Hay películas que logran aparecer en las listas de las mejores películas del año y colocarse en las quinielas para ganar los Premios Óscar sin que previamente se esperase nada de ella, y este es el caso de “Una joven prometedora”, cinta británica protagonizada por Carey Mulligan y escrita y dirigida por la debutante Emerald Fennel que se ha convertido en una de las sorpresas del año, logrando cinco nominaciones a los Oscar, incluyendo Mejor Película y Dirección.
“Una joven prometedora” cuenta la historia de Cassie, quien tenía un brillante futuro por delante hasta que un desagradable incidente truncó su carrera y la cambió por completo. En el presente, Cassie tiene la oportunidad de enmendar todo lo que no salió bien en el pasado, vengándose de los culpables gracias a su ingenio e inteligencia.
El filme se desarrolla en sus 113 minutos con una inteligencia y una agudeza que hacen que sea una obra inclasificable a la par que única, mezclando distintos géneros como el thriller, el drama y la comedia negra, creando un cóctel único y que no pierde fuerza en ningún momento. Emerald Fennell debuta tras las cámaras con un largometraje violento que tiene un oscuro y particular sentido del humor que puede echar para atrás a algunos espectadores, pero si logras entrar en él, el filme será una experiencia muy disfrutable.
“Una joven prometedora” es provocativa y está hecha para incomodar al espectador con una trama llena de venganzas y una comedia muy muy negra. Es retorcida y es muy difícil de averiguar en ella qué es lo que va a suceder, ya que sabe sorprender continuamente y guardarse situaciones inesperadas para su final. No busca dejar indiferente y consigue generar debates para que sigas hablando de ella horas después de haber abandonado la sala de cine. Una de las mejores sorpresas cinematográficas de lo que llevamos de 2021.
Valoración: 4/5
Lo mejor: Es impredecible y no para de sorprender. Su mezcla de géneros está perfectamente medidas y consigue que no chirríe nada.
Lo peor: Su humor negro es muy particular y puede echar para atrás a los espectadores que no entren a su juego.
