Corren buenos tiempos para el cine hecho en casa y en esta ocasión hemos querido prestar atención a un largometraje español que hizo bastante ruido en el pasado Festival de Cine de Málaga. 10.000 kilómetros, la ópera prima de Carlos Marques-Marcet. Es la primera obra de ficción que dirige el cineasta y, sin duda, está empezando con buen pie. Tras su estreno la semana pasada, la cinta está cosechando buena aceptación en su estreno en muchas salas de nuestro país.
El reparto está encabezado por David Verdaguer y Natalia Tena. Es la primera película en español de Natalia, la actriz británica de padres españoles que interpreta a Osha en la serie Juego de Tronos de la HBO. Los dos actores se llevaron el galardón a mejor dúo protagonista en el Festival SXSW de Austin. Cabe destacar que la cinta tuvo una magnífica aceptación en su estreno en el pasado Festival de Cine de Málaga y las valoraciones de críticos y público asistente en sus proyecciones rozaron el sobresaliente. El trabajo en la elaboración de este film por parte de todo el equipo quedó justificado con la consecución de hasta cinco Biznagas del Festival, incluída la Biznaga de Oro a mejor película, uno de los galardones más codiciados dentro de los repartidos en los certámenes de cine español.
La sinopsis abarca dos cuestiones :¿Amor y distancia son incompatibles? y ¿puede el amor sobrevivir a 10.000 kilómetros de separación? Alexandra y Sergio se quieren. De hecho, están preparados para tener un hijo. Pero todo cambia cuando a ella le ofrecen un contrato durante un año en Los Ángeles. Esta puede ser su última oportunidad para realzar su estancada carrera fotográfica, y acepta. Mientras tanto, Sergio continúa viviendo en Barcelona. La pareja está segura de que su relación es lo suficientemente fuerte como para poder superar este obstáculo. Así, durante meses, se acostumbran a vivir con la imagen virtual del otro, haciendo uso de las herramientas que la era de la comunicación pone a su alcance. Pero no todo es tan sencillo. Pronto aparecen los celos, la necesidad de hablar a diario, aunque no tengan nada que decirse, la dependencia… Y la duda de que su relación tal vez no fuese tan sólida como para superar la distancia.
La película se centra en temáticas como la distancia en las relaciones amorosas y los problemas que suele acarrear esta sitación. Otro de los aspectos llamativos que encontramos en su visualización es que el largometraje no cuenta con actores secundarios y todas las localizaciones son interiores; apuesta arriesgada pero que le ha funcionado a las mil maravillas a su director, que vio como decantarse por modificar algunos aspectos del guión fue una decisión acertada.
La temática tecnológica de la película, en la que los dos personajes tienen que entablar conversación a través de la pantalla de un ordenador, supuso a veces verdaderos problemas a la hora de grabar las escenas. En una entrevista, David Verdaguer incluso manifestó que "era un bajón no poder charlar con tu compañero o echar un cigarro, pero eso iba bien para la historia... Ahora, actuar delante de un ordenador es como hacer el amor a una butaca. No tiene ningún tipo de sentido".
Otro de los detalles que más deja encandilado al espectador que va a ver la cinta, es el 'feeling' que existe entre la pareja protagonista y que parece ir incluso más allá de un simple guion. Una compenetración entre los actores que hace que se viva la historia de un modo muy íntimo, pero a la vez compartido, con cada una de las retinas que disfrutan de planos maravillosamente dirigidos.
Habrá que esperar para ver si el éxito que se espera de esta producción queda de manisfiesto en los cines españoles, donde últimamente se está apostando fuertemente por un producto nacional que cada vez se ve más fortalecido.