Con el ADN de la infatigable pasión que condecora la fuerza de este sueño, informamos, que el corazón de VAVEL llega a África y Asia. La edición ya es accesible desde las 13:00 horas del día de hoy desde: https://www.vavel.com/arb/ y nuestra cuenta de Twitter: @VAVEL_Arabic.
En sus firmes principios por la pluralidad, la calidad y la honestidad en sus textos, VAVEL continúa su expansión con el objetivo de informar y presentarle los mejores contenido deportivos. En VAVEL en árabe, los lectores podrán encontrar información, reportajes, análisis y demás géneros periodísticos sobre todo tipo de deportes, sin discriminaciones.
Actualmente, VAVEL se encuentra entre las 500 webs más visitadas de España conforme el raking Alexa y está consolidado como el quinto periódico deportivo en internet más leído del país.
Somos rebeldes. Encontramos las puertas de nuestro oficio cerradas, y con el único arma del talento y el valor, las abrimos de par en par. Nacimos sobre el hambre, que labra el ingenio más visceral. Saltamos el muro que nos separaba de lo que más amamos y nos emocionaba, el periodismo, y piedra a piedra construimos un puente pleno de oportunidades para sus viandantes, coronado por un collado de oportunidades, que maniobraron hacia preciadas e inolvidables vivencias.
Nacimos, crecimos y poco a poco nos vamos haciendo mayores, maduramos pintando el cuadro con nuestro pincel, sin maestros, con nuestro talento creciendo de forma natural, a solas, desnudo ante el brío de nuestras letras. Con la ilusión, de quien quiere conocer y vivir con vehemencia un mundo ignoto, y con la delicadeza de quien cada día riega el medrar de sus plantas, y espera paciente, hasta divisar su fulgencia. Para sonreír.
Porque ل شيء يستحق , اذا كانت روحنا عالية او كبيرة (“todo vale la pena, si el alma no es pequeña”), y VAVEL tiene alma, llegamos al mundo árabe.
Desde hoy, el idioma de VAVEL se escribe y habla en las principales 5 lenguas europeas y en los 2 principales alfabetos mundiales, el latino, y el árabe.
Si el corazón mueve el mundo, nuestros latidos terminarán por retumbar en el océano.
"Perdido en un desierto
una persona infeliz, ya medio muerto,
de sed, hambre y fatiga,
se encontró un paquete.
Lo levantó, le sorprendió el sonido,
y dijo de placer estremecido:
-Ostras deben de ser. -Mas al verterlas,
-¡ay!, exclamó, son perlas".
En ciertas ocasiones
de nada le valen al rico sus millones.
Recuperemos el periodismo.