La filmografía de Tim Burton comienza a estirarse desde el momento en que, allá por el 82, nace Vincent, considerado el primer cortometraje del autor. Si bien es cierto, es el primero reconocido, pero el director ya había creado otros tres anteriormente, de los cuales no se tiene mucha constancia. El primero de ellos, realizado con 13 años, fue The island of Dr. Agor, que seguido de Stalk of the celebry monster y Doctor of Doom conformarían el precedente de lo que se avecinaba después. Y si algo tienen en común estas tres obras – y también su trabajo posterior – es la temática: un doctor experimental padre de X monstruo(s), el cual se escapa y va saltando en los diversos trabajos de Burton.
Ejemplo de ello sería el propio Vincent, con una determinada escena que nos recuerda al posterior Frankenweenie. En el caso del primero nos encontramos ante la historia animada - y en blanco y negro - de un niño enturbiado por Allan Poe y Vincent Price, famoso actor de terror que, precisamente, será el narrador de esta inusual historia que sembraba la esencia del cine burtoniano. Además, Vicent forma parte de los primeros trabajos que el realizador californiano elaboró con Disney.
También Frankenweenie forma parte de esta época, realizado dos años después. Los retazos del profesor experimental con animales culminan en este cortometraje que, casi tres décadas después (2012), se adapta al cine de forma animada, a diferencia de la versión de 1984. El cortometraje, también en blanco y negro, es más extenso que el anterior (alrededor de los seis minutos), con una trama desarrollada en treinta minutos. Cualquiera haría lo que fuera por devolver a la vida a quien más ha querido, ¿no?
Por último, entre el 85 y el 86 elaboró tres trabajos breves más, todos ellos por encargo o colaboración. En el caso de Aladino y la lámpara maravillosa no hay más que ver el título. Caso contrario serían Alfred Hitchcock presentes: The jar o Amazing Stories: Family Dog, cuyo protragonista se asemeja bastante al propio Sparky (Frankenweenie).
Sin embargo, en el año 2000, Tim Burton sorprende con una nueva propuesta: Stainboy, una especie de personaje heroico que va dejando manchas a su paso. El chico mancha es una serie de cortometrajes que, lejos de la elaboración habitual de Burton, nos muestra unos personajes con cualidades inhóspitas y poco vulgares, cultivadas de la esencia del cineasta. Personaje que, por cierto, es nuestro guía en la propia página web del director.
Una propuesta ideal para un descanso, una breve sesión de cine, un respiro para todos los amantes del cine butoniano.