El hecho de que Derek Cianfrance sea uno de los directores más prometedores de la actualidad es algo que ya se venía venir desde que en 2010 sorprendió a medio mundo. Entonces nos traía una explosiva historia dramática de la pareja formada por Cindy y Dean, Blue Valentine, cinta por la cual ambos actores protagonistas, Michelle Williams y Ryan Gosling, fueron nominados al Globo de Oro y ella incluso al Oscar.
Conocedor del potencial que tiene Gosling, el director lo reclama de nuevo para convertirlo en el eje fundamental de la película de la que hoy os hablamos, Cruce de caminos, un filme de corte independiente que nos cuenta el drama que viven una serie de personas a partir de unos hechos accidentales. Frente a Ryan, tenemos al personaje de Bradley Cooper, actor que poco a poco demuestra su gran potencial desde que se hizo mundialmente famoso gracias a la saga Resacón y que vimos brillar el año pasado con El lado bueno de las cosas.
Luke (Gosling) es un motorista acróbata que trabaja en un circo y que disfruta de una vida sin complicaciones, haciendo de nómada de un lugar a otro por Norte América. Un día se encuentra con un viejo amor, Romina (Eva Mendes), la cual descubrirá ha tenido un hijo fruto de su último encuentro sexual hace más de un año. Ante esto, Luke decide dar un cambio a su vida, y se propone cumplir con las responsabilidades que todo padre debe poder ofrecer a su hijo. Esto hará que busque por todos los medios un sustento económico, aunque no se lleve a cabo dentro de la legalidad.
Además de inteligentes diálogos que nos emocionan la cinta está llena de planos maravillosos, algo que se percibe con el primer travelling que se realiza al comienzo de la película, con los títulos de crédito emergiendo mientras vemos desde detrás de Luke cómo éste realiza su camino rutinario desde el camerino hasta la pista de actuación. El director Cianfrance realiza un emocionante ejercicio estético en el que se alternan escenas de persecución trepidante, donde la cámara se convierte en un elemento inestable que hace más dinámica la acción, con escenas de detenimiento y detalle en las que podemos disfrutar, por ejemplo del talento de Gosling. El actor canadiense consigue emocionar al espectador interpretando a un personaje que podría haber resultado repulsivo pero que con su brillantez se convierte en alguien cercano y humano. Además de Gosling, Mendes y Cooper, el reparto se completa con nombres como los de Dane Dehaan, Emory Cohen, Ray Liotta o una desaprovechada Rose Byrne, que interpreta a la esposa de Bradley, una estupenda interpretación que podría haber dado mucho más de sí si su personaje hubiese tenido un mayor desarrollo.
Como hemos comentado anteriormente, se trata de una película que encadena tres historias pero de la que no contaremos más detalles acerca de su argumento, el cual es mejor descubrir en la sala de cine. No obstante podemos decir que la segunda comienza justo cuando el personaje de Ryan se cruza con el policía encarnado por Bradley Cooper. Entonces es cuando surge en la película un tema trascendental que será de mucha importancia en el resto del metraje: cómo un acto que pudiera parecer accidental es capaz de cambiarte la vida, y cómo las consecuencias que de él se derivan trascienden de tu propia persona.
Por último destacamos una banda sonora inmejorable, compuesta por Mike Patton en su mayoría y con la incursión de imprescindibles temas como los de artistas como Bon Iver, que acompaña a las más de dos horas de duración de la película, que podría haberse resuelto de manera más breve, y que seguramente habría sido positivo para el filme.
Cruce de caminos (A place beyond the pines) es cine directo al corazón, que sobrecogerá al espectador y lo mantendrá en tensión por descubrir el devenir de unos personajes que están magistralmente desarrollados. Veamos ahora cómo se la tiene en cuenta en los próximos certámenes de premios. Adelante Cianfrance, vas por muy buen camino.
Foto del cuerpo de noticia: sensacine
