Wes Anderson: el genio de lo excéntrico
(Foto: Sara Jiménez)

Academia Rushmore, Los Tenenbaums: Una familia de genios, Viaje a Darjeeling, Moonrise Kingdom y la recién estrenada, El Gran Hotel Budapest. Ya son numerosas las películas que han coronado a Wes Anderson como uno de los grandes directores del cine alternativo de la actualidad.

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Wes Anderson (Foto: lavidademerchi.blogspot.com)

Este director tejano ha desarrollado su personal línea estética, que se centra sobre todo en desobedecer esa absurda manía de la sociedad de ocultar todo aquello que sea “diferente” a lo considerado “normal”. Al contrario, Anderson da a sus personajes un espacio cómodo para desarrollar su extravagancia. Es más, sus protagonistas son siempre los “bichos raros” (algo que refleja su propia personalidad), que defienden esa identidad singular mientras el resto de personajes “corrientes” se sientes incómodos en su presencia. Por primera vez, en nuestra butaca de cine, nos metemos en la piel del rarito.

10 claves para identificar a Wes Anderson

1. Un estilo nerd, que se viene cociendo en nuestra sociedad en estos últimos años. Existe, en su universo, ese gusto por todo lo vintage. Antiguos casettes, magnetófonos, máquinas de escribir, ropa que podrían haber vestido nuestros abuelos… Cualquier cosa vale, siempre y cuando se haga mirando al pasado (y sí se salta la norma, mejor).

Moonrise Kingdom (Foto: macguffin007.com)

2. Tipografía hand made: esta característica está muy unida a la anterior. Siguiendo con la estética vintage, Anderson intenta plasmar también con su tipografía el gusto por lo artesanal, lo analógico… Esa capacidad de transmitir nuestra esencia con la escritura y el papel. Cosas que se pierden poco a poco y sin darnos cuenta dejando paso al monopolio de la tecnología y lo digital. Esta característica la podemos ver en las cartas y mensajes que introduce en sus films siempre que puede (Moonrise Kingdom, Gran Hotel Budapest).

Carta de Sam en Moonrise Kingdom (Foto: vogue.es)

3. Mujeres valientes: Margot Tenenbaum, Suzy Bishop, Agatha. Todas sus heroínas tienen algo en común: una personalidad fuerte y mucho carácter. Son mujeres independientes y poco les importa lo que los demás piensen de ellas. Buscarán su objetivo y nada les impedirá llevarlo a cabo (sobre todo si se trata de escapar de casa). Son, además, el reflejo de la personalidad de los protagonistas masculinos. Ellos, los raritos, nunca se fijarán en la guapa y rica chica de ciudad, sino en la distraída pastelera con una cicatriz en forma de Méjico…

Margot Tenenbaum (Foto: eatingfastfood.wordpress.com)

4. Humor singular: los largometrajes de Anderson tienen siempre este ingrediente en común. Una aparente superficialidad de sus películas esconde una complejidad de los conflictos que surgen en sus tramas: el suicidio, la muerte, los amores improbables, las dificultades familiares… siempre desde una visión teatral, y no desde el drama, ya que en eso se basa su realidad ‘irreal’. Su humor no será nunca el chiste fácil, pero tampoco se basará en un diálogo complejo con un humor inteligente. En sus películas no faltarán las situaciones incómodas e imposibles, los silencios eternos, los diálogos sorprendentes, las personalidades contradictorias…Un humor absurdo y ridículo, pero siempre inesperado, que tiene al espectador enganchado de principio a fin.

Viaje a darjeeling (Foto: elcaudecati.blogspot.com)

5. Colores primarios y brillantes. No, en el mundo de Anderson no existen los tonos grises. Esta paleta de color tan particular es perfecta para resalta la realidad idealizada de sus películas. Rojos, verdes, amarillos, morados. No existen los medios tonos, ni los colores apagados; los escenarios deben destacar en todo su conjunto y cada color elegido tiene un su objetivo concreto en la combinación de Anderson.

6. Teatro en el cine. Esta clave de su cine es bastante obvia sabiendo que el propio Anderson ha confesado ser un enamorado del teatro y en más de una ocasión ha declarado querer dirigir alguna obra. Esta forma de trabajar la traslada al cine, ya sea en el decorado, en los diálogos o en esos largos planos en los que suele presentar a sus personajes. Además, en ocasiones introduce obras dentro de sus propias historias, como la creación teatral de Max Fischer en Academia Rushmore o la representación de El Arca de Noé en Moonrise Kigndom.

7. Amor imposible. Volviendo al carácter 'absurdo' de sus tramas, el amor imposible es una constante en sus películas. Algunos ejemplos de esto son: la historia de amor incesto entre los hermanastros Margot y Richard (Los Tenenbaums. Una familia de genios), un conserje al que le atraen las mujeres arrugadas y viejas (Gran Hotel Budapest), dos niños que se enamoran y se fugan juntos (Moonrise Kingdom) y un largo etcétera.

Suzy y Sam bailando en Moonrise Kingdom (foto: oneeyebrowraised.com)

8. Estructuras narrativas diferentes. Historias dentro de historias (El Gran Hotel Budapest), un narrador en voz over introduciendo la trama y a los personajes…Todo para que, nada más iniciarse la película, vayamos haciéndonos una idea de que Wes Anderson no es ni será cine clásico.

9. Composición milimétrica: la mayor contradicción de Anderson reside en su puesta en escena. Al contrario que el resto de elementos de sus películas (la historia, los personajes, las situaciones…), los escenarios de Anderson se caracterizan por una composición geométrica y un equilibrio perfecto de todos los detalles del plano. Nada está fuera de su minucioso y obsesivo orden. Conociendo esto, no es de extrañar que haya elegido su Gran Hotel Budapest como escenario principal, con todas las habitaciones, pasillos, escaleras, artilugios y decorados para poder ordenar a su (detallista) antojo.

Los tenenbaums (Foto: www.sensacine.com)

10. Por último, pero no por ello menos importante:simetría. Hilando con la composición geométrica de los planos, cabe destacar también su horizontalidad y simetría. Como si de un pase de diapositivas se tratase, los planos de Anderson se suceden uno tras otro dejando una clara composición horizontal, que tiene su mayor peso en el eje central del encuadre. También abundan los travelling y panorámicas interminables que predominan en las introducciones de sus films.

Nada mejor que este vídeo para mostrar esta característica:

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