La cuarta jornada del festival Nocturna nos dejó una presentación cómica de la película estadounidense de Andrew Goth, Galowwalkers. La película intentaba parecerse a Blade en algo más que en su protagonista, Wesley Snipes, y no consiguió nada, ni siquiera la intención.
Con un guion aburrido, escenas que no vienen a cuento, una historia decepcionante, y unas interpretaciones más bien sosas, provocaba la risa de los espectadores. Demasiada fantasía en una película del salvaje oeste, que pintaba mejor de lo esperado. Mejor no saber la nota del público al terminar la película, no querráis saber la mía.
Wesley Snipes tan fantástico, incrédulo y enigmático como siempre, no se pareció en nada al de Blade. El actor trata de emular escenas, pero no pegan ni con cola. Eso de cortar cabezas lo acepto, pero ¿desde cuando al cortar una cabeza, sacas con ella la columna vertebral entera? Ingenioso sí, pero patético.
Galowwalkers cuenta la historia de un pistolero, Aman. Éste es el hijo de una monja que rompe su pacto por Dios para asegurar su supervivencia. Este acto provoca que una maldición caiga sobre Aman, todos los que han muerto por su arma, vuelven a la vida. La banda de los no-muertos le perseguirá, dirigidos por el vicioso Kansa (Kevin Howarth).
En fin, poco más que decir a una película que ha defraudado, eso sí, si quieres ver una no-comedia y reirte, adelante, es fantástica.
