Festival de Málaga (Día 3): Comedia, animación y terror
Montaje: Miguel Navas

Apenas dos horas después de que el Teatro Cervantes se vaciara al finalizar la segunda de las películas programadas para hoy en la Sección Oficial, prácticamente todas las localidades volvieron a llenarse para recibir al que, según palabras de la presentadora, era el mejor showman de nuestro país: Andreu Buenafuente.

El cómico catalán llegaba a Málaga para presentar El culo del mundo, un documental que supone su estreno como director. Al igual ue tantos otros, Buenafuente dio un pequeño discurso previo a la proyección en el que agradeció poder presentar su obra en Málaga a la vez que agradecía a su equipo toda la ayuda prestada y reivindicaba el papel de la comedia. Tras un sonoro aplauso, comenzó el documental.

Después de terminar su programa en Antena3 (Buenas noches y Buenafuente) Andreu recibió un correo de Julian Traba, un argentino que le escribía desde 'el culo del mundo' para pedirle que no dejase su trabajo, que para él era alguien importante al que seguía desde sus inicios. Este e-mail tocó la fibra del cómico que decidió buscar al remitente para hablar con él en persona. Comienza así un viaje, no solo a Argentina, sino al centro de la comedia, en un intento de redescubrirla y tratar de volver a conectar con su público.

El documental recoge las opiniones de grandes nombres de la noble tarea de hacer reir, como Carlos Peisojovich (Peiso) pero también de rostros conocidos de nuestro país, muchos de ellos grandes amigos del director, como Santiago Segura, Corbacho o Gomaespuma, además del propio Traba. Todo ellos ofrecen su explicación de cómo la comedia les hace sentir vivos, de por qué decidieron dedicarse a esto y por qué es tan importante este oficio.

El problema es que, como bien indica Berto Romero en el documental, Buenafuente mezcla toda su vida con la comedia, de forma que cuando hablamos de comedia debemos hablar de Andreu Buenafuente, por lo que el documental pronto deja atrás su idea original para centrarse exclusivamente en la persona que lo dirige. Por lo que contínuamente vemos declaraciones de famosos alabando a Andreu como uno de los mejores comediantes de nuestro país, como alguien que vive por y para hacer reir a los demás. Más que el culo, el documental debería llamarse El ombligo del mundo, ya que Buenafunte aprovecha que está dirigiendo su propia obra, producida por El Terrat, empresa de la que es fundador y accionista, para hablar de sí mismo y aumentar su ego que, según Corbacho, es del tamaño del Santiago Bernabéu.

La proyección terminó igual que empezó, con un fortísimo aplauso a Buenafuente que desde el palco del Teatro Cervantes saludaba al patio de butacas que no paraba de sacar fotos y lanzar piropos. Abono para el ego.

Tras todo esto, tocó dar hacer una pequeña parada en la Carpa de la Fnac para ver el concierto de Izal y de paso ganar tiempo hasta que comenzara AnimaZine.

Esta sección se compone de dos programas o sesiones de diez cortos de animación cada uno, y que pretende mostrar que existe otra forma de cine más allá de los largometrajes. El programa de hoy lo conformaron:

  1. Candyhearts (Joan Martin Giménez).
  2. Creamen (Esther Casas).
  3. Cuerdas (Pedro Solis).
  4. Vía Tango (Adriana Navarro).
  5. Dummies (Daniel Álava).
  6. El edén de Kiko (Paco Gisbert, Ramón Alos y Paqui Ramírez).
  7. El ladrón de caras (Jaime Maestro).
  8. El señor del abrigo interminable (Victoria Sahores Ripoll).
  9. Hotzanak (Izibene Oñedera).
  10. Mirage (Iker Maidagan y Dana Terrace).

En esta lista encontramos trabajos de profesionales como Cuerdas, que ganó el Goya a Mejor cortometraje de animación, pero también proyectos de alumnos que decidieron basar su proyecto de fin de carrera en un corto animado. En definitva, cada título tiene sus características definitorias, ya sea la historia o la forma de contarla, pero todos tratan de mostrar la realidad de una forma distinta a como estamos acostumbrados.

Por último, ZonaZine volvió a proyectar una nueva película a concurso, aunque debido a problemas de horarios no hubo más remedio que verla fuera del pase de prensa. Aunque teniendo presente la temática de la cinta, el haberla visto de noche (21:30, Cine Albéniz) fue un plus.

La cueva (Alfredo Montero) nos presenta a un grupo de amigos que deciden desconectar de la rutina de la ciudad y tomarse unas pequeñas vacaciones. El lugar escogido es Formentera, pero los hoteles y las visitas turísticas no son para ellos y deciden realizar sus propias excursiones, es así como entran en un oscura gruta, para vivir una aventura y sentirse espeleólogos por un día.

La película recuerda a otras como Rec o El proyecto de la bruja de Blair, pero más allá de los jóvenes en busca de aventuras, la grabación en primera persona o el found fotage no existen muchas más similitudes, no hay nada sobrenatural en ella, todo lo que pasa se debe a las decisiones que toma el grupo y no hay ningún tipo de intervención más allá de la Naturaleza.

En el coloquio posterior, el director admitió que la cueva en la que se desarrolla la película es real, no es un decorado, algo que inconscientemente ayuda a crear en el espectador una sensación de claustrofobia al sentirse él mismo atrapado junto a los personajes, algo a lo que también ayuda las imágenes tomadas de la cámara de vídeo que los chicos llevaban con ellos y que registró todo lo que pasó. De esta forma, a medida que avanzan los minutos, pasamos de ver a unos adolescentes bebiendo y fumando, a estar dentro de una oscura y fría cueva, de la que tratamos de encontrar la salida, pero no podemos.

Dejando de lado la Sección Oficial, La cueva fue la gran sorpresa del día, pues sin muchos recursos ni pretensiones, logra cumplir su objetivo, que no es otro que asustar al respetable.

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