El 6 de julio de 1946 nacía en la cosmopolita Nueva York Michael Sylvester Gardenzio Stallone, conocido popularmente en el mundo del celuloide como Sylvester Stallone; hijo de un estilista italiano, Frank Stallone (Gioia del Colle, en la provincia de Bari) y de Jacqueline, una polifacética mujer, maestra de danza y astróloga, de sangre judeo-rusa.
Sly, como es apodado, cuenta con un hermano, Frank, de profesión músico (ha colaborado en alguna de las cintas de Sylvester) y actor ocasional; además una hermana por parte de madre, Toni Ann D’Alto, que falleció el pasado año.
De niño fue bastante conflictivo, comenzando a estudiar en la década de los 60 en un principio en el American College suizo, para posteriormente matricularse en la Universidad de Miami, donde permaneció por espacio de tres años y en los que se aficionó a practicar el soccer.
En la década de los 70 se decantó por estudiar arte dramático, viéndose obligado para pagar sus clases de interpretación a participar en una película pornográfica, titulada Party at Kitty and Stud’s, de la que ha renegado a lo largo de su vida, si bien la necesidad económica en aquella época le empujó a aceptar tal proposición.
Los duros comienzos en Hollywwod
Su carrera en el cine comenzó en los años 70 como escritor de guiones, faceta que combinó con una serie de trabajos como actor que le sirvieron para validar su título de BFA años después en 1999.
Su primera aparición en pantalla se produjo en el año 1970, en la película No place to hide (No hay lugar para esconderse), dirigida por Robert Allen Schnitzer, en la que compartía pantalla con Tony Page, Rebecca Grimes, Vickie Lancaster, Dennis Tate, Barbara Lee Govan, Roy White o Henry G. Sanders, entre otros.
El film narraba la historia de un grupo de estudiantes en los años 60, que deciden colocar bombas por motivos políticos en una serie de oficinas pertenecientes a compañías que entablaban negocios lucrativos con dictadores sudamericanos; siendo vigilados de cerca por el FBI, que tiene una pista para lograr detener sus actividades terroristas.
Posteriormente formaría parte del reparto de Bananas, la tercera película de Woody Allen, en el año 1971, en la que Sly contaba con un pequeño papel en el que hacía de matón en un vagón de metro. El film, narrado a modo de sátira política, parodia la revolución cubana de Fidel Castro y el Che Guevara en Cuba, si bien utilizando como marco de su historia el ficticio país de San Marcos.
Tomando la comedia como telón de fondo, Allen se dedica a mostrar una serie de sketches en los que se denota una gran influencia de los hermanos Marx. Fielding Mellish, interpretado por el propio Woody, es un torpísimo catador de productos que se ve envuelto en una trama en la que debe de suplir al líder de los guerrilleros que resultan victoriosos en la revolución de San Marcos, al volverse este totalmente loco, aprovechando el gran parecido del protagonista con el golpista.
En esta ocasión Sly compartió pantalla con el propio Woody Allen, Louise Lasser, Carlos Montalbán, Nati Abascal, Miguel Ángel Suárez, Jacobo Morales, David Ortiz, René Enríquez, Jack Axelrod y Danny de Vito.
En el mismo año, formó parte del reparto de Klute, un thriller dirigido por el aclamado director Alan J. Pakula y con un guión de los hermanos Andy K. y Dave Lewis.
La trama se desarrollaba en la ciudad de Nueva York, donde misteriosamente un hombre desaparecía sin dejar rastro, siendo buscado incesantemente por un amigo suyo policía, partiendo de una pista centrada en unas misteriosas cartas del desaparecido a una bella prostituta.
En su investigación el policía comienza a seguir un rastro incesante de prostitutas asesinadas a la vez que inicia un tórrido romance con Bree, la escritora de las cartas a su amigo desaparecido, lo que acrecienta su temor a que ésta sea también asesinada. El reparto era encabezado por tres actores de relumbrón como son Jane Fonda, Donald Sutherland y Roy Scheider; mientras que el papel de Stallone era meramente residual.
El éxito de público y crítica fue sensacional, logrando incluso dos nominaciones a los Óscar, de los que se llevaría la estatuilla a la mejor actriz, para Jane Fonda. Además conquistó el premio del círculo de críticos de Nueva York.
En el año 1974 participó en The Lord´s of Flathbush (Black jackets. Días Felices), codirigida por Martin Davidson y Stephen Verona, basado en un guión conjunto del propio Sylvester Stallone, los dos directores y Gayle Glecker.
En esta ocasión, Sylvester se reservó uno de los papeles protagonistas, acompañado por Perry King, Henry Winkler, Paul Mace, Susan Blakely y Armand Assante. Bajo el formato de un drama callejero, la historia se centraba en la historia de una pandilla de jóvenes en el Brooklyn de los años 50 y su lucha continua por caer en el pozo de la delincuencia y la vida de desgracia que lleva aparejada.
