El director estadounidense Steven Soderbergh vuelve a la cartelera española con una película apasionante de principio a fin, y que seguro dejará tras de sí unos "efectos secundarios" que darán mucho que hablar. El director ganador del Óscar por Traffic ha dejado en el máximo nivel al séptimo arte; siempre arriesgando, mutando e interesante, nos vuelve a dejar con un buen sabor de boca.
Emily (Rooney Mara) es una chica deprimida y que sufre brotes de ansiedad. Tiene una vida un poco especial, pues tuvo un aborto y su marido, Martin (Channing Tatum), acaba de salir de la cárcel. Para superar su depresión, el psiquiatra Jonathan Banks (Jude Law), le receta un medicamento nuevo, recomendado por su anterior psiquiatra, la doctora Victoria Siebert (Catherine Zeta Jones). La adicción y los problemas mentales protagonizarán un guión perfecto.
Soderbergh demuestra su forma de dirigir con cada escena, fotografía cargada de banda sonora, escenas con planos detalle, sin voz, desenfoques. Con algún giro en la trama y con un desenlace sorprendente, engancha al espectador inmediatamente depués de la primera escena, y es que, este thriller abrumador y tan retorcido dejará a los presentes boquiabiertos ante tal obra.
Un reparto excelente
Jude Law y Rooney Mara marcan el tempo de la película con unas actuaciones sobresalientes, Jude Law como siempre y Rooney Mara con un papel que la lanzará en su carrera, sacarán al espectador de su papel y le harán juez de su historia, una historia, que con un ingenio abrumador y unos giros trepidantes, el director nos mantendrá con la mente ocupada durante toda la película.
"Efectos Secundarios" está filmada con la clase que caracteriza a Soderbergh generando un contexto para perfilar y aislar un reparto perfectamente solvente en su conjunto. El final, perfecto para unos, horrible para otros, conmocionará a los presentes. Señoras y señores, en esta película la vida y el cine están de la mano, pero ninguna droga puede evadirles de esta magnífica obra.