El acto anual de la emisora española convierte la ciudad de Sevilla en su escenario una vez más. De sus 300.000 oyentes, la pasada noche del sábado se reunió una parte de ellos en la capital andaluza, haciendo rebosar el Auditorio Nissan Cartuja, no solo con su presencia, sino también con su humor, su humildad y su efusividad. Joaquín Hurtado, que lleva presentando el programa Café Olé cada mañana desde hace 33 años, lo ha hecho también en la gala. Nadie pudo evitar fijarse en sus llamativos zapatos, y él mismo hizo referencia a ellos y al color rosa, destacando el papel de la mujer, en concreto, en la música española. Sin mujeres, ¿qué somos?, lanzó al aire.
La celebración comenzó con la actuación de Marta Quintero, acompañada por un espléndido cuerpo de baile, que nos deleitaron con A Sevilla, una oda a su ciudad natal y una cálida bienvenida al público hispalense.
Mila Ortiz, del programa Veinte por sevillanas, acompañó a Joaquín en la entrega de premios, galardonando a Salmarina (dúo integrado por José Antonio Conde y José Antonio Martínez) por hacer malabarismos con las sevillanas. A tan solo un año de cumplir las cuatro décadas en la música, los hijos predilectos de Sanlúcar de Barrameda llenan de sal y alegría nuestros cuerpos con su actuación.
El siguiente premiado fue Álex Ortiz por sus 25 años en la profesión. El cantante se muestra muy agradecido a su público y su familia, que le han permitido estar donde está, y rompe a llorar delante de todos.
A continuación, Tamara Jerez nos cautivó a todos el corazón con su versión a piano y voz de Sentir, de la grandísima Luz Casal.
La próxima en ser coronada con el Premio Radiolé 2023 fue Melody, que además de interpretar su sencillo Mujer loba, dio un discurso muy emotivo. Teniendo en cuenta los cánones cambiantes, ella considera haber sido firme a su propia personalidad, defendiéndola pese a los obstáculos del camino. Agradeció muchísimo a su familia por ser un soporte esencial y quiso mandar un mensaje de positivismo a todas las personas con un sueño, recordando que hay que ser mujer loba y luchar por él.
El joven Luis Ibarra, un gran entendido del flamenco del que goza la cadena de radio, entregó el premio por temple y pureza a Esperanza Fernández. La artista defendió que para ser universal hay que hablar del pueblo y al pueblo de uno mismo. En esta ocasión, interpretó una pieza con música en directo homenajeando sus 40 años en la música, con referencias a su padre, su tierra, su público y su vocación.
Demarco Flamenco estrenó un sencillo que aún no ha salido tras ser premiado. El presentador recalcó el hecho de que una carrera musical no tiene punto de partida ni meta y rememoró su primera entrevista como cantante en la casa.
Lucrecia fue galardonada por haberse convertido en embajadora de Radiolé al otro lado del charco por su canción Fiesta, una llamada al disfrute de la vida que se ha convertido en la banda sonora de Café Olé. En su discurso, muestra orgullo por su trayectoria y agradecimiento a la emisora y, en especial a Joaquín Hurtado y su programa: Gracias por enseñarnos, gracias por amar, gracias por tener a este elenco tan maravilloso, dirigiéndose también al público. ¡Soy la más feliz del mundo!, exclamó.
Mientras tanto, se promocionaron otros artistas emergentes como el grupo La Llave o Tatiana Delalvz, y veteranos como Maíta Vende Cá, destacando su solo a guitarra, en el que el público se revolucionó.
Además, se rindió homenaje a las fallecidas recientemente: María Teresa Campos, María Jiménez y Carmen Sevilla, figuras femeninas de gran relevancia en el periodismo y la música españolas. Gema Castaño, locutora de Radiolé, cantó una canción de Carmen Sevilla en su honor y exclamó: ¡Ay, Carmelilla! ¡Qué maravilla!
A petición de Joaquín, la galardonada Sylvia Pantoja cantó Cuéntaselo, aunque destacó por su última actuación acapella.
José Antonio Suárez, director de la radio, entregó a Falete el siguiente premio Radiolé 2023 porque su alma es el logo de la emisora.
La última en ser premiada, fue la esperadísima Húngara, la Madonna de Radiolé, que en su discurso reforzó la idea de la familia y el amor como principal sustento de su vida profesional y personal. También dio las gracias al público y a emisoras como esta, que dan representación a nuestro arte. Todos se levantaron con su actuación Mi niño Manuel, dedicada a su hijo.
Sin duda, una noche que se nos quedó a todos grabada en los corazones, por tanto arte, tanta humildad y tantas emociones que se vivieron allí.