En ese año contraía nupcias con Sasha Czack, con quien tuvo dos hijos, Sage, recientemente fallecido el 13 de julio de 2012 víctima de una sobredosis de pastillas, y Searhgeoh.
1975, comienza a asentarse en el mundo del celuloide
Su buen trabajo en Días Felices, le sirvió para protagonizar un episodio en la mítica serie de los 70, Kojak, en el episodio My brother, my enemy (Mi hermano, mi enemigo), en el año 1975, junto al mítico protagonista Telly Savalas, secundado por Dan Frazer y Kebin Dobson.
En el episodio se narraba la historia de Rick Daily, un joven policía de gatillo fácil, pero de buen corazón, que se ve envuelto en una complicada situación en el que termina matando en defensa propia a un joven preadolescente.
La desafortunada acción de Daily desencadena un total acoso mediático sobre su persona, lo que motiva en un primer momento a Kojak a intentar proteger al desvalido policía, hasta que fruto de sus pesquisas comienza a encontrar alguna que otra grieta en su relato de los hechos, produciéndose un giro total y sorprendente en el final del episodio.
En el mismo año 1975, interviene en el film The prisoner of Second Avenue (El prisionero de la Segunda Avenida), una comedia romántica dirigida por Melvin Frank, basado en un guión teatral de Neil Simon.
El reparto estaba encabezado por dos excelentes actores como Jack Lemmon, en el papel de Mel Edison y por Anne Bancroft, como su esposa; los cuales viven en un piso ubicado en un bloque de apartamentos de la conocida Segunda Avenida.
En medio de un trabajo desquiciante y de un matrimonio con problemas, le sobreviene un inesperado despido, que le llevan al borde del abismo, viéndose obligado a acudir a un psiquiatra que le ayude a salir de la depresión en la que se vio envuelto.
De nuevo el papel de Sly era meramente presencial, si bien poco a poco se iba asentando en el siempre complicado mundo de Hollywood.
Su siguiente trabajo fue el thriller biográfico Capone, basado en la vida del famoso mafioso italoamericano.
La película era dirigida por Steve Carver, basándose en un guión de Howard Browne y en ella se narraban las andanzas del mítico gánster Al Capone, como máximo dirigente del hampa en Chicago en los años 20 y en su constante lucha por hacerse con el poder total.
Nuevamente la presencia de Stallone era en un papel secundario, pero volvía a codearse con actores de la talla de Ben Gazzara, Susan Blakely o John Cassavetes.
Poco después engrosaría el reparto de Death Race 2000 (La carrera de la muerte del año 2000), un violento film de ciencia ficción de serie B, en el que el argumento giraba en torno a unas violentas carreras de coches futuristas, en las que todo valía para alzarse con el triunfo.
Con David Carradine como estrella principal a modo de reclamo y Paul Bartel tras las cámaras, Sly gozaría de un papel secundario aunque mucho más relevante que sus trabajos anteriores, como uno de los pilotos participantes en la sanguinaria prueba a vida o muerte apocalíptica.
Nuevamente Stallone gozaría de un pequeño papel de reparto en el drama que llevaba por título Mandingo, dirigido por Richard Fleischer, en la que sería una adaptación del guionista Norman Wexler, de la novela escrita por Kyle Onstott.
Ambientada en el año 1820, narraba las actividades de un propietario de una plantación de esclavos del Sur de los EEUU, dedicado a entrenar a sus esclavos para convertirlos en campeones de lucha, ignorando que su propia sobrina, está enamorada en secreto de Mandingo, uno de sus mejores luchadores.
En el reparto se encontraban James Mason, Susan George, Perry King o Richard Ward, entre otros.
Sin embargo, el papel de Sly fue finalmente eliminado del metraje final de la película, para desconsuelo del actor neoyorquino.
Para cerrar su prolífico año, Stallone participó en el thriller policiaco Farewell my lovelly (Adios muñeca), adaptación de la novela de Raymond Chandler, dirigida por Dick Richards.
Con un reparto más que interesante, encabezado por Robert Mitchum y Charlotte Rampling y secundado por Sylvia Miles o Harry Dean Stanton entre otros; narraba la investigación llevada a cabo por el detective privado Phillip Marlowe, encaminado a encontrar el paradero de la desaparecida Velma, una bailarina de un club nocturno; que le llevan a adentrarse en los bajos fondos de los suburbios.
La película fue nominada al Óscar a la mejor actriz de reparto, para Sylvia Miles, que finalmente no logró alzarse con la estatuilla.
Con el Potro italiano, llegó el éxito
El año 1976 sería el del salto a la fama del actor y guionista neoyorquino, que arrancaba con su intervención en Cannonball, la continuación de Death Race 2000, de nuevo dirigida por Paul Bartel y con David Carradine como estrella principal.
En esta ocasión el reparto era mucho más atractivo que en la primera parte, contando con nombres de la talla de Bill McKinney, Verónica Hammel, Robert Carradine o Martin Scorsese.
