Curricé es un artista con un largo recorrido en el mundo de la música. Después de más de nueve años luchando por su sueño, experimentando con el rap, el rock y mezclas explosivas de cosecha propia, consiguió fichar con Universal después de su paso por La Voz, programa en que fue finalista.
Así, después de tanto tiempo de batallas, nació "Salvaje", el primer álbum del artista con la discográfica, que se estrenó el pasado 25 de marzo. Con motivo de este estreno, el artista se pasó por Música VAVEL para charlar sobre su recorrido, sus logros, sus fracasos y, sobre todo, su música.
Pregunta: ¿Qué tal? ¿Cómo está yendo la promo?
Respuesta: Pues muy nervioso, la verdad. "Salvaje" es un álbum que llevo mucho tiempo currándome y poniéndole muchísimas horas, muchísimo cariño… Y ahora un poco con la incertidumbre y los nervios de ver qué opina la gente: si le gusta, si no le gusta…
P: Bueno, son unos nervios también bonitos, ¿no?
R: Sí, son de los nervios buenos. Son los nervios, como digo yo, como de antes de salir a un concierto: que estás nervioso, que notas algo así en el estómago, pero que son guays.
P: Hablando de conciertos, ¿cómo lleva el hecho de no poder subirse a un escenario?
R: Pues muy mal, la verdad, porque hace como dos semanas hizo un año ya de no estar subido a un escenario. Muy mal porque a mí lo que más me gusta de todo, en realidad, es dar directos, ir a conciertos… De todo. Ahora estamos viendo cómo hacemos una gira de presentación, con mucho cuidadito, con todas las medidas de seguridad... A ver si por fin puedo anunciar fechas.
P: Bueno, se ha demostrado con creces que la cultura es segura, o sea que, aunque sea complicado, con esfuerzo, vale la pena. Al final, los seguidores lo acaban agradeciendo.
R: Yo creo que sí. Yo creo que al final es como todo. Hay que hacer las cosas con cariño, hay que hacerlas con cabeza. Y se puede. Yo ya estoy yendo a conciertos de artistas que me gustan y sí, estás sentado, pero, al final, lo que es la música y lo que es el show lo acabas disfrutando también.
P: Está hablando de los artistas que le gustan. ¿Quiénes son sus referentes?
R: Pues los últimos años, a nivel nacional, los que más me han inspirado yo diría que son Leiva, Sidecars… Un poco ese estilo, ¿no? Que es como un pop un poco más cañero o un rock un poco descafeinado (Risas), que está en un punto intermedio. De los internacionales, yo creo que de los que más me inspiran son Tom Walker, Dennis Lloyd y, por supuesto, aunque ya un poco menos, Ed Sheeran, que ha estado muchos años acompañándome.
P: Estamos de estreno, ¿no?
R: Sí.
P: ¿Cómo está viviendo el estreno de “Tres Minutos”, después de “Tu Juego”, sabiendo que dentro de nada sale “Salvaje"?
R: Pues muy contento, sobre todo por la acogida que han tenido los dos primeros singles. Estoy que no quepo en mí, porque tenía muchos nervios por ver qué pensaba la gente, y la verdad que estas dos canciones de momento parece que están gustando mucho. Me han visto en un estilo mucho más definido, que soy yo y… Muerto de ganas por que escuchen el resto de canciones.
P: Habla de la acogida del público, pero ¿está contento con las canciones? ¿Le ha gustado el resultado?
R: Yo… Creo que no podría haber salido mejor. Tenía las canciones a guitarra y voz, que es como me hago mis maquetitas para componer. Luego solo hay que producirlo, arreglarlo y todo. He tenido la suerte de trabajar con John Caballés y con PJ Hermosilla como productores y todas las locuras que tenía en la cabeza y que les contaba, dándoles referencias y todo, las han bajado a la tierra y las han convertido en música. Estoy muy satisfecho con el resultado del disco.
P: Pues me alegro mucho, de verdad. ¿Cómo fue el proceso de grabación de los videoclips de “Tu Juego” y de “Tres Minutos”?
