La juez Ariane Felder lleva una vida monacal. Encorsetada y pegada a su escritorio, sus compañeros consiguen arrastrarla por fin a la fiesta de nochevieja. Un lapso alcohólico que no tendría porque complicar su meteórico ascenso dentro de la judicatura.
La poca destreza interpretativa del autor/actor principal lastra la película
Un desliz que pasa de embarazoso –el compañero panoli que la atosiga- a embarazo. Y de aquí los mejores momentos de la historia: ella descubre su estado, revisa el video de la noche de autos, busca al padre vía ADN, se nos muestra reiteradamente el atroz crimen del que es acusado éste…entre las risotadas incrédulas de la sala. Y es que el omnipresente Dupontel juega con aquello de que ‘se puede hacer humor de todo’ sin cortapisas.
El otro elemento plausible de ‘Nueve meses de condena’ es el empleo de las tronchantes conexiones televisivas –con apariciones estelares de colegas del director como Terry Gilliam o Jean Dujardin- como crítica sana del delirio sensacionalista de los mass media, ávidos de noticias truculentas para llenar sus parrillas de programación.
No obstante la trama se ve forzada y se viene abajo en la fase del vis a vis casero entre jueza y ladrón. Es en la comparación con una actriz de verdad cuando las carencias actorales del Dupontel autor salen a la luz y el interés de la historia se diluye. No obstante, los golpes de efecto y la poca atención por lo políticamente incorrecto la convierten en una comedia recomendable.
Estreno: viernes 11 de abril
Premios César (cine francés): mejor actriz (Sandrine Kiberlain) y mejor guion original (Albert Dupontel)