En esta ocasión, la clásica carrera a muerte se celebraba a pesar de la prohibición de las autoridades y cruzaban de punta a punta los EEUU, sin más normas que la ausencia de reglas y en el que los intereses de la mafia amenazaban el normal desarrollo de la carrera futurista.
Sin embargo, un papel iba a cambiar para siempre la vida de Sylvester Stallone, el del Potro Italiano, Rocky Balboa.
El 24 de marzo de 1975, con motivo de la asistencia de Sly al célebre combate de boxeo entre el mítico púgil Mohamed Ali y Chuck Wepner, por el título mundial, inspiró al joven guionista americano, que al llegar a su casa comenzó a escribir sin parar la historia de Rocky Balboa, terminando el guión en tan sólo tres días de intenso y árduo trabajo.
Con el libreto en la mano, recorrió las distintas productoras con la única condición de reservarse para si mismo, el papel protagonista, conocedor de la fuerza potencial del papel del Potro Italiano. Sin embargo, las grandes productoras preferían otorgarle el papel principal a una estrella consagrada como Ryan O’Neal, Burt Reynolds o incluso Robert Redford; ofreciéndole cantidades desorbitadas por hacerse con el guión, pero Sly se mantuvo en sus trece, hasta que finalmente el estudio United Artist cedió en sus pretensiones y se dio luz verde para el rodaje de Rocky.
El proyecto se puso en manos del director John G. Avildsen, encomendándose la producción a Irwin Winkler y Robert Chartoff.
El film narra la historia de Rocky Balboa, un boxeador mediocre que recibe la oportunidad de su vida, cuando el campeón de los pesos pesados Apolo Creed, le concede la oportunidad de disputar el título mundial en su ciudad natal Philadelphia, confiados en la ausencia de calidad pugilística del aspirante.
Sin embargo, Rocky comienza a entrenarse duramente, con la ayuda de su viejo entrenador Mickey y el apoyo de su novia Adrianne, en un intento por mantener el tipo ante uno de los mejores púgiles de la historia, ofreciendo un espectáculo en su confrontación con Apolo que pasará a los anales de la historia.
Para el papel de Apolo Creed se recurrió al actor Carl Weathers, además Talia Shire daba vida a Adrianne, Burguess Meredith era el veterano preparador de Rocky y finalmente, Burt Young encarnaba al amigo de Rocky y hermano de Adrianne.
La película supuso un rotundo éxito para Sylvester Stallone, que saltaba a la fama absoluta en su papel de boxeador fajador, conquistando al público y a la crítica a nivel mundial.
En los Óscars recibió 10 nominaciones, de las que consiguió llevarse las estatuillas a la mejor película, mejor director y mejor montaje. Además fue nominada en 6 categorías en los Globos de Oro, de los que se llevó el triunfo a la mejor película de drama; 5 nominaciones a los BAFTA, el premio a la mejor película de los Blue Ribbon Awards, un premio David di Donatello al mejor actor para Stallone, un premio Eddie al mejor montaje, un premio a la mejor película del sindicato de directores, 2 premios del círculo de críticos de cine de Kansas (Mejor película y mejor director), un premio LAFCA a la mejor película, un premio a la mejor actriz de reparto del círculo de críticos de Nueva York, un premio al mejor guión del writers guilds de América y un premio Grammy a la mejor BSO entre otros premios y reconocimientos.
Se abre la era post-Rocky
Con el éxito abrumador de su primera película como protagonista, Stallone intentó aprovechar su consideración como actor dramático para intentar continuar su carrera, intentando buscar papeles que demostrasen sus virtudes interpretativas.
De esta manera protagoniza en 1978, el drama F.I.S.T. (Símbolo de Fuerza), dirigida por Norman Jewison, con un guión de Joe Eszterhas y del propio Sylvester Stallone.
La historia giraba en torno a la figura de Johnny Kovak, un honrado empleado que se dedica a buscar el sueño americano con su esfuerzo y trabajo diario, a pesar de las continuas zancadillas sufridas en su trabajo diario por los empresarios; lo que le impulsa a encabezar las demandas de los trabajadores como sindicalista, entrando en una guerra encarnizada con los empresarios por defender los intereses de los trabajadores.
Sin embargo la película no recibe ni de lejos el mismo apoyo popular que la historia del boxeador de Philadelphia, con un reparto encabezado por el propio Stallone y secundado por Rod Steiger o Peter Boyle entre otros.
El mismo año quiso homenajear a su barrio en el film Paradise Alley (La cocina del infierno), debutando en la dirección y escribiendo el guión, además de protagonizar la cinta.
El argumento giraba en torno a la historia de tres hermanos italoamericanos en los años 40, que vivían en un barrio marginal neoyorquino y cuyo único sueño es el de huir del mismo en busca de un futuro mejor.
A pesar de no recibir malas críticas, la película tampoco contó con un respaldo excesivamente amplio en la taquilla.
