En un año cargado de esperados estrenos relacionados con el mundo de los superhéroes, Dreamworks decide apostar de lleno por otro campo muy diferente, las adaptaciones de videojuegos. Así, en la primavera de 2014 aterrizará en las salas una de las versiones más esperadas para los amantes de los mandos: Need for Speed, famosa saga de videojuegos de coches y una de las más rentables de los últimos tiempos, si tenemos en cuenta que posee una veintena de títulos publicados y más de 140 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Finalmente, y tras muchos meses de silencio, conocemos que la cinta estará protagonizada por el intérprete de la ficción Breaking Bad, Aaron Paul, quien llevará a cabo sus aventuras sentado al volante de un Ford Mustang.
La adaptación cinematográfica de Need for Speed estará dirigida por Scott Waugh, realizador de Acto de valor, y contará con guión de John y George Gatins, tal y como lo anunció hace más de un año el mismísimo presidente de Dreamworks, Steven Spielberg. "Estoy emocionado con volver a las trincheras creativas con John y George Gatins y mis compañeros de EA para dar vida a un guión increíble basado en un épico videojuego que parece estar hecho para el cine. Es una gran pieza para los negocios de Dreamworks". Junto a Aaron Paul podremos ver en la gran pantalla a Michael Keaton (Batman), Dominic Cooper (Capitán América o Mamma Mia) o Imogen Potts (Noche de Miedo).
La película de Need for Speed seguirá los pasos de Tobey Marshall (Aaron Paul), un mecánico que pilota muscle cars (coches clásicos de gran cilindrada) en un circuito callejero de carreras ilegales. Cuando necesita dinero acepta asociarse con un millonario ex piloto llamado Dino Brewster (Dominic Cooper). Un error que le llevará hasta la cárcel y dos años más tarde a buscar venganza en una de las carreras más arriesgadas: De Leon, La Liga de Campeones de las carreras clandestinas. Una sinopsis que hace justicia a lo que prometieron sus responsables durante su anuncio el pasado año, en el cual destacaron que la película rescataría la esencia del videojuego a través de "un ritmo trepidante al más puro estilo de los films de automóviles de los sesenta".
