La vuelta al mundo en diez estadios de fútbol
La Gelbe Wand - Südtribüne Dortmund, tribuna más grande del fútbol europeo.

Dicen los sabios que cada vez que viajamos experimentamos una nueva vida, con un nacimiento, un crecimiento y una muerte. Una especie de ritual mágico en el que podemos vivir dos vidas a la vez, experimentar profundos sentimientos, casi primitivos, que nos hacen volver a la antigua esencia de los instintos. Esa misma experiencia corre por nuestras venas cada vez que acudimos a un estadio de fútbol. Los nervios iniciales y los rituales antes de comenzar el partido para desear la victoria son los mismos que realizamos al enfrentarnos a nuestro miedo a lo desconocido, a nuestros temores a qué tendremos que enfrentarnos en nuestro viaje y, sobre todo, al pavor mismo de viajar y abandonar por unos instantes la comodidad del hogar, de la anterior victoria o, en su caso, de la amarga derrota ya olvidada en nuestros corazones. 

El fútbol y los viajes son dos pasiones que, unidas, se convierten en una de las experiencias más asombrosas jamás experimentadas por el ser humano. Tras el silencio inicial, roto por el pitido del árbitro, la pasión explota en los corazones de miles de almas a la vez, como si de un big bang de sensaciones se tratase. Durante noventa minutos, efímeros a la vez que eternos, los sentimientos en los aficionados renacen una y otra vez, cual ave fénix. Miedo, ira, desesperación, alegría, felicidad o el éxtasis orgásmico tras marcar un gol son algunos de ellos. Pero sin duda, el más el más emotivo de todos es el sinfín de cánticos que impide mitigar la pasión. Pero transcurrido el tiempo del partido, el aficionado tiene que volver a su casa, el viaje de las pasiones llega a su fin y, con él, la muerte de los sentimientos. Hasta siete días después, que vuelve a nacer de nuevo. Un eterno retorno espiritual.

Pero, ¿cuáles son los mejores estadios para experimentar este viaje ritual? A lo largo del ancho mundo florecen miles de ellos, vacíos, medio llenos o a rebosar de aficionados pintados con los colores de su equipo, pinturas de guerra deportiva. Pero solamente unos pocos se merecen el rango de templos de las pasiones. En esta lista estarán diez de ellos, no todos los que tendrían que estar pero sí los suficientes para poder dar una vuelta al mundo a través del fútbol.

1) San Mamés:

Considerado como "La Catedral del fútbol", es uno de los más importantes templos deportivos de España. Sus parroquianos, los seguidores del Athletic Club de Bilbao, hacen gala de ser una de las mejores aficiones del fútbol mundial y acuden fieles a cada partido, rugiendo sin descanso hasta el pitido final. De ahí su apodo de leones.

2) Anfield Road:

Cuna del Liverpool FC, aunque este magistral estadio de fútbol no maraville por su gran tamaño, si lo hace por su gran afición, una de las más fieles del mundo entero. Y dentro de este templo hay un altar, una consagración de los instintos primitivos, "The Kop". Esta tribuna, construida en 1906, se transformó en uno de los estandartes de la afición "red", representando los valores del club. En los años 90, esta grada sufrió una remodelación cuando se modernizó el estadio, reduciendo su aforo a 12.390 personas. Además, este altar tiene sus propias normas no escritas pero sagradas. Los "kopistas", aficionados de la grada, hacen alarde de su deportividad al aplaudir al rival si jugó mejor, a animar al Liverpool sin importar quien sea el contrincante, a la vez que tienen prohibido realizar cantos racistas o insultar al rival. Fue en esta grada donde se forjó el himno del Liverpool. Al comienzo de cada partido, y como si de un salmo bíblico se tratase, la parroquia "red" ensalza el "You'll never walk alone", un cántico liltúrgico orgullo de la afición. Las gargantas de decenas de miles de almas ensordecen al rival, enmudeciendo sus ánimos y, con ello, atrayendo la victoria de Liverpool. Sin duda alguna, uno de los momentos más mágicos que se pueden vivir en un campo de fútbol.

3) Signal Iduna Park:

Anteriormente conocido como Westfalenstadion, esta obra de la arquitectura es el hogar del Borussia de Dortmund. Estadio más grande de Alemania, con capacidad para 81.264 espectadores, fue considerado por el periódico inglés The Times como el mejor estadio de fútbol de todo el mundo. Catalogado como cinco estrellas, en su interior alberga una de las joyas futbolísticas más codiciadas, la "Gelbe Wand - Südtribüne Dortmund", la tribuna de aficionados más grande todo el continente europeo, con capacidad para más de 25.000 gargantas sedientas de cánticos, que hacen de este estadio un fortín casi inexpugnable.


