Un tema convencional, recurrente y tantas veces visto en la gran pantalla: el amor. Con Hoy te amo, de Ángel Lafuente, no esperen algo convencional. No esperen un simple te quiero, y comieron perdices para siempre.
En tan solo diez minutos, Lafuente se adentra en un tema espinoso y difícil como son los sentimientos humanos, la desazón, la ira, el amor. De la mano de actores de la talla de Chusa Barbero (la indolencia), Chema León (la ira), Elisa Mantilla (la soberbia), Raúl Prieto(la ligereza), Eva Almaya (la pureza) y Paco Maldonado (la derrota), el director hace un recorrido por sentimientos tan diversos como la ira y la soberbia, todos ellos enfocados en el amor, el puro y doliente.
La escena acompañada por bailarines de ballet clásico que hacen del ambiente barroco el detalle perfecto. Un texto que te hace pensar, y situar a cada personaje en su estado de ánimo. Es complicado que un cortometraje de diez minutos puedas llegar a apreciar la fuerza y magnitud de los personajes, como el de Elisa Mantilla, que interpreta la Soberbia. El yo mi me conmigo impera en ella, su entrega amorosa a sí misma, a un objeto de deseo, codicia, un símbolo más de su poder, de su conquista, de la arrogancia que da el saberse inalcanzable, deseada, lejana, y al final, sola.
Un texto poético que se adentra en los sentimientos humanos, la desazón, la ira y el amor.
Un texto poético que interprentan en esos diez minutos que dura la cinta y que, cada uno de los personajes consigue llenar la pantalla, para que esos diez minutos se hagan fugaces. Interpretaciones brillantes como las de Chusa Barbero o Chema León, te dejan con ganas de más. Amor y desamor, un grito de dolor proyectado para llamar la atención del amante, del amado, de uno mismo; es la retórica del deseo, de la ausencia, de la posibilidad del amor.
Ángel Lafuente habla apasionadamente de sus ganas de contar historias a través de la pantalla, haciendo mención a la situación actual del cine y la cultura: "Siento la necesidad de contar historias, y lo hago como puedo. Hacer un largo ahora sería demasiado arriesgado, un cortometraje como éste no sería posible sin la colaboración desinteresada de los actores, de rascarme el bolsillo y la ayuda de mucha gente. Yo seguiré expresandome y contando las cosas cómo sé hacer". Añade además que le hubiera gustado incluir más personaje y complicar aun más la trama, pero hubiera sido demasiado largo, dejando de ser un cortometraje.
Como broche final, una música implecable en los créditos que bien se hubiera merecido más protagonismo.
"Quisiera que la palabra amor tuviera sentido para decirte 'te amo' y salir corriendo, estallarme contra un muro de tu cuerpo, subir las paredes de tu sexo e incorporarlo al diccionario de mi huida sin retorno, de tu ser contra mi ser..."