"Dani y Roberta", la obra original de J. P. Shanley, traducida, producida y protagonizada por la joven actriz Victoria Camps se estrenará en Madrid el próximo día 13 de enero en el Teatro Quique San Francisco. En Vavel Televisión hemos tenido la oportunidad de hablar con la actriz para conocer un poco más el proceso de creación de la obra.
Pregunta: Antes de empezar a hablar de “Dani y Roberta”, nos gustaría saber por qué o de qué manera se inició en el mundo de la interpretación, si siempre tuvo claro que quería ser actriz.
Respuesta: Pues la verdad es que no, no siempre tuve claro que quería ser actriz, pero sí tenía claro que quería algo relacionado con lo social. Quería ser psicóloga, o trabajar con personas. Pero cuando cumplí los 17 años mirando una serie, me dije: ''yo quiero hacer esto''. Imitaba a la actriz e imaginaba que interpretaba a los personajes, por lo que me apunté a una escuela de interpretación amateur, y me gustó tanto que busqué una escuela de interpretación profesional y ahí que fui.
Al final, también el cine, la televisión y el teatro están ligados directamente a nuestra sociedad, y he acabado como predije: trabajando para contar historias y aportando de alguna forma a las personas.
P: ¿Cuáles son sus referentes artísticos?
R: Mi referente siempre he dicho que es Meryl Streep. Ya sé que es una referente para muchos, pero es que me encanta. Y si tuviera que decir un referente en España, sería Maribel Verdú, me fascina su interpretación.
P: ¿Cómo descubrió la obra de J. P. Shanley?
R: La descubrí por un ejercicio que hice en la escuela. Recordaba que el texto de Shanley era sublime, por lo que busqué quién estaba en posesión de los derechos de autor y de ahí los compré. Incluso tuve que vender un anillo de compromiso para poder obtenerlos.
Además, debo reconocer que sentí vértigo cuando puse todo en acción, ya que también he recibido mucha ayuda económica por parte de familia y amigos.
P: ¿Sientes de alguna manera la presión de traer a Madrid una obra tan famosa de un autor tan aclamado como es Shanley?
R: Un poco sí. Es cierto que es un texto que ya se ha hecho, pero por otro lado siento que tenemos cosas distintas que aportar, ya que la historia está contada desde la perspectiva y desde la energía del equipo que lo hemos creado.
Un proyecto puede cambiar mucho dependiendo de quién le da forma, y nosotros lo hemos hecho con nuestras propias particularidades.
Tanto Roberta como Dani son personajes increíbles que cualquier actor o actriz querría interpretar, y la historia puede contarse de una manera distinta dependiendo de quienes lo interpretan y cómo esté dirigido.
P: Se podría decir que esta obra es su bebé. Es productora, traductora y protagonista de la misma. ¿Ha sido fácil compaginar todas esas funciones a la hora de llevar a cabo la obra?
R: Ha sido complicado, teniendo en cuenta que es la primera vez que hago esto a este nivel. Sobre todo combinarlo todo con los ensayos y trabajo.
Aunque tengo que decir que he recibido mucha ayuda por parte de la directora y de la escenógrafa Federica Ghio, que me han ayudado mucho en el proceso.
La traducción del texto original de J.P. Shanley, fue al principio de todo, y se hizo difícil en ciertos momentos encontrar las palabras que se adaptasen mejor a lo que los personajes dirían en castellano.
P: ¿Cómo ha sido trabajar con Juan Dávila? ¿Y con Cristina Rojas?
R: Con Juan Dávila siempre es fácil trabajar, es una muy buena persona y un actor generoso, te sientes cómoda con él desde el momento en que le conoces, y sientes la total libertad de expresarte abiertamente con él. Cristina se enamoró de los personajes, y ha dirigido el proyecto buscando siempre la verdad en ellos.
Los tres hemos hecho un gran equipo, y nos hemos unido mucho para poder crear a Dani y Roberta.
P: ¿Cómo ha sido encarnar a Roberta? ¿Ha encontrado similitudes personales con el personaje?
R: Encarnar a Roberta ha sido maravilloso y un arduo trabajo pero tenía muy claro el personaje desde el momento en que decidí traducir el texto.
Sabía y tenía claro todo lo que le pasaba, por lo que fue un proceso evolutivo, de ir paseando por sus sentimientos y dejarse llevar.
Además, el texto de John Patrick te lleva rápidamente a las emociones, ya que el guion es absolutamente prodigioso.
Roberta es muy distinta a mí y no encuentro muchas similitudes con ella, pero siempre la he entendido y me he mostrado empática con ella para crear un personaje vulnerable y a la vez potente.
P: ¿Cree que tanto Dani como Roberta son personajes con los que la mayoría de los espectadores se pueden sentir identificados?
R: Creo que la mayoría de la gente puede sentirse identificada con Dani y Roberta. Son dos personas asustadas que tienen miedo a amar y creo que esto pasa a la mayoría de las personas en nuestra sociedad. Tenemos miedo a sentir amor y a demostrar cariño y, aunque esto se cuenta a través de una historia y de dos intérpretes, tiene mucho que ver con la vida real y con la sociedad en general.
P: ¿Qué busca transmitir con “Dani y Roberta?
R: Uno de los objetivos ha sido siempre la reivindicación de derechos o la erradicación del estigma en torno a la salud mental o a personas que son excluidas de la sociedad por no encajar en la norma.
Y sobre todo, como en toda obra cultural-social, se busca la empatía por parte de los espectadores hacia los personajes.
P: ¿Por qué debería ir la gente a ver la obra?
R: La cultura está hecha para hacer pensar y sentir a la gente, para empatizar más con personas que son diferentes a nosotros o que piensan distinto.
Venir a ver "Dani y Roberta" es una bomba de relojería de emociones, te hace reflexionar y empatizar con los dos personajes. No se arrepentirán.