4) Türk Telekom Arena

En Turquía, el fútbol se vive de una forma casi única. La famosa pasión turca renace cada domingo en sus estadios, denominados "infiernos turcos" y las rivalidades entre las aficiones son legendarias y conocidas en cada rincón del planeta. La ciudad de Estambul es la sede de una de estas rivalidades eternas, la del Galatasaray y el Fenerbahçe. Sus partidos son conocidos como el clásico intercontinental, ya que el primero juega en la parte europea de la ciudad y el segundo en la zona asiática. El Tükr Telekom Arena es el nuevo hogar del Galatasaray, una maravilla de la modernidad futbolística al que acuden más de cincuenta mil personas a ver sus partidos.

5) Sapporo Dome:

Esta maravilla nipona, obra del arquitecto Hiroshi Hara, fue escenario de la mayor goleada en el Mundial de Corea y Japón de 2002, el 8-0 de Alemania a Arabia Saudí. El hogar del Cosadole Sapporo tiene un techo cubierto que lo convierte en un escenario casi insuperable. Los gritos de ánimo de la hinchada rebotan en las paredes, convirtiéndose en un eco ensordecedor y desmoralizante para el rival. Además, alberga partidos de béisbol y otros espectáculos por lo que, la cancha de hierba artificial, se desliza fuera del recinto, evitando así estropear su calidad. En su parte superior se ubica un observatorio que ofrece una panorámica mágica de la ciudad japonesa.

6) Docklands Stadium:

Aunque el continente australiano no es uno de los mejores lugares para vivir la pasión del fútbol, alberga ciertas burbujas para poder respirar el aire del deporte rey. Uno de ellos es el Docklands Stadium de Melbourne, escenario de una triada de sentimientos desbordados: fútbol, fútbol australiano y rugby,

7) Soccer City:

El pasado mundial de Sudáfrica nos legó una forma diferente de vivir el fútbol bajo el rugido de las vuvuzelas. Los periodistas deportivos se llevaban las manos a la cabeza cuando intentaban mitigar el sonido ambiente para que los telespectadores pudiesen observar el partido sin tener que escuchar estos cánticos. Como si de una guerra se tratase, los fieles seguidores africanos acuden al campo con sus trompetas para meter el miedo en el cuerpo del rival, haciéndole ver que un partido de fútbol no es un partido, que el deporte es una guerra pacífica en la que hay que luchar hasta el minuto final para conseguir la victora, algo que no conseguirán. El mejor escenario dónde pudimos observar este fenómeno fue el Soccer City, también llamado National Bank Stadium, el mayor templo del fútbol de todo el continente africano con capacidad para 91.141 espectadores.

8) La Bombonera:

Si en Turquía la pasión del fútbol está elevada a su máximo exponente, en Argentina fluye a través de las venas de sus seguidores, es la sangre que alimenta sus vidas, la chispa vital del cosmos. Y el lugar donde miles de personas se unen en un solo sentimiento es, sin duda alguna, la Bombonera. Cuna del Boca Juniors, este estadio vio crecer a decenas de estrellas futbolísticas mundiales como Maradona. Medios de comunicación internacionales como Bleacher Report, World Soccer Magazine o The Sun lo describieron como un estadio único, que late como un corazón y que forma la experiencia deportiva más intensa del mundo. Sin duda alguna, un lugar obligatorio para todos aquellos que quieran llegar a entender la pasión que genera este deporte.

9) Maracaná:

El lugar donde el fútbol es arte. Este estadio brasileño, sede del Flamengo y el Fluminense, fue durante décadas el mayor estadio el mundo. Pelé, Ronaldo, Romario, Bebeto y un sinfín de estrellas futbolísticas cariocas desfilaron por sus vestuarios y maravillaron con su juego al mundo entero. Se remodelará para el mundial del 2014 y será sede de la gala de apertura y de clausura de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en 2016.

10) Estadio Azteca:

La lista acaba con esta maravilla mexicana, sede de los partidos de la selección y del Club América. Este estadio es el único del mundo que albergó dos finales del Mundial de Fútbol. La primera fue en 1970, torneo de consagración de Pelé, que se convirtió en el rey del fútbol. La segunda fue en 1986, torneo de la consolidación mundial de Diego Armando Maradona. Además, tiene el honor de haber sido sede del "partido del siglo", entre las selecciones de Italia y Alemania en el Mundial del 70. Por tanto, es una estancia obligada para los seguidores del deporte rey.

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