Este manifiesto tiene lugar después de que un grupo de conservadores en Seúl, aprovechando la celebración del 101º nacimiento de Kim Il-Sung padre, y antiguo líder norcoreano, del ex líder Kim Jong-Il, quemaran fotografías de este último.
Fue calificado como un acto atroz e imperdonable, puesto que Kim Jong-Il es un símbolo de gran dignidad para Corea del Norte. De este modo, para que se produzca cualquier diálogo, como había solicitado el país surcoreano días atrás, deben existir antes unas disculpas por todos aquellos actos que se han realizado en contra del país norcoreano. Sin embargo con motivo del ultimátum, Corea del Sur, a través de su portavoz Kim Min Seok, expresó que las amenazas basadas en ciertas informaciones periodísticas tras los últimos actos que tuvieron lugar en Seúl son inadmisibles.
Por otro lado, en los últimos días Kim Jong-un ha proclamado el estado de guerra en el país coreano, y ha advertido sobre posibles ataques a las bases militares estadounidenses situadas en Hawai y Japón. Además ha comunicado formalmente a la Casa Blanca posibles ataques contra objetivos estadounidenses, incluido un ataque nuclear. El pasado año comenzaron las simulaciones de ataques con cohetes de largo alcance, que han seguido en 2013, intensificándose estos últimos días, al igual que la prueba nuclear realizada el pasado 12 de febrero. Estas acciones han sido condenadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas al infringir las resoluciones que prohibían a Corea del Norte el desarrollo y uso de tecnología nuclear.
Al igual que ocurre con Corea del Sur, Corea del Norte ha admitido que solo entrará en diálogo con EE.UU. cuando este “abandone su política hostil”. Por su parte el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que no ve capacitado al país norcoreano para preparar un arma nuclear pero que, a pesar de ello, su país estará preparado para cualquier posible ataque.