La falta de un proyecto a la altura del primer éxito cinematográfico de Stallone, le lleva a aceptar en 1979, el poner en marcha Rocky II, retomando el papel que le encumbró y situándose no sólo en el papel de Balboa, sino que además se encargó de escribir el guión y de ponerse detrás de las cámaras en su segunda película como director.
En esta ocasión, la presión popular ejercida sobre el campeón de los pesos pesados Apolo Creed, al que muchos veían como injusto vencedor del combate con el Potro Italiano, le obligan a retar a Balboa a un nuevo combate con el título de los pesados en juego y en el que pese a las reticencias iniciales del púgil, finalmente acepta la segunda oportunidad de intentar su asalto al título en un combate para la historia.
En los papeles secundarios repetían Talia Shire, esta vez como esposa de Rocky, Carl Weathers, Burguess Meredith y Burt Young.
A pesar de no contar con los premios conquistados por la primera parte, la cinta fue capaz de recaudar 85 millones de dólares, tan sólo en los EEUU, en el esperado retorno al ring del púgil de Philadelphia, con un estilo en la dirección de las imágenes de lucha digno del mejor cineasta.
Dos años después del éxito de taquilla de la segunda parte de Rocky, Sly protagoniza el thriller policiaco Nighthawks (Halcones de la noche), dirigida por Bruce Malmuth, con un guión de David Shaber.
La historia narra las andanzas de dos policías de Nueva York, que son trasladados a un grupo de élite destinado al desmantelamiento de grupos terroristas, viéndose envueltos en una persecución sin cuartel del peligroso terrorista internacional Wulfgar, que llega a la Gran Manzana con la intención de continuar con sus atentados iniciados en Londres y París.
En el reparto la película cuenta con Rutger Hauer, Billy Dee Williams, Lindsay Wagner o Joe Spinell.
En el 81 cambió de registro en Victory (Evasión o victoria), de John Huston, en un film bélico ambientado en la II Guerra Mundial, con el fútbol como excusa para mezclar a actores de la talla de Michael Caine, Sylvester Stallone o Max Von Sydow, con futbolistas mundialmente conocidos como Pelé, Ardiles o Bobby Moore.
La trama gira en torno a la celebración de un encuentro de fútbol en un campo de concentración nazi, entre los soldados germanos y un equipo formado por los convictos aliados, que utilizarán el choque como ardid para intentar escapar de la prisión.
Destacar la llamativa intervención de Sly como guardameta del equipo de los aliados.
Un año después Stallone retomará el papel del Potro Italiano, por tercera vez en su carrera, ocupándose de nuevo del guión y de la dirección de la película, que llevará por título Rocky III.
En esta ocasión, Rocky es el actual campeón del mundo de los pesos pesado, felizmente casado con Adrianne y en el que Mickey, su entrenador, le elige a dedo los posibles rivales para no poner en peligro la salud de su pupilo, tras la encarnizada batalla con Apolo.
Sin embargo, la brutal aparición en escena de Clubber Lang, protagonizado por el sensacional Mr.T, como el número uno de aspirantes en el ránking consigue subir a Balboa al cuadrilátero a pesar de las reticencias de su entrenador. Mientras Mickey fallece en el vestuario fruto de un infarto, Rocky pierde el cinturón de campeón, a manos del salvaje maltrato al que es sometido por Lang.
Destrozado física y moralmente, acepta la ayuda de su exrival Apolo, para entrenarse de nuevo y recuperar el cetro mundial de los pesados, que nunca debió de perder, en una vuelta a sus comienzos para reinventarse como púgil y sorprender al demoledor Clubber Lang.
Con John Rambo nace un nuevo mito
Impulsado por la buena acogida en taquilla de la tercera entrega de Rocky, Stallone participa en la redacción del guión basado en la novela de David Morrell, para crear su segundo personaje convertido en icono del celuloide hollywoodiense, en la película First Blood (Acorralado).
La cinta era dirigida por Ted Kotcheff y se centra en la llegada de John Rambo, un veterano de la guerra de Vietnam, a Hope, un pueblo de ficción norteamericano para visitar a un viejo compañero de armas. En su viaje se topa con el sheriff del pueblo, que no quiere vagabundos en sus dominios e invita a Rambo a abandonar el pueblo.
Ante la negativa del exboina verde de cumplir con tales exigencias, es detenido y encarcelado, no teniendo más remedio que fugarse de la cárcel, iniciándose una caza sin cuartel en la que los cazadores se convierten en cazados, siendo incapaces de detener a una auténtica máquina de guerra como Rambo.
El intransigente sheriff fue encarnado por un sensacional Brian Dennehy, mientras que el célebre coronel Trautman era protagonizado por Richard Crenna.
