Trepidante. Enérgico. Adrenalínico. Estos y algunos sinónimos más son los adjetivos que pueden definir el arranque de Guerra Mundial Z. El nuevo trabajo de Marc Forster, director de Monster's Ball, Descubriendo Nunca Jamás o Quantum of Solace, nos lleva a una invasión zombi a escala mundial. Intentando, no ya poner fin, sino al menos mantener el tipo, tenemos a un empleado de las Naciones Unidas al que da vida Brad Pitt.
Los primeros quince minutos del film nos muestra a nuestro protagonista (Pitt) en tres enclaves distintos: Filadelfia, Jerusalén y un avión rumbo a Gales. Entre el caos reinante alcanzamos a entender que hay una pandemia rabiosa que se extiende a lo largo del mapa a una velocidad alarmante. Pararla es imposible. Sólo queda huir. Y eso es lo que vemos haciendo al bueno de Brad, quien ya parecía haberse olvidado de ese cine de tiros y persecuciones después de haber sentado cabeza con películas más profundas (como El árbol de la vida) y familia a lo Benetton.
La película se basa en el best seller de Max Brooks Guerra Mundial Z: Una historia oral de la guerra zombi. El hijo de Mel Brooks ofrecía en su libro un buen número de testimonios de entrevistados que habían presenciado el horror de la invasión de infectados. Los guionistas (entre los que encontramos a Drew Goddard y Damon Lindelof, de la serie Perdidos) han decidido unificar las historias acaecidas en los distintos territorios a través del personaje de Brad Pitt.
Por lo que se deja ver en sus primeros quince minutos, los que esperen encontrar zombis de paso lento y torpe van a verse francamente sorprendidos. Los infectados de esta película se asemejan más a los de 28 días después, veloces y salvajes, aunque estos, si cabe, son aún más caóticos. Y aquí radica uno de los grandes aciertos del arranque de la película: el caos. Nos sumimos en la confusión del personaje de Pitt viendo una marea humana de infectados que se abalanzan unos contra otros sin ningún tipo de orden, desesperados y coléricos. Las imágenes de la Puerta de la Salvación de Jerusalén se quedarán grabadas en la retina de muchos.
Las tres primeras secuencias de Guerra Mundial Z dejan claro que la humanidad está seriamente condenada. Los humanos sanos van a tenerlo muy complicado para mantenerse a salvo.
Sin duda, lo que queda después de este trepidante arranque es un poco de paz y un ritmo más suave para explicar qué está pasando y qué directrices se van a tomar. Habrá que esperar al 2 de agosto para saber cómo se las arreglan.