Más de una docena de títulos componen su exitosa filmografía. En todos ellos se revela la obsesión de su creador por el lado más oscuro y gris del alma humana. Prueba de ello también era su última película, Amor, ganadora del Oscar a Mejor Película de Habla no Inglesa y Palma de Oro 2012; un sombrío retrato, a veces cruel, a veces tierno, sobre la vejez y el amor verdadero que puso en el mapa de los menos cinéfilos a Michael Haneke. Ahora el cineasta austriaco se aleja de los personajes atormentados y violentos para centrarse en la era de la tecnología y las redes sociales y cómo afectan a las relaciones humanas.
Flashmob se llama la nueva película que ya tiene en marcha. En ella, se relatará el encuentro de varias personas que se ponen en contacto en Internet para participar en un flashmob, las famosas coreografías en grupo realizadas en espacios públicos. Un tema que, a priori, parece algo alejado de la radiografía de la naturaleza humana que primaba en los anteriores trabajos del ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2013.
No obstante, su visión crítica tras la cámara no abandona su siguiente proyecto con el que pretende profundizar en "la frágil relación entre los medios y la realidad". Aún se desconoce más detalles de la producción, salvo que estará ambientada en Estados Unidos y que podría comenzar a rodarse este mismo verano con ayuda del Instituto Austríaco de Cine.