Después de George Clooney y Sandra Bullock en el día de inauguración, ningún intérprete había acaparado tantos flashes en la alfombra roja como lo hizo Scarlett Johansson el pasado martes. La musa de Woody Allen aterrizó en la ciudad de los canales para presentar en competición su nuevo trabajo delante de las cámaras, Under the Skin, de Jonathan Glazer. Desafortunadamente, su triunfo en la alfombra roja no se repitió en la sala de cine donde la cinta de ciencia ficción cosechó los primeros abucheos del Lido.
Abucheos que, paradójicamente, se difuminaron entre los aplausos de otro sector de la prensa especializada. Y es que, tras la exhibición de la película, el público quedó dividido entre aquellos que consideraban que habían sido testigos de un ejercicio de cine experimental notable y los que creían ser objeto de una verdadera tomadura de pelo.
Johansson es una extraterrestre que seduce y asesina a hombres en Escocia
Con este panorama, el cineasta británico Jonathan Glazer regresaba al engranaje cinematográfico once años después de estrenar la irregular Reencarnación y lo hacía con una adaptación de la obra de Michel Faber, en la cual se relata la historia de una alienígena (Johansson) con forma humana que recorre Escocia seduciendo y matando a hombres que sirven como cena para sus compatriotas extraterrestres.
Un papel cuando menos indiferente que sirve como instrumento para ver en escena en más de una ocasión a una de las actrices más sensuales de Hollywood con escasa ropa. Dejando de lado la banalidad que despertó en los espectadores esta ausencia de vestuario en la protagonista, Johansson resaltó que su personaje es mucho más complejo de lo que a priori puede interpretarse. "Me llevó un par de semanas encontrar el tono para la interpretación de un personaje sin ningún elemento de humanidad", destacó la intérprete de Match Point en la rueda de prensa de la película, que en sus palabras, no puede encasillarse en ningún género cinematográfico porque bebe de muchos.
Plano secuencia de 85 minutos
Y de la ciencia ficción, a una película que merodea entre el documental y la ficción. Envuelta en 85 minutos de un único plano secuencia, Ana Arabia tomó ayer su lugar en la línea de salida en la carrera por el León de Oro. El proyecto filmado por el israelí Amos Gitai tiene como escenario una pequeña comunidad de marginados en la que judios y árabes conviven juntos. Allí, una joven reportera va a visitarlos, y descubre un mundo completamente diferente de lo que imaginaba.
Un intento de reflexión y crítica que navega por la superficie sin llegar a posicionarse por ninguno de los dos bandos y que cosechó el tibio aplauso de la crítica.
AGENDA: Hoy está previsto que compitan en sección oficial The Unknown Known, de Errol Morris y L’Intrepido, de Gianni Amelio.
Os dejamos con el primer tráiler que ha visto la luz de Under the skin, donde Scarlett Johansson se vuelve una peligrosa y seductora alienígena.
