"Esta noche, esta Cámara habla con una sola voz a ese pueblo que representamos", comenzó el mandatario. A falta de poco más de un año, Obama ha pronunciado un discurso dirigido, a modo de síntesis, a la clase media. El presidente ha decidido centrar su intervención ante la cámara en el empleo. Inmerso en una situación de bonanza económica de cierta estabilidad, Barack Obama ha apostado por una subida de los salarios en los trabajores públicos de nueva incorporación de un 5,30 a 7,40 euros la hora. Además, ha defendido su administración proponiendo una equiparación de los salarios de hombres y mujeres que, a día de hoy, se encuentra en dieciocho céntimos por debajo con respecto al género masculino. "Una mujer se merece la misma paga que un hombre", insistió argumentando el líder norteamericano. Asimismo ha anunciado una prolongación del subsidio por desempleo y mayor apoyo económico e institucional en el sector educativo.
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En los últimos cinco años, ha conseguido una tasa de desempleo de las más bajas y el déficit se ha reducido en más de la mitad. Además, para poder seguir en la misma línea, animó a las empresas a invertir. "EE.UU. es el lugar número uno para invertir. Este país está mejor colocado para el siglo XXI que cualquier otra nación en la Tierra", aseguró el presidente.
Los meses de modesto liderazgo que le quedan por delante al líder demócrata servirán para atar aquellas promesas esbozadas en campaña. "América no se queda parada y yo tampoco lo haré. Daré paso sin necesidad de legislación alguna para poner en marcha las oportunidades que quiero para las familias americanas. Eso es lo que haré", sentenciaba el presidente amenazando así una posible aprobación por decreto en caso de no conseguir un conseso en cámara con los republicanos.
"Tenemos que cerrar Guantánamo"Bañado en un mar de aplausos, Obama aseguraba un cercano cierre de Guantánamo y un retorno completo de los soldados destinados en Irak para el próximo mes de agosto. Tras polémicas como el caso Snowden y la baja popularidad experimentada en estos últimos meses, el presidente se ha mostrado decido a continuar apoyando la reforma sanitaria propuesta a pesar de la pérdida de un escaño en manos de los republicanos.