R: Pues, lo primero de todo, me encantó poder ir a rodar un videoclip porque ya me estaban sacando de casa, cosa que agradezco muchísimo. Y luego, por otro lado, ha sido la primera vez, en todos los años que llevo sacando temas y videoclips, que no me he tenido que ocupar yo de los videoclips, de nada. Solo tenía que ir, sentir que estaba haciendo lo que estaba haciendo porque es mi canción y estar detrás de la idea creativa, dar el OK. Me parecía todo genial. Desde aquí hago una mención a Cuatro en raya, que son dos chicas que llevan la productora que ha hecho todo esto. Propusieron la idea y se encargaron de todo. Creo que ha quedado un resultado precioso y, si es así, es gracias a ellas.
P: Está hablando de la diferencia de trabajar solo a trabajar con un equipo. ¿Qué ha significado el hecho de firmar por Universal y tener un equipo detrás con el que trabajar?
R: Yo creo que es un paso, para mí, muy importante, porque, de alguna manera, después de tantos años, uno se va cansando. Y bueno, tener la suerte de poder fichar con una multinacional como es Universal para mí ha sido un alivio porque por fin tengo a muchísima gente detrás trabajando conmigo que puedo asegurar que están trabajando igual o más que yo en mi propio trabajo y que le están poniendo muchísimo cariño y muchísimo amor. Me siento súper afortunado.
P: Los videoclips de “Tres Minutos” y “Tu Juego” forman una historia, ¿no?
R: Sí.
P: ¿Por qué esas dos canciones como sencillos y cómo se les ocurrió formar una historia con dos temas?
R: Pues elegimos esas dos canciones porque son completamente diferentes en cuanto a estilo. “Tu Juego” es como súper cañera y “Tres Minutos” es justo lo contrario: es una balada, súper tranqui… Y lo que quería demostrar al público es que, dentro del disco, eso es lo que va a pasar con las diez canciones. Cada canción es un mundo, es completamente diferente, y por eso quise poner esas dos: para que la gente viera que no voy a estar todo el rato súper cañero ni todo el rato súper tranqui y moñas. Y la idea de juntarlas fue un poco porque sabíamos que iban a salir las dos juntas y con poco tiempo entre sí. Entonces, fueron las chicas de 4 En Raya las que tuvieron la idea de hacer una historia continuada que, de hecho, hemos dejado con un final abierto por si al final continuamos con esa historia.
P: ¿O sea que se viene otro single?
R: Se viene otro single. Todavía no sabemos cuándo, todavía no puedo decir nada; pero sí, se viene otro single. De momento, nos concentramos en la salida del álbum y después de eso ya vendrán más buenas noticias.
P: Y, bueno, hablando de esto, este viernes sale “Salvaje”, que ya está disponible para reservar. ¿Cómo va el tema de la reserva? ¿Está teniendo buena acogida el disco?
R: Pues la verdad es que sí. Y, sobre todo, lo que más me ha sorprendido es que hemos hecho un pack donde no está solo el álbum, sino que también lleva una camiseta. Es muy sencillita, simplemente tiene el loguito de la E de “Salvaje”, que son como tres rayas ahí como si fueran salvajes. (Risas) Y prácticamente todo el mundo que está reservando lo está cogiendo con la camiseta y me muero de ganas por ir a un concierto y ver a la gente con la camiseta. Me encantaría, vamos.
P: ¿Y le duele la mano de firmar discos? Porque tengo entendido que vienen firmados en la pre-compra.
R: Sí, en la pre-compra, si reservas el álbum te llega el disco firmado. De hecho, ahora mismo, es la única manera de conseguir que la gente la tenga firmada… Son los últimos días ya de pre-compra. Y no, no me duele la mano. Estoy encantadísimo, lo haría durante mil horas más.
P: Bueno, ahora, para contextualizar un poco su historia, porque no es nuevo en la música, quería tejer una historia porque estuve curioseando su canal de YouTube y su primer videoclip tiene ya 9 años, que se dice pronto. ¿Qué le empujó a empezar en la música?
