Americana (III): libertad, experimentos y promesas
Fotograma de 'The Kings of Summer'. (Foto (sin efecto): cinapse).

Y llegó el último día del Festival de Cine Independiente Norteamericano de Barcelona con The Kings of Summer, UpColor y Ain't Them Bodies Saints. De esta forma se cierra la primera edición del Americana, en el que se han proyectado grandes películas y se ha caracterizado por una muy buena organización. Felicitar a todo el equipo y esperar que vuelvan el año que viene. A por la segunda edición.

The Kings of Summer

Primer largometraje de Jordan Vogt-Roberts, presentado en el festival de Sundance. Narra las aventuras de tres jóvenes de 15 años (Joe, Patrick y Biaggio) quienes, cansados de la sobreprotección de sus padres, se independizan. Encuentran un lugar en medio del bosque y allí crean una cabaña en la que vivirán durante un mes de verano. Están tal y como ellos querían, en libertad, al margen de la sociedad, siguiendo solamente sus normas y sus leyes. Por otra parte, sus padres, preocupados, llaman a la policia para informar que han huido de casa y los empiezan a buscar.

The Kings of Summer (inspirada en Stand By Me) es una comedia melancólica con las que todos, de adolescentes, habíamos soñado vivir (estar un mes sólo con los amigos más íntimos viviendo aventuras juntos). No es una película totalmente realista, pero tampoco busca esto, ya que está contada como si se tratara de un cuento de hadas. Esta es la razón de la fotografía tant cuidada, mostrando imágenes oníricas, puestas de sol increibles, campos de trigo preciosos, escenas en cámara lenta... Una cinta que funciona a base de gags cómicos, por lo tanto, lo importante de la película no se encuentra en la trama (hay más de una escena llena de excentricidades), más bien en las sensaciones que surgen de esta. Uno de los pilares de la película se encuentra en los tres personajes principales, cada uno es único y están muy trabajados; especialmente Biaggio, principal protagonista de las risas del público y un personaje muy importante quien, aunque no lo parezca y sea el tercer amigo, más de una vez es el elemento clave para que se cumpla este sueño de adolescencia. Un personaje inolvidable y una película que provocará una sonrisa; de estas que siempre se recuerdan.

UpColor

Otra joya que no han traído los del Americana. Nueve años después de su debut con Primer, una película de culto de la ciencia ficción conceptual, Shane Carruth vuelve con otra cinta experimental. No sólo dirige la película, también la ha escrito, ha compuesto la banda sonora, ha sido el encargado de la fotografía y es uno de los actores principales. Un filme que de momento ya ha ganado el premio especial del jurado en Sundance por el tratamiento del sonido, ganó el premio de mejor director novel en el Festival de Sitges, y ha sido nominada a mejor director y montaje en los Independent Spirit Awards. La película cuenta la historia de una mujer y un hombre que se vieron enredados en un ciclo vital de un organismo, destrozándoles la vida y borrando parte de su memoria. Estos dos irán intentando unir los diferentes fragmentos de un puzzle con la intención de descubrir que es lo que les pasó.

UpColor es una película experimental que no dejará a nadie indiferente. Son de estas cintas que mientras la estás mirando no entiendes qué está pasando, cuando acaba crees que tienes una hipótesis de lo que ha sucedido, y después lo debates durante más de dos horas con tus compañeros. Una película que tendría que ser obligatoria para todos aquellos que les guste el cine; pues esta es una forma muy especial e interesante de crearlo. Una técnica perfecta y una actriz haciendo un trabajo brillante. La historia no se cuenta con las palabras (hay muy pocas en esta película), sino con todo lo demás, especialmente las imágenes y el sonido. Por ese motivo el montaje de esta película es tan importante y tan expresivo. Influencias claras de Terrence Malick, David Lynch (especialmente en el tratamiento del sonido) o incluso de las películas más experimentales de David Cronenberg. A lo largo del filme se crea una atmósfera onírica y desconcertante que hipnotiza el espectador y lo atrapa hasta el final. Un rompecabezas de principio a fin, una cinta que va creando preguntas en vez de generar respuestas... Un reto filosófico.

Ain't Them Bodies Saints

Una de las primeras películas del poco conocido David Lowery, pero que el año pasado de convirtió en una de las mejores cintas independientes. En Sundance ganó el premio a la mejor fotografía, formó parte de la sesión especial de la semana de la crítica en Cannes y fue nominada a mejor película en los premios Gotham. Una cinta que narra como un fugitivo (Casey Affleck) atraviesa Texas, escondiéndose de la policia, para reunirse con su esposa (Rooney Mara) y una hija que nunca ha visto.

Ain't Them Bodies Saints es un drama que bebe mucho de la estética del western, hasta el punto de tener la sensación de que este género ha viajado en el tiempo hasta llegar a los años 70. Es una película lenta (pero no pesada) ya que el director prefiere explicar la historia con vacíos, centrándose en los paisajes, las conversas, los sentimientos... Algunas veces la trama flojea, pero lo importante de la película es toda la ambientación que se ha creado, con una calidad visual impresionante propia de Terrence Malick y una fotografía excepcional. Una banda sonora especial, en ocasiones muy tarantiniana, pero con arreglos del folk americano. En general, decisiones de dirección muy acertadas que pronostican un buen futuro para Lowery. Una película romántica que no ofrece resoluciones, pero si muchas emociones y una atmósfera única.

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