La 59ª edición del Festival de Eurovisión, celebrada el pasado sábado 10 de mayo en Copenhague, destacó por el sentido del humor de los presentadores, la gran presencia de baladas y por la incoporación de China como espectadora de la gala.
Con un inicio de película, inspirado en los largometrajes de James Bond, las banderas de los 26 países que participaban, saltaron al escenario. Uno a uno los representantes de Ucrania, Bielorrusia, Azerbaijan, Islandia, Noruega, Rumanía, Armenia, Montenegro, Polonia, Grecia, Austria, Alemania, Suecia, Francia, Rusia, Italia, Eslovenia, Finlandia, España, Suiza, Hungría, Malta, Dinamarca, Holanda, San Marino y Reino Unido, salieron al escenario y saludaron a toda Europa antes de cantar.
Un decorado perfecto para mostrar los efectos especiales, el agua alrededor del escenario, el juego de luces, color y fuego hicieron que la edición en Dinamarca fuera una de las más espectaculares de la historia del Festival.
Como es ritual, la vencedora de la edición pasada, Emmelie de Forest, interpretó la canción que la llevó al éxito, Only Teardrops rodeada de un atrezzo muy bucólico y también su canción Rainmaker, acompañada por todos los participantes de los 26 países.
España, décima
España, representada por Ruth Lorenzo con la canción Dancing In The Rain, consiguió una lluvia de puntos por parte de países que hacía tiempo que no mostraban empatía por el país íbero. Con merecido décimo puesto, la murciana dejó el listón alto posicionando a España en la lista de la izquierda y no en la de la derecha, como en años pasados.
En una edición en la que triunfaron las voces melódicas, la barba venció al bigote. Austria encandiló a toda Europa con su dulzura femenina y su barba tan masculina de la mano de Conchita, quien brilló como un Phoenix en el escenario tal y como lo advertía su canción, Rise Like A Phoenix. El contrapunto lo puso el bigote francés, representado por el grupo TWIN TWIN y su canción Moustache, quedando último con solo dos puntos.
Fuente: Yahoo noticias
La próxima 60ª edición del Festival de Eurovisión se celebrará en Viena, ciudad de gran belleza y tradición musical que seguro no dejará indiferente a nadie.