R: Pues mira… Cuando tenia alrededor de 8 añitos, en el cole, yo cantaba en el coro; pero bueno, para hacer un poco el gamberro, para hacer algo diferente, porque a veces te librabas de algunas clases para ir al coro y tal… Y, de repente, un año me propusieron y me eligieron como protagonista de un musical que todos los años hacían, como una obra súper grande en la que participaba casi todo el mundo. Y, después de hacerlo varias veces, como que me hice adicto a esos nervios de justo antes de salir, y luego el aplauso de la gente, el ver que la gente luego venía, te felicitaba… Y decía “Joder, qué guay, estoy consiguiendo llegar a las personas”. Y yo creo que ese fue el click. O sea, de muy chiquitín me di cuenta de que quería dedicarme a algo que tuviese que ver con estar en contacto con las personas. Lo he hecho a través de la música, aunque yo creo que podría haber sido cualquier arte. Pero bueno, me pilló la música y por ahí es por donde he tirado.
P: Y, bueno, empezó con el rap y, aunque ha ido probando diferentes estilos, incluso en La Voz se vio que al final acaba introduciendo algo de aquello con lo que empezó. Por ejemplo, en la versión de “Leave a Light On”, que hizo el rap y todo eso. ¿Por qué ese estilo?
R: Mira, como has dicho, yo empecé con el rap de muy chiquitín, con doce o trece años, y, aunque ahora no sea el estilo musical que más haga, por así decirlo, es uno de los estilos musicales que más quiero. Es a lo que más tiempo he dedicado en mi vida. Y, de alguna manera, me gusta hacer algún guiñito al rap, como pasa en el disco. En el disco hay algunas pequeños trozos que recuerdan a eso y que son estrofas de rap porque a mí me encanta y no quiero dejarme a mí mismo que se me olvide que en ese estilo también estoy súper cómodo y también me encanta transmitir.
P: Después de eso llegaron las versiones. Como ya le he dicho, yo me acuerdo de estar, hace cuatro años, con un cover que hizo de “Radioactive”, de Imagin Dragons, en bucle. Siempre les ha dado un toque personal, como, por ejemplo, con “There’s Nothing Holding Me Back”, que pasó de ser una baladita movida a ser súper cañera. Es siempre como si le diese su propio toque. ¿Cómo definiría ese toque? Su forma de cantar, ¿qué cuenta sobre usted? ¿O qué pretende contar con ella?
R: Hace muchos años, como que me preocupaba más a la hora de interpretar una canción, demostrar que canto bien. Con el tiempo, te das cuenta de que realmente lo más importante es transmitir y llegar a la gente. Entonces, dejé de preocuparme por cantar bien o cantar mal y empecé a preocuparme por sentir lo que iba a cantar, aunque no fuera mi canción. Sentirla y pensar “¿Dónde la llevaría yo? ¿Qué sentimiento me produce a mí esto?”. Por ejemplo, lo que decías de “There’s Nothing Holding Me Back”, donde la canción original era muy tranquilita. Para mí era mucho más enérgica, para mí tenía mucho más desgarro, y por eso hice esa versión. Y eso es lo que me ha pasado siempre, como que, al escuchar las canciones, las he hecho mías y, a la hora de versionarlas, las he hecho de una forma o de otra.
P: ¿Le ha costado encontrar un estilo propio?
R: Yo creo que es lo que más me ha costado. E, igual que hoy te digo que ya lo he encontrado, igual dentro de dos años te digo que sigo sin encontrarlo. Creo que en un artista es lo más complicado: sentir que lo que estás haciendo es 100% tuyo, pese a todas las influencias que hayas podido tener. Porque todos nos influenciamos, todos escuchamos música, a todos nos encantan muchos estilos... Yo creo que lo más difícil es sentir que lo que estás haciendo es tuyo. Creo que este es el álbum en el que más siento que sueno a Curricé, no sueno a otro artista. Y por fin estoy con esa tranquilidad de decir, guste o no guste, que me siento cómodo porque lo que estoy haciendo es mío.