La película contó con un escaso presupuesto de 14 millones de dólares y fue capaz de recaudar tan sólo en los EEUU 47 millones y 78 adicionales en el resto del mundo, convirtiéndose en un auténtico blockbuster que consolidaría para siempre la figura de John J. Rambo, en un mito del cine de acción norteamericano, en un nuevo acierto de Sylvester Stallone.
Tras su nuevo éxito en taquilla, Sly sorprendió a propios y extraños en su siguiente proyecto, de manera que se embarca en la dirección y en la escritura del guión de Staying Alive (La fiebre continúa), limitándose a realizar un insignificante cameo, dejando el peso de la película en la figura de John Travolta, secundado por Cynthia Rhodes, Finola Hughes, Steve Inwood o su propio hermano, Frank Stallone.
La película es una continuación de Fiebre del sábado noche, en la que un necesitado Tony Manero no tiene otro remedio que pluriemplearse para subsistir y a la vez, continuar intentando triunfar como bailarín en Broadway.
Su siguiente trabajo siguió sorprendiendo por el alejamiento de los papeles que le encumbraron como el actor número uno del cine de acción, al escribir el guión y protagonizar una comedia musical con Dolly Parton y dirigida por Bob Clark, titulada Rhinestone.
El reparto se completaba con la presencia de Richard Farnsworth, Ron Leibman, Tim Thomerson, Steve Peck, Penny Santon y Russell Buchanam.
La historia se centraba en las vivencias de una estrella de la canción country que contrata los servicios de un taxista, para convertirle en una estrella del mundo del espectáculo en una demostración para el gran público de que ella es capaz de convertir en una estrella a cualquiera.
La película fue salvajemente criticada por la crítica, recibiendo 2 premios Razzie, uno de ellos como peor actor para el propio Stallone.
Retorno a sus orígenes
El rotundo fracaso de Rhinestone y la discreta acogida de Staying Alive, obligaron a Stallone a volver sobre sus pasos para volver a encarnar a John Rambo, en la segunda parte de First Blood, que llevará por título Rambo, First Blood Part II (Rambo, Acorralado parte II), dirigida por George Pan Cosmatos, basándose en un guión escrito por Sly y James Cameron.
En esta ocasión, Rambo se ve obligado a volver a Vietnam, al ser reclutado por el coronel Trautman, que logra sacarle de la cárcel a cambio de embarcarse en una peligrosa misión de espionaje destinada a asegurarse de que no quedan soldados norteamericanos retenidos en suelo vietnamita, teniendo que limitarse a fotografiar a los supuestos presos de guerra.
Sin embargo, el exboina verde logra encontrar a americanos encarcelados, enfrentándose él sólo a medio ejército vietnamita, al verse abandonado en territorio enemigo por los mercenarios destinados allí por el gobierno.
Junto a Stallone, repetía Richard Crenna en su papel de Trautman. Además se les unía Julia Nickson, Steven Berkoff, Charles Napier y Martin Kove.
A pesar de la dureza con que fue acogida la película por la crítica, lo cierto es que el público respaldó la apuesta por la segunda aventura del Rambo, recaudando 150 millones de dólares, siendo superada en taquilla tan sólo por Regreso al futuro de Robert Zemeckis.
Además fue nominada al Óscar a los mejores efectos de sonido.
En el mismo año, Stallone rescató del baúl de los recuerdos el personaje de Rocky Balboa, para volver a encarnarle en Rocky IV, volviéndose a situar delante y detrás de las cámaras, además de encargarse de escribir el guión de la cuarta entrega del púgil de Philadelphia.
La muerte de su amigo Apolo Creed a manos del “hormonado” boxeador soviético Iván Drago, encarnado por Dolph Lundgreen, es el detonante para el regreso a los cuadriláteros de un retirado Rocky Balboa, que viaja a la URSS en plena guerra fría, para medirse a Drago en el combate más descarnado de la saga.
De nuevo Stallone recibía unas duras críticas de los especialistas, pero por el contrario, el gran público celebraba el retorno del mito por cuarta vez, batiendo el récord de taquilla de la saga.
Además de Stallone y Lundgreen, completaban el reparto Talia Shire, Burt Young y Brigitte Nielsen (Con quien se casó ese mismo año).
Un nuevo tipo duro para añadir a la lista
En el año 1986 llega a las pantallas Cobra, el brazo fuerte de la ley, dirigida por George Pan Cosmatos, con un guión de Sly.
La cinta gira entorno a la figura de un duro policía del llamado pelotón de los zombies, que se ve obligado a proteger a una testigo de asesinato de una peligrosa secta de psicópatas asesinos que harán todo lo posible por acabar con su vida.
Stallone consiguió hacer de Cobra el prototipo del antihéroe de acción, con sus inseparables gafas de espejo y su cerilla en la comisura de los labios, convirtiéndose en el tercer icono de las action movies hollywoodienses, encarnadas por Sly.
Para encarnar a la testigo, Stallone volvió a recurrir a su por entonces esposa, Brigitte Nielsen; mientras que el resto del reparto estaba integrado por Reni Santoni, John Herzfeld, Brian Thompson y Andrew Robinson.
