Crítica de After: En Mil Pedazos
Imagen promocional After: En mil pedazos

Tras una aceptación no demasiado positiva por sus fans, pero con un indudable éxito en taquilla de la primera película, el pasado viernes se estrenó en salas la nueva entrega de la saga de novelas adolescentes escritas por Anna Todd: "After"

Esta película corrige algunos de los errores que tuvo su predecesora, con más escenas eróticas y una historia más fiel a la novela que la anterior adaptación, que fue extremadamente suavizada, hasta el punto de que los fans de la historia de Anna Todd la tachasen de irreconocible. Pero aun así, la película no llega a plasmar aquello que la autora sí consiguió en su libro.

"After: En mil pedazos" ha tratado de solucionar uno de los problemas de la anterior entrega, que era el ritmo de la película. Donde en la primera parte se veía una secuencia de escenas en las que pasaban cosas de forma excesivamente rápida y casi sin sentido de una escena a otra, la secuela ha sabido darle la fluidez de la que la anterior carecía, aunque siguen ocurriendo algunos sucesos de buenas a primeras y prácticamente sin una explicación previa.

El tráiler de la película vende la historia de una relación bastante más tóxica de lo que se termina viendo en el largometraje. Una vez más el novio supertóxico y controlador que es Hardin en la novela, queda relegado a un chaval que podría describirse más como un buen tío que se equivoca de vez en cuando, excusándose en que tiene un trauma infantil y que odia a su padre. En cuanto al personaje de Josephine Langford, en esta entrega se ve a una Tessa más desatada que en la anterior, cosa que le sienta bastante bien al personaje, que pecaba de ser demasiado típico y estereotipado de este tipo de películas.

Otra de las verdades a medias del tráiler es una trama centrada en un triángulo amoroso entre los protagonistas y el nuevo personaje interpretado por Dylan Sprouse, Trevor, triángulo prácticamente inexistente en la película con excepción de un par de escenas (alguna bastante forzada) en las que este se acerca a Tessa.

Los demás personajes quedan relegados a un "segundísimo segundo plano", tanto los nuevos como los que vuelven de la anterior entrega, a excepción de uno: la madre de Hardin, interpretada por Louise Lombard, la cual sí se presenta como un personaje interesante y que influye bastante en el desarrollo tanto de la trama como de los protagonistas.

"After: En mil pedazos" no es una mala película y ha superado a su predecesora, lo que no era tarea difícil, pero peca de ser la "típica película romántica de adolescentes", lo cual no es malo, ya que sí gustará al publico al que va dirigido, pero no es una película que arriesgue y busque diferenciarse de otros largometrajes de su estilo, y que se queda simplemente en una más del género. El final queda abierto a una nueva trama para la próxima entrega, que ya se verá qué puede ofrecer.

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