P: Pues sí, hay que estar siempre satisfecho con lo que hace uno. Y, hablando de esto, puede estar súper seguro de que este es su estilo y después cambiar; pero es que de eso trata la evolución de cada uno. ¿Cómo definiría su evolución desde que empezó, desde aquel videoclip de hace nueve años del que hablábamos hasta ahora?
R: Pues yo creo que, a parte de, obviamente, la evolución personal: lo que he ido viviendo y madurando. Claro, nueve años son nueve años… (Risas) Cambia mucho el coco, cambia mucho la perspectiva, el sitio desde donde ves ya las cosas. Las mismas cosas las ves desde sitios diferentes. Y, luego, en términos musicales, lo bueno es que he invertido mucho tiempo en aprender mucha más música. Hace nueve años, ni siquiera sabía tocar ningún instrumento. Me puse loco con la guitarra, necesitaba transmitir con mi música, y no solo con las letras. Necesitaba poder coger un instrumento y tocar. Y, vamos, agradezco muchísimo, hace unos cuantos años, el coger y decir “Venga, aunque me considere ya un poco adulto, ¿por qué no ponerme a tocar un instrumento?”. Y con la voz igual, y con la música también. He dedicado mucho tiempo y yo creo que toda esa evolución, todas las canciones que están en ese álbum y todas las que se han quedado fuera lo guay que tienen es que ya he podido valerme por mí mismo para componer tanto la música como la letra.
P: ¿Es autodidacta o ha tomado clases?
R: Pues… Siempre he tenido una filosofía con todas estas cosas, ya no solo en la música, en todo. Y es que el primer año que quiero algo o que pienso que quiero algo tengo que tener la suficiente fuerza de voluntad para hacerlo de forma autodidacta. Es decir, si agunto un año y no me he rendido, no lo he mandado a la mierda y realmente sí que me interesa eso; después de un año ya cojo y digo “Vale, pues voy a invertir dinero, si es pagar unas clases, o más tiempo”, pero siempre igual: con la voz, cantando, con la guitarra… Siempre el primer año, dos años, soy autodidacta. Luego ya sí que es verdad que he ido a clases para las cosas que he visto que eran importantes. He hecho más de ocho años de clases de canto, ya llevo tres años de clases de guitarra, lenguaje musical… Pero es eso, no me gusta de repente, por un impulso, apuntarme a clases de algo porque es como “Ya, pero si luego en dos meses no quieres, ¿qué estás haciendo?”.
P: Claro. Ya, mirando más hacia el presente, fue avanzando, fue avanzando, pasó por La Voz y llegó a ser finalista del programa. Eso debió de ser un punto de inflexión también. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
R: Pues yo creo que, lo que más ha cambiado, ha sido mi interior. La Voz como que me dio muchísima más seguridad en mí mismo, porque creo que todos tenemos un montón de inseguridades y, como yo empecé en el rap de muy jovencito y poco a poco fui queriendo aprender a cantar, pues yo iba subiendo mis cosas a redes que no estaban muy bien cantadas. Y, como son las redes sociales, que no lo hacen con cariño, iban a machete. Yo como que siempre he tenido en mi cabeza el “No sabes cantar. No cantes”, y que, de repente, llegues a la final de un programa que se trata de cantar, como que refuerza tu autoestima y es como “Bueno, y todos los que decíais que no sabía cantar, ¿qué pasa?”.
P: Ya, es que estamos hablando también de que en el mundo del espectáculo y la música se está muy expuesto a las críticas, tanto constructivas como buenas, como malas… ¿Cómo se encajan ese tipo de mensajes?
R: Yo, la verdad, es que la única fórmula que he encontrado para poder encajarlos es no prestarles atención y no leerlos. Después de la primera vez que salí en La Voz, en las audiciones a ciegas, tuve la mala idea de abrir Twitter porque me dijeron que era tendencia. Entonces dije “Ah, ¿sí? Pues voy a abrir Twitter”. Vi que eso era una quema de brujas, cerré Twitter y no volví a entrar. ¿Por qué? Me llevé un berrinche, obviamente, porque tengo puesto tanto cariño y tanto tiempo peleando por algo que me hace mucha ilusión, que ver que hay gente que no tiene ni idea de todo lo que hay detrás y simplemente comenta lo que le da la gana comentar, y por hacer daño… Yo no soy de piedra, y hacen daño. Así que la única forma que tengo de evitarlo es o no escucharlos o no leerlos.