En 1987, sumido en un doloroso proceso de separación de su segunda esposa, rodó Over the top (Yo, el Halcón), dirigida por Menahem Golan y de nuevo con un guión con el sello del Rey del cine de acción.
En esta ocasión, Sly da vida a Lincoln Hawk, un camionero separado, que cruza el país en su camión con su hijo, al que apenas conoce, para visitar a su mujer enferma, encaminándose al campeonato mundial de pulsos, para intentar ganar el premio de 10.000 dólares y un camión de lujo.
El viaje sirve para unir a padre e hijo, a pesar de las intromisiones de su suegro, un poderoso hombre de negocios, que no puede ver a su yerno.
El reparto se completó con la presencia de David Mendenhall, Robert Loggia, Susan Blakely, Rick Zumwalt y Chris McCarthy.
Nuevamente las críticas fueron muy duras con la película, a pesar de contar con una respetable aceptación en taquilla por el gran público.
La necesidad de un nuevo golpe en las taquillas le impulsan a llevar a la gran pantalla por tercera vez en su carrera al personaje de John Rambo, en Rambo III.
La película era dirigida por Peter McDonald, con un guión del propio Stallone.
En esta ocasión Rambo se desplaza a Afganistán para intentar liberar a su amigo el coronel Trautman, de manos de los soviéticos y de paso ayudar a los guerrilleros afganos en su guerra con la URSS, en un intento de recuperar su territorio.
Richard Crenna retomaba su papel por tercera vez y a él se le unía Marc de Jonge, Kurtwood Smith, Spiros Focas, Doudi Shoua y Sasson Gabai.
Con un presupuesto aproximado de 65 millones de dólares, recaudó un total de 53,7 millones de dólares en el mercado norteamericano y de 135,3 millones en el resto del planeta, siendo un rotundo éxito a pesar de las críticas encarnizadas de los expertos, reafirmándose como el número uno indiscutible del cine de acción.
En el 89 encabezó el reparto de un thriller carcelario titulado Lock Up (Encerrado), dirigido por John Flynn.
Junto a Stallone se sumaron al proyecto Donald Sutherland, John Amos, Tom Sizemore, Larry Romano y Darlanne Fluegel.
La historia giraba en torno a la figura de Frank Leone, un recluso a punto de salir libre por un delito menor, cuando de repente es trasladado para su sorpresa a una prisión de máxima seguridad, dirigida por el alcaide Drumgoole, que pone en marcha una venganza personal contra Leone, en un intento de conseguir que éste pueda salir libre de prisión, fruto de rencillas existentes entre ambos en el pasado.
En el mismo año rodó una comedia de acción con Kurt Russell como compañero de cartel, titulada Tango & Cash, rodada por Andrei Konchalovski, basándose en un guión de Randy Feldman.
El plantel de actores se completaba con Teri Hatcher, Jack Palance, Michael J. Pollard, Geoffrey Lewis y Brion James.
La historia trata de dos de los policías más exitosos del departamento, que son involucrados en una trampa , por un mafioso cansado de perder ingentes cantidades de dinero por la intervención de ambos, que como consecuencia son encarcelados injustamente.
La única solución para demostrar su inocencia es escapar de prisión y reunir pruebas para detener al verdadero responsable.
Tango en este caso como en el anterior, crítica y público caminan por caminos separados y no convergentes, pero el respaldo de la taquilla mantenía el status de megaestrella de Sly.
La ausencia en sus últimas películas de un gran taquillazo, le lleva a recurrir a su personaje fetiche, poniendo en marcha Rocky V, que es estrenada a finales de 1990, encomendando la dirección a John G. Avildsen, en una vuelta a sus orígenes, encargándose nuevamente Stallone de escribir el guión.
En esta ocasión vuelve a contar con la presencia de Talia Shire y Burt Young, a los que se une el púgil Tommy Morrison y Sage Stallone, el hijo de Sylvester, recientemente fallecido.
Un Rocky retirado de los cuadriláteros por prescripción médica y hundido económicamente por una estafa del administrador de sus bienes, se ve obligado a volver a su antiguo barrio, donde se vuelca como preparador en el entrenamiento del prometedor Tommy Gunn.
Sin embargo la intromisión de un promotor de boxeo sin escrúpulos ve en el joven Tommy la oportunidad de forzar la vuelta del campeón Balboa a los cuadriláteros.
En esta ocasión Stallone no acertó con una película que no lograba hacer justicia al mítico personaje, siendo duramente criticado por la prensa especializada y recibiendo una recaudación en EEUU de 40 millones de dólares, 2 menos que el costo de su presupuesto.
Fracaso absoluto en su intento de cambio de registro.
Quizás impulsado por el éxito de su rival y amigo Arnold Schwarzenegger en comedias como Los gemelos golpean dos veces o Poli de guardería; o bien por el bajo rendimiento de sus últimas películas en taquilla; hicieron que Sly intentase hacer un cambio radical de registro, embarcándose en los dos años posteriores en dos comedias, muy alejadas de sus papeles de héroe de acción.
Así llegaba en 1991 Óscar, ¡quita las manos¡, una comedia dirigida por John Landis, en la que Stallone daba vida a un mafioso que desea cambiar de vida, intentando lavar su imagen pública, para intentar ganarse la vida honradamente.
Sin embargo los acontecimientos comienzan a sucederse ininterrumpidamente en una cascada que le hace recapacitar sobre si efectivamente le conviene cambiar de vida.
Junto a Sly, se encontraban Ornella Mutti, Kirk Douglas, Don ameche, Yvonne de Carlo, Chazz Palminteri, Marisa Tomei o Tim Curry, entre otros.
Lo cierto es que a pesar del excelente reparto, la película no fue bien recogida por una crítica y un público, que no veían al actor en un papel de comedia alejado de los roles que le lanzaron al estrellato.
El segundo batacazo en el campo de la comedia fue más rotundo si cabe y se produjo un año después con el film Stop ¡ or my mom will shoot (¡ Alto ¡ o mi madre dispara), dirigido por Roger Spottiswoode.
La película narra la polémica relación entre el sargento de la policía Joe Bomowski y su entrometida madre, emperrada en ayudar a su hijo en su condición de soltería y en su trabajo cotidiano.
Como madre de Stallone se escogió a la veterana actriz Estelle Getty, famosa a raíz de protagonizar la serie Las chicas de oro. El elenco lo completaban JoBeth Williams, Roger Rees, Martin Ferrero, John Wesley, Gailard Sartain y Dennis Burkley.
La baja calidad del producto, en el que la trama resultaba del todo absurdo, recibió de nuevo duras y justificadas críticas, además de no contar con ningún tipo de respaldo en las salas de cine.
Regreso ansiado al cine de acción
Tras los dos sonoros batacazos en su incursión en la comedia, Sly decidió acertadamente volver tras sus pasos, en un regreso sensacional al cine de acción que le encumbró como estrella en el complicado mundo de Hollywood.
Así en el año 1993 participaba en dos superproducciones que le volverían a situar en los altares del cine de acción.
La primera de esta películas fue Cliffhanger (Máximo Riesgo), dirigida por Renny Harlin y con un guión en parte escrito por Stallone.
La historia giraba en torno a la figura de un experto alpinista que tras perder a una persona en un rescate, decide abandonar su empleo. Años después regresa al lugar y se ve inmerso en un secuestro en la alta montaña por unos ladrones que le utilizan para encontrar unos maletines repletos de millones de dólares y liberar además a su amigo, con la montaña como único aliado.
Entre los actores se encontraban John Lithgow, Michael Rooker, Janine Turner, Caroline Goodall o Leon.
La película recibió 3 nominaciones a los Óscar y supuso el retorno a los blockbusters, del actor neoyorquino.
En el mismo año llegaba una película de acción futurista, titulada Demolition Man, dirigida por Marco Brambilla.
En esta ocasión, Sly interpreta a un policía que en su obsesión por atrapar al psicópata Simon Phoenix. A pesar del éxito de su misión, los daños colaterales son estimados como exagerados, por lo que ambos son criogenizados en una prisión.
Años más tarde Simon Phoenix es liberado en una época futurista, en la que el crimen ha sido prácticamente erradicado y en el que Phoenix se dedica a apoderarse de todo aquello que desea sin que haya nadie capaz de frenarle; lo que obliga a las autoridades a descongelar al único policía capaz de detenerle.
Con una recaudación mundial de aproximadamente 159 millones de dólares, suponía la consolidación del regreso por la puerta grande de Sly al trono del cine de acción.
En el 94, protagoniza un nuevo film de acción, dirigido por Luis Llosa, titulado The Specialist (El Especialista), en el que interpreta a un experto en explosivos exagente de la CIA, que ayuda a una mujer a vengar la muerte de su familia; entablando una relación con ella que va más allá de una relación estrictamente laboral.
La partenaire de Stallone es en esta ocasión Sharon Stone, secundados por James Woods, Rod Steiger o Eric Roberts.
La química entre Stallone y Stone brilla prácticamente por su ausencia, aunque el tirón mediático de ambas estrellas por separado fue capaz de recaudar 104 millones de dólares.
Un año más tarde llevaba a la gran pantalla Judge Dredd (Juez Dredd), basado en el aclamado cómic británico creado por el guionista John Wagner y el dibujante Carlos Ezquerra. La película sería dirigida por Danny Cannon.
La acción transcurre en el lejano año 2139, en el que la humanidad se ve inmersa en una realidad envuelta de una violencia constante, que ha convertido a los jueces en jurados y verdugos de la ley, siendo Dredd, el juez más estricto y duro.
Una trampa en la que cae el juez, condena a prisión a Dredd, que se ve obligado a huir de prisión para intentar limpiar su nombre.
Junto a Stallone, se encontraban Diane Lane, Max Von Sydow, Armand Assante, Joan Chen, Jurgen Prochnow y Rob Schneider.
Como curiosidad, destacar que el estatus de estrella de Sly hizo que el famoso juez apareciese sin su casco puesto en la gran mayor parte del metraje, cuando en el cómic esta circunstancia no es contemplada.
La película tuvo mejor acogida entre el público que en la crítica especializada.
Poco después protagonizó un trepidante thriller de acción junto al español Antonio Banderas, titulado Assassins (Asesinos), en el que interpreta a un respetable asesino a sueldo llamado Robert Rath, trabajo en el que es el absoluto número uno, hasta que surge la inquietante presencia de un aspirante a ocupar su lugar, llamado Miguel Bain.
Al recibir ambos el encargo por separado de acabar con la vida de Elektra, ambos contendientes se enfrentan en una guerra sin cuartel en la que sólo puede quedar uno.
Julianne Moore completaba el trío protagonista en el papel de Elektra.
Con un presupuesto de 50 millones de dólares, logró una recaudación mundial de 83,5 millones de dólares, en un nuevo éxito de Sly, a pesar del excesivo histrionismo de Banderas en su interpretación.
El año 96 se estrenaba su primera película catastrofista con Daylight (Pánico en el túnel), dirigida por Rob Cohen.
Narra la lucha por la supervivencia de un grupo variado de personas que quedan atrapados en el interior del túnel Holland, en la isla de Manhattan, al accidentarse un camión en el interior del túnel, portando sustancias peligrosas que bloquean la entrada y la salida del túnel.
En el reparto figuran nombres conocidos como Viggo Mortensen, Amy Brenneman, Dan Hedaya y de nuevo el tristemente fallecido hijo de Sly, Sage.
Contó con un presupuesto de 80 millones de dólares, recaudando prácticamente el doble en su recaudación mundial; además de ser nominada al Óscar a los mejores efectos sonoros.
En el año 97 intervino en un breve cameo en The Good Life, dirigida por Alan Mehrez, con la presencia de su hermano Frank en el proyecto como protagonista, acompañado por Dennis Hopper o Andrew Dice Clay entre otros.
El argumento giraba en torno a tres jóvenes que se desplazaban en coche desde Nueva Jersey a Miami, en el que dos de ellos mataban al tercero.
En el año 1997 rodó el thriller policiaco Cop Land, en un papel de antihéroe, muy alejado de su habitual rol de hombre de acción.
La película era dirigida por James Mangold, con un elenco repleto de actores conocidos encabezados por Robert de Niro, Harvey Keitel, Ray Liotta, Robert Patrick, Peter Berg, Janeane Garofalo, Michael Rapaport, Annabella Sciorra o Noah Emmerich.
Sly es el sheriff de un pueblo habitado por policías, en el que un policía mata en supuesta defensa propia a un individuo, alegando que éste tenía un arma en su poder. Fruto de la investigación se descubre que el fallecido no portaba realmente un arma y el sheriff se ve en la obligación moral de enfrentarse a todo el pueblo para sacar a la luz la verdad.
La brillante actuación de Stallone le valió el premio al mejor actor en el prestigioso festival de cine de Estocolmo, en un papel que le obligó a engordar más de 20 kilos para resultar creíble.
Sin embargo, el respaldo del público en las taquillas en esta ocasión no apoyó con una gran recaudación el esfuerzo de la estrella del cine de acción.
Un paréntesis merecido en su dilatada carrera
En los tres años siguientes Stallone se apartó de los focos para centrarse en su relación con su nueva pareja, la modelo Jennifer Flavin, con quien contrajo matrimonio en 1997 y con quien ha tenido tres hijas, Sophia, Sistine y Scarlet.
Quizás enternecido por la paternidad de su primera hija, se embarcó en la aventura de poner voz a Weaver, un personaje de dibujos animados en la película Antz (Hormigas), codirigida por Eric Darnell y Tim Johnson para DreamWorks Animation.
Además de Stallone, las demás voces corrieron a cargo de Woody Allen, Dan Aykroyd, Anne Bancroft, Danny Glover, Gene Hackman, Jennifer López, Paul Mazursky, Sharon Stone o Christopher Walken.
El argumento se basa en la historia de una hormiga del montón, llamada Z-4196, que tras bailar con la princesa Bala, se enamora perdidamente de ella, lo que le envalentona para enfrentarse al temible batallón de termitas que amenaza la seguridad de la colonia y por extensión de su amada.
La película recibió una nominación a los premios BAFTA a los mejores efectos especiales visuales.
Continúa en "Sylvester Stallone,el auténtico Rey de las Action movies (II).
Fuentes consultadas: Wikipedia, imdb.com y filmaffinity.com.
Fotos cuerpo artículo: filmaffinity.com.