Hay filmes que tienen una premisa que ya hemos anteriormente pero que logran cumplir su premisa de entretener y mantener en tensión al público y esto es lo que logra “Till Death. Hasta que la muerte nos separe”, un thriller de terror que logra ser toda una sorpresa y aunque probablemente no permanezca en la mente del espectador durante mucho tiempo, sí que logrará que pase un rato de lo más vertiginoso, con una Megan Fox capaz de levantar todo el evento.
En “Till Death. Hasta que la muerte nos separe”, Emma se despierta esposada junto a su difunto esposo a la mañana siguiente tras una cena romántica en su alejada casa del lago. Aterrorizada y aislada en pleno invierno, deberá escapar de las garras de unos asesinos a sueldo para esquivar el retorcido plan de su recién fallecido marido.
Pese a plantear una premisa que hemos podido ver muchas veces en el cine y que nos podemos encontrar en cualquier película de sobremesa, la virtud de “Till Death. Hasta que la muerte nos separe” es que cuenta con un guion lleno de trucos y sorpresas que funciona y una Megan Fox totalmente entregada a la causa. El filme del debutante S.K. Dale es un juego del gato y el ratón muy tenso y gamberro que no se toma en serio y que es muy consciente del tipo de película que es, principal motivo por el que logra funcionar también.
Pese a que tiene un inicio un tanto irregular y no acaba de encontrar su ritmo, a medida que avanza su metraje y las dosis de gamberrismo van en aumento, sus carencias se olvidan en el momento. “Till Death. Hasta que la muerte nos separe” es una película poco exigente que hay que tomársela como tal, pero muy disfrutable y absorbente que logrará que el espectador se quede inmóvil en el asiento y no pueda despegar su mirada durante sus 88 minutos. No será un thriller que se quede en la memoria del espectador, pero sí que es superior a largometrajes de características similares.
Valoración: 3/5
Lo mejor: Es muy entretenida, gamberra, mantiene en tensión y no tiene ninguna pretensión.
Lo peor: Un inicio que no tiene la potencia que caracteriza al resto del metraje.