P: Quería preguntarle también sobre su familia, porque siempre se puede ver a sus hermanos con usted, a su lado. Por ejemplo, siempre se les enfocaba en La Voz. ¿Qué significa para usted esta compañía, este apoyo?
R: Tú piensa que yo soy el hermano pequeño de tres. Entonces, para ellos soy el chiquitín. Por eso estaban ahí, por eso estaban tan eufóricos, porque claro, ellos han vivido conmigo todo este proceso, y para ellos es también un triunfo. Vamos, yo creo que lo viven incluso más que yo. Para mí, tener a mis dos hermanos mayores y ver que se sienten tan orgullosos de mí es increíble. Y no solo mis hermanos, que son los que más llaman la atención, tengo a todos mis amigos, a mi grupo de amigos de siempre, que llevan peleando conmigo y ayudándome con todo lo que han podido toda la vida. Esto ha sido como otro escaloncito más que hemos celebrado todos juntos.
P: Hablando de amigos. También, tanto en la época del rap, de las versiones… Ha ido colaborando con gente que ahora comparte un puesto en la industria musical con usted. ¿Se ha llevado muchos amigos con la música?
R: La verdad es que sí. Si hay una cosa buena, a parte de las canciones y los conciertos, de la música, es que al final acabas compartiendo un amor por la misma cosa. De ahí me he llevado muchas amistades que, por suerte, he visto cómo muchas de ellas ahora tienen un hueco hecho. También, al ser mis amigos, me siento súper orgulloso y me encanta verlos en esa posición. Me encantaría que todos los amigos que he hecho por la música pudiésemos estar en la posición en la que estamos algunos. Y nada, espero seguir haciendo muchos más amigos, la verdad.
P: Es una postura muy bonita, porque el mundo de la música es un mundo muy competitivo. Es una muy buena forma de tomárselo.
R: Yo creo que, al final, no solo la música, todos los mundos son muy competitivos; pero hay que saber realmente contra quién estás compitiendo. Es una frase muy hecha, pero realmente tiene mucho sentido, y es que estás compitiendo contra ti. Que haya otros artistas vendiendo discos o haciendo conciertos no significa que no haya un hueco para ti, significa que tienes que hacerte un hueco. Pero que a uno le vaya bien no significa que a ti te vaya mal, significa que a él le va bien y a ti también te puede ir bien. En vez de envidiar o en vez de querer competir, igual tienes que ver por qué a él le va bien y acercarte y preguntarle y aprender: “¿Qué has hecho tú y por qué piensas que te está yendo bien? Y, viéndome a mí, ¿por qué piensas que a lo mejor no me va a ir igual de bien?”. Y pararse a aprender de los demás.
P: Y ya, para cerrar la historia que estábamos montando, voy a hacerle una última pregunta. Usted ha dicho que escribe siempre sus propias canciones. ¿En qué se inspira a la hora de componer?
R: Pues yo siempre me inspiro en emociones, en sentimientos que vivo yo, que me pasan a mí o que le pasan a gente muy cercana, a la que quiero, y las vivo y las siento como si me estuvieran pasando a mí. Tengo esa sinceridad siempre en mis letras, ya desde que escribía cuando tenía doce años y escribía rap lo hacía, y que sigo teniendo, aunque ya desde una posición bastante más madura… Siempre intento escribir sobre cosas que yo he sentido en mis carnes, porque creo que es la manera más directa de poder llegar a alguien.
P: Y de sentir lo que se está cantando.
R: Por supuesto, de sentir lo que yo estoy cantando. Pero es que si no…
P: Bueno, yo, por mi parte, ya he acabado; pero, como ya ha visto, hemos dejado una foto en Instagram para que sus seguidores y seguidoras nos dejaran preguntas para usted. Clau.bgb nos pregunta a qué canción de su disco le tiene más cariño y, de paso, dice que es genial.
