Mientras todos los focos están puestos en el Teatro Cervantes a la espera de las grandes estrellas, el Festival de Málaga sigue su camino en busca de ofrecer una muestra del cine español desde todos sus vertientes y modalidades. Así, junto a la Sección Oficial, que hoy ha presentado A escondidas y Carmina y amén, conviven otras muchas secciones que, si bien pasan de lado frente a los medios de comunicación, suponen un buen escaparate para nuestro cine, ese que también suele pasar sin pena ni gloria por las salas, debido en parte a esa falta de atención de los medios.
Una de esas secciones es ZonaZine, que pretende analizar el cine desde una perspectiva más creativa y visual. A las 16:30, en Cine Albéniz, comenzaba esta sección con Todo parecía perfecto, una película de Alejo Levis que, según la sinopsis oficial, es 'una historia de amor con tintes fantásticos y surrealistas, en la que un hombre consigue reproducir en la vida real un sueño que ha tenido para conocer a la mujer de sus sueños.
Partiendo de un corto del mismo director y con el mismo reparto, Levis presenta una película donde sueño y realidad se mezclan hasta el punto de no distinguirse el final de uno y el principio de otro, al tiempo que trata de hacer al espectador partícipe de este juego. El problema es que el propio Levis entra en el juego y no es capaz de distinguir qué es sueño y qué no lo es.
Si bien Todo parecía perfecto es un claro ejemplo de que el cine español es algo más que películas sobre la Guerra Civil y demás tópicos, no deja de dar la sensación de que el proyecto le queda grande al director y que ni siquiera él es capaz de saber qué pasa en la película. En el intento de crear unaOrigen española, donde todas las teorías son ciertas pero al mismo tiempo ninguna lo es, Alejo Levis incorpora elementos que, más que ayudar a que el espectador establezca sus propias teorías, solo sirven para crear confusión y que este, una vez aparecen los títulos de créditos, no tenga muy claro qué ha pasado, pero tampoco sea capaz de formular una hipótesis convincente ya que no existe ninguna teoría suficientemente sólida a la que agarrarse.
En el coloquio posteior a la proyección, el director admitió que, a la hora de rodar esta película, se inspiró principalmente en David Lynch, aunque también adimitió influencias de la literatura latinoamericana y más cercano a nuestro país, el cine de Buñuel. Todo esto le sirivió, según sus palabras, para conformar el mundo de lo onírico y el surrealismo que ocupan Todo es perfecto.
Poco tiempo después de este coloquio, lo justo para ir a tomar un café al stand de Nespresso, comenzó 10.000 noches en ninguna parte, de Ramón Salazar, y que supuso el inicio de Estrenos especiales. En esta ocasión, el director subió al escenario antes de la proyección para pedir que no tratasemos de entender la película con los primeros 15 minutos, algo que no deja de ser cierto pero no deja de ser curioso que el director hable sobre su obra antes de que se vea, lo que es, en sí, un condicionante.
Este condicionante pareció no servir de mucho ya que la película no gustó demasiado al público, que a medida que pasaban los minutos comenzaban a exasperar, deseando que terminase y las casi dos horas de duración parecían convertirse por momentos en 10.000 noches.
La película nos muestra a un joven (de nombre desconocido) que vive tres vidas completamente diferentes en tres ciudades: Madrid, París y Berlín. Las historias solo tienen al protagonista como elemento común. Cada una de ellas es autoconclusiva y en ningún momento llegan a unirse, lo que hace que el espectador permanezca atento a la pantalla en la búsqueda del elemento que sirva de nexo entre ellas, algo que nunca llega.
Durante 113 minutos, Ramón Salazar nos cuenta tres historias que fácilmente podrían formar tres películas que, a su vez, conformasen una trilogía. El problema es que se muestran juntas y con contínuos saltos entre ellas que no hacen más que descolocar al espectador, quien tampoco puede apoyarse en el argumento ya que existe uno por cada vida del joven.
La tercera y útlima sección que hoy se ha estrenado (y hemos asistido) ha sido La cosecha del año, que ha comenzado con La herida, película que ganó dos Goya en la pasada edición: Mejor actriz (Marian Álvarez) y Mejor director novel (Fernando Franco).
Ana es una mujer que trabaja transportando a los enfermos desde su casa hasta el hospital, algo que a ella le encanta ya que puede ayudar a los más desfavorecidos. Sin embargo, fuera de su jornada laboral, su vida es radicalmente distinta, pues carece de aptitudes sociales, lo que le impide relacionarse con los demás. A ellohabría que sumar la mala relación con su madre y los problemas que atraviesa con su pareja. Todo esto formará una gran bola de demolición que destruirá su vida por completo.
Sin duda esta ha sido una de las grandes películas de hoy, Sección Oficial aparte. La herida fue una de las grandes sorpresas del pasado año, algo que se vio recompensado en varios festivales como el de San Sebastián, donde consiguió el Premio Especial del Jurado además del de Mejor Actriz para Álvarez, y parece muy acertada la decisión del Festival de escogerla para abrir La cosecha del año, una sección que también cuenta con otras películas galardonadas como Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba, 2013), ganadora de seis premios Goya.