El pasado 30 de marzo del 2013 despegó la última aeronave de la compañía de vuelos baratos Ryanair del Principado de Asturias. La aerolínea irlandesa se va siendo líder en la región, superando incluso a Iberia, que se queda como única compañía que cubre la ruta con la capital de España.
Se calcula que el Principado ha perdido 45.000 pasajes en las rutas que llegaban a Madrid y Barcelona. La ciudad condal queda conectada con Asturias gracias a la operadora de bajo coste Vueling, también vinculada a Iberia. Con el cierre de las operaciones de Ryanair en Asturias, son 22 los trabajadores que se han quedado en la calle.
El incremento de tasas en las terminales de Madrid y Barcelona habría provocado la salida de la compañía irlandesa. Debe sumarse además el poco interés del gobierno asturiano de firmar un acuerdo de promoción turística con la aerolínea. De esta manera, el Principado se ha quedado con una oferta área muy limitada, con únicamente seis vuelos diarios a Madrid, dos a Barcelona y uno a Londres. Asturias será la comunidad autónoma del norte con menos conexiones diarias, tanto nacionales como internacionales.
El sector turístico de la región española ya ha reaccionado y ha culpado al gobierno asturiano por la “escasa reacción que este hecho” ha producido. La Mesa de Turismo de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) ha mostrado la preocupación existente entre las diferentes asociaciones que representan. También han reiterado la voluntad que ha tenido siempre el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, de impulsar el sector turístico. Para conseguir esto, la FADE asegura que “es necesario contar con buenas comunicaciones”. Añadiendo que si Asturias ya era “deficitaria endémica de infraestructuras de comunicación y conexiones aéreas”, con el abandono de Ryanair el problema se acentúa “inaceptablemente”.
