El cine de animación se encuentra en un momento de diversidad enorme. Propuestas con originales técnicas que mezclan el stopmotion, el CGI o el dibujo tradicional llenan las carteleras de nuestros cines, no siempre con igual éxito. Que Disney, haga lo que haga, consigue convencer a la mayoría del público es algo más que sabido. No tenemos más que pensar en cintas como Cars 2 o Aviones, ambas creadas únicamente como reclamo para los más pequeños y que son beneficio para la empresa sobre todo por el merchandising. No es el caso de Frozen: El Reino del Hielo, una película cuya cuidada estética nos demuestra el cariño que se ha puesto en ella por parte de un estudio que ha creado clásicos del cine como La Bella y la Bestia o El Rey León.
Dirigida por Chris Buck y Jennifer Lee, Frozen es el largometraje animado número 53 de Walt Disney Animation. Basándose en el cuento de Hans Christian Andersen La Reina de las Nieves, es la segunda vez que Disney versiona uno de los cuentos de hadas del escritor danés. Lo hizo por primera vez en 1989 con La Sirenita, cinta por la que la factoría de sueños se llevó a casa dos premios Oscars. Si para recrear la historia de Ariel ya hubo modificaciones con respecto al cuento original, la versión de Frozen no iba a ser menos. Y es que la historia de Andersen y la que Disney propone no tiene ningún nexo en común excepto el personaje de la Reina de las Nieves, una joven capaz de manejar el invierno y el frío.
Basada en 'La Reina de las Nieves', es la segunda versión que Disney hace de los cuentos de Andersen
La película cuenta la historia de un reino imaginario, Arendelle, inspirado en la gélida belleza de Noruega. Las princesas Anna y Elsa son inseparables, hasta que un día sus padres deciden que deben distanciarse. Elsa posee un extraño don con el que es capaz de crear hielo y frío con sus manos, lo que se convierte en un peligro para su hermana Anna. Al crecer, la joven agraciada deberá abandonar la vida común y separarse de lo que más quiere, dejando el reino en un completo invierno constante. Será entonces cuando Anna deba encontrar a su hermana y luchar por el amor fraternal, capaz de derretir hasta el más frío de los corazones.
La cinta es puro entretenimiento. Magia, ensueño y amor empalagoso estarán presentes en cada uno de los segundos del filme, que aúna el toque clásico de las cintas más queridas de la casa Disney con lo mejor del humor y la ironía de la animación del momento. Si Ice Age puede presumir de haber creado a Scratch, uno de los personajes más queridos de la animación de los últimos años, en Frozen destaca Olaf, un simpático muñeco de nieve que sin duda encandila al espectador de cualquier edad, ofreciendo las mejores escenas cómicas de la cinta.
Grandes dosis de humor en una cinta que sobresale en la animación estrenada en 2013
No obstante, no todo es perfecto en Frozen. Aquellos espectadores que esperaban una cinta mítica se sentirán algo decepcionados, y es que aunque estamos ante la mejor película musical de la compañía en años, lo cierto es que no consigue llegar al nivel épico que se esperaba de esta producción, con la que Disney lleva luchando desde hace más de diez años. ¿El fallo? Quizás esa decisión de renunciar a la animación tradicional por la más alta tecnología, y ofrecer un tono más infantil de lo que se esperaba de ella. A pesar de esto, la nominación al Oscar está asegurada, y es que en este 2013 en el que la animación no ha dejado grandes títulos, apuestas como esta cinta son más que agradables de ver.
Como último apunte destacar el brillante cortometraje con el que el espectador se encontrará antes de la proyección del filme. Protagonizado por Mickey Mouse y sus amigos, se encontrará ante uno de los mejores 3D jamás vistos en la gran pantalla. Y es que a pesar de que nuestro ratón favorito haya cumplido ya 85 años, ¡se encuentra todavía en su mejor momento!