R: (Risas) Bueno, muchas gracias, Claudia. Pues, obviamente, son diez hijos y es muy feo elegir uno. Pero sí que, de alguna manera, tengo un especial cariño a una canción del disco que se llama “Imbécil”, porque esa canción no iba a estar en el disco. Cuando ya estábamos en el estudio de grabación, teníamos las 10 canciones elegidas, solo quedaba que grabara mis voces, ya estaban los arreglos musicales, ya estaba todo… Yo estaba con una canción que no me convencía del todo, pero no me atrevía a decir nada, porque era un “Bueno, igual es que tengo que esperar a que cale un poco”, como estoy acostumbrado a escuchar solo guitarra y voz… Y al final les dije a los productores “Yo no lo veo, yo esta canción no la veo, y es que no quiero sacar un disco en el que tenga una espinita de una canción”. Le intentamos dar unas vueltas y no me convencía, no me convencía. Entonces me dijeron “Bueno, Curri, tú estás siempre componiendo; nos dices que tienes un huevo de canciones, ¿por qué no descartamos esta y pensamos en otra de las que tengas?”. Y yo, una semana antes de ir a Barcelona, había escrito una canción nueva, pero la había escrito con esa penita de decir “Joer, escribir una canción y saber que hasta dentro de mínimo dos años no se va a publicar… Qué rabia, con lo que estoy sintiendo ahora este momento”. Y claro, de repente vi la oportunidad, les enseñé ese tema, les encantó a los productores y me dijeron “Tío, es un tema muy sentido, ¿por qué no hacemos una cosa? Todo el disco está muy producido, muy arreglado, con mucha potencia, ¿por qué no hacemos algo diferente? Entonces, hicimos de esa canción una balada que es piano de cola, chelo y voz. Nada más. O sea, no hay nada más. Y es que es un puñal que te atraviesa. “Imbécil”. Yo creo que por esa historia, como que se metiera en el descuento, le tengo especial cariño.
P: Es que hacer el cribado para ver qué canciones entran y qué no debe de ser complicado.
R: Sí, es muy complicado. Además, yo soy un enfermo de escribir y prácticamente todas las semanas escribo un tema nuevo. Tengo unas 30 o 40 canciones que se han quedado fuera, además de las diez que hay en el álbum, y es una rueda que no para. Siempre estoy escribiendo canciones nuevas y, entonces, a la hora de elegir es complicadillo.
P: Me imagino… Ahora, psi.loag nos ha dejado una batería de preguntas, pero una de ellas me ha parecido muy interesante. Dijo que todas las canciones tenían relación entre sí; pero, como algunas ya ha dicho que son más movidas, otras más lentas… Pregunta cuál es el hilo conductor de las diez.
R: Pues el único hilo conductor que tienen las diez es que soy yo. Es decir, es que es algo que, cuando las vas escuchando, vas entrando en cada mundo de cada canción, porque la forma en la que he construido las letras, las melodías, cómo hemos arreglado todos los temas… De alguna forma es como si fuera una banda sonora. Tú, cuando escuchas la banda sonora de alguna película, si escuchas las canciones sueltas, no tiene nada que ver una cosa con la otra; pero, de repente, las escuchas todas seguidas, cierras los ojos y es como si estuvieras viviendo toda una historia, que va continuada. Realmente, lo único que tienen de hilo conductor son mi voz, mis letras, mis melodías… Entonces, cuando lo escuchas todo junto, entiendes todas las historias, todo lo que me ha ido pasando. Y yo creo que eso es lo que va a hacer que la gente se sienta identificada, porque muchas de las historias que cuento son cosas que, o has vivido tú casi seguro, o has vivido muy de cerca, con un amigo.
P: Y, a la hora de escoger el orden de las canciones… ¿Cómo se hace?
R: Realmente, escoger el orden, para mí, es una locura, porque me pegué un mes entero descolocándolas, pensando “Así, así tienen que ir” y, de repