabaja para la policía de Central City. Como todo héroe, tuvo una infancia complicada, especialmente tras el incidente que ocurrió en su casa una noche. Su madre es asesinada por una extraña y misteriosa fuerza y su padre (interpretado por John Wesley Shipp, el actor que dio vida a Flash en la serie de los 90) es detenido como sospechoso y encarcelado por un asesinato que no cometió. Desde ese momento, Barry vive con su jefe, el Detective West (Jesse L. Martin) y su hija Iris (Candice Patton), la mejor amiga/amor imposible de Barry.
El episodio piloto retoma la historia que brevemente vimos en los capítulos 2x08 y 2x09 de Arrow (recordemos que estos sirvieron de "introducción" al personaje). Una noche, los Laboratorios S.T.A.R ponen por primera vez en funcionamiento un acelerador de partículas y este termina explotando, desatando una onda expansiva, que unida a un rayo, impacta en Barry Allen.
Tras 9 meses, Barry se despierta de un profundo coma y poco a poco se va dando cuenta de que su cuerpo ya no es el que era antes. En el piloto seremos testigos de ese torpe proceso en el que el superhéroe comienza a darse cuenta de sus nuevos poderes y que tantas veces hemos visto en el cine. Como todos sabéis, el poder de Barry es el de alcanzar grandes velocidades. Vamos, que el chico, de repente, "corre que se las pela". Tras una visita a un buen amigo (que sinceramente, no esperábamos que se produjera tan pronto), Barry se convierte definitivamente en The Flash.
Dejando a un lado los detalles sobre la trama del primer episodio, en líneas generales se nos ha presentado un capítulo muy interesante y entretenido, repleto de acción y que funciona de manera maravillosa como introducción al mundo de Flash. Un mundo que es muy extenso, pues cuenta con más de 60 años de historias de cómics, y ahí hay que aplaudir la labor de Greg Berlanti, Andrew Kreisberg y Geoff Johns, coescritores del piloto. Han conseguido equilibrar de una manera perfecta el número de elementos que introducir del cómic, los necesarios para que los fans se den por aludidos y sientan interés por ver la serie, pero sin excederse, consiguiendo que el nuevo público de la serie no se pierda en las tramas.
The Flash cuenta con un toque de humor y frescura, y un actor principal, Grant Gustin, mucho más carismático que Stephen Amell (Arrow)
Para todos los que somos fans de Arrow, hay tres personajes que ya nos son familiares. Además de Barry, sus amigos Caitlin y Cisco ya aparecieron en la serie del encapuchado verde. Ellos son uno de los puntos negativos (si es que se le puede poner alguno) del piloto. Los compañeros de Flash no parecen estar al grandísimo nivel de John Diggle y Felicity Smoak, los ayudantes de Arrow. Aun así, tenemos la esperanza de que las breves apariciones de estos personajes sean más frecuentes en el resto de la serie y adquieran el protagonismo de sus homólogos de la ficción estrella de CW.
Quizá, la rápida introducción del triángulo amoroso entre Barry, su amiga Iris y Eddie Thawne (Rick Cosnett) sea el otro factor negativo, pero ya sabemos que CW tiene que dejar su marca de identidad en todas sus series.
En definitiva, podríamos decir que el piloto de The Flash es muy sólido. Con un ambiente mucho menos sombrío y apagado que el Starling City de Arrow, un toque de humor y frescura, y un actor principal, Grant Gustin, mucho más carismático que Stephen Amell (interpreta a Arrow en la serie del mismo nombre), el piloto de The Flash nos deja mejores impresiones que el del encapuchado verde. Sabemos que es solo un piloto, y que el primer episodio sea bueno no es garantía de éxito en una serie, pero tenemos confianza en que los creadores de la ficción puedan hacer lo mismo que hicieron con Arrow hace dos años y llegar a conseguir una digna adaptación de The Flash. De momento, lo que hemos visto hasta ahora, nos gusta, y mucho.
Esperemos que el tiempo pase a tanta velocidad como a la que corre Flash por Central City y octubre llegue ya para que podamos disfrutar del segundo episodio de esta serie que, como decía al principio, nos ha dejado un gran sabor de boca.