El mundo del trabajo ha sido un tema recurrente en el cine, ya sea como mera anecdota, como sucedía en las sinfonías urbanas de los años 20, en las que se exponía el ritmo de la ciudad mediante el ritmo de los trabajadores, máquinas y cadenas de montajes que, imparables, se entregaban a bailes mecánicos de gran belleza visual como en Berlín, sinfonía de una gran ciudad.
El tema del maquinismo dejará paso al tema del operario y el trabajador, de que se hará cargo de una manera profunda el cineasta ruso Eisenstein con películas como La huelga, en la que la carga política y la defensa al obrero se dejan ver claramente. Ambos temas serán recogidos por el cineasta aleman Fritz Lang en su ópera prima Metrópolis, en la que dará un significado mucho más conciliador y cooperacionista a las relaciones entre patrones y obreros. La revolución obrera en Francia también será el tema de la película de Berri Germinal, en la que se tratará el tema de la primera revolución industrial en la Francia del siglo XIX.
Pero una de las cintas más famosas con respecto al mundo del trabajo será, sin duda, Tiempos modernos, en la que se hará una gran crítica social en clave cómica de la mano del siempre brillante Charles Chaplin y que, a pesar de ser de 1936, sigue siendo un film vigente que retrata con acierto y con un chispeante humor la situación de la gran mayoría de los obreros aún en época actual. El obrero, extenuado y poco afortunado, acabará por perder su trabajo pero no su sonrisa.
Y es que en el cine no todos los trabajos nos serán agradables, tal y como veremos en El verdugo, el film de Berlanga en el que Luis, empleado de una funeraria, se verá obligado a ejercer de verdurgo ante la falta de medios y la insistencia de su suegro, trabajo que le hará plantearse toda su ética.
El drama de la falta de trabajo también será llevado al cine de la mano del cineasta español León de Aranoa con la película Los lunes al sol, en la que podremos ver cómo la falta de trabajo afecta a miles de personas en nuestro país. Un enfoque mucho más ligero y cómico será el de la película Full Monty, en al que unos trabajadores del sector de la metalurgia montarán un espectáculo de strip - tease para poder conseguir algo de dinero.
Sea como sea, el cine está lleno de trabajadores, ya sean ficticios o reales, que, día a día hacen posible que la fantasía llege a nuestras pantallas, ya sea interpretando a un obrero desquiciado, a un verdugo dudoso o a un bailarín erótico. Feliz día del trabajo.
