Las expectativas estaban altas ante la nueva temporada de "Élite". Si bien se ha convertido en todo un fenómeno social que ha conseguido asegurarse el top 10 de Netflix temporada a temporada, los fans estaban también un poco cansados de la misma dinámica de instituto de siempre.
Pero es que lo peor y lo mejor de esta serie es eso mismo: relaciones dramáticas, episodios exagerados, infidelidades complicadas en niños de 17 años, muertes, traiciones...
"Élite" se ha mantenido fiel a sí misma y ha presentado unos episodios entretenidos sin pretensiones más allá. Y les ha funcionado.
Si hablamos de los actores, debemos destacar la incorporación de Manu Ríos, Martina Cariddi y Carla Díaz, que interpretan a tres hermanos ricos hijos del nuevo director del instituto Las Encinas. La presencia de estos tres hermanos llega a la serie como un soplo de aire fresco, ya que consiguen brillar y entretener al espectador de manera exitosa.
El personaje de Manu Ríos (Patrick) le da una nueva dimensión a la pareja de Omar y Ander. Por fin, tras tres temporadas, se puede entender cómo es la relación de ambos: una confianza fuerte a la vez que frágil, un cariño especial que confunden a menudo con amor verdadero y la aceptación de la necesidad de vivir cosas nuevas, tanto juntos como separados.
El personaje de Carla Díaz (Ari) es tan molesto como necesario en la ficción. Una chica pija, clasista y caprichosa que llega a esta ficción para mostrar la cara "mala" de vivir entre algodones. Hay bastantes similitudes entre Ari y el personaje de Lucrecia (que interpretaba Danna Paola), ya que ambas marcaban el ritmo de los episodios y destacaban en las escenas grupales.
Si hablamos de Martina Caraddi (Mencía) nos estamos refiriendo a la que parece ser la "fan favorite" de esta temporada. Un personaje rebelde y complejo que muestra un retrato oscuro de la culpa. La fragilidad de Mencía nos lleva en un viaje de malas decisiones, de actos y arrepentimientos que fácilmente se desmarcan como lo más interesante de la temporada.
Otra incorporación que ha sorprendido es la de Pol Granch. El cantante que ganó "Factor X" ha defendido muy bien su personaje y ha callado bocas a todos los que le acusaban de no saber actuar. El problema de su trama en la serie es que romantiza (aviso SPOILER) las agresiones sexuales. Muestran a un personaje prototípico, bueno, sencillo y cariñoso que consigue despertar empatía en el espectador. Pero eso no se puede hacer, no se puede buscar que los seguidores de la serie sientan "pena" del agresor al presenciar cómo se arrepiente de casi violar a una chica. Eso está mal y no hay que darle más vueltas. No es no.
Andrés Velencoso y Diego Martín dan una nueva dimensión (más adulta) que funciona de maravilla en la serie.
Por otra parte, los personajes veteranos pasan más desapercibidos y delegan todo el peso de la temporada en las nuevas incorporaciones. Itzan Escamilla y Miguel Bernardeau destacan como los peores de la temporada. No es por su actuación, más que correcta, sino por su trama insípida y la sensación continua de sobrar que provocan sus personajes.
Otro de los puntos débiles de "Élite" vuelve a ser Omar Ayuso. Si bien hemos dicho que podemos entender mejor su personaje y empatizar con él, todavía está muy verde en cuanto a interpretación se refiere. Las escenas dramáticas en las que llora son bastante incómodas.
En general, a pesar de lo anteriormente mencionado con respecto al personaje de Pol Granch y a la presencia innecesaria de algunos personajes como Samuel o Guzmán, la temporada funciona y se ve bien. La información está bien gestionada y los episodios se suceden sin resultar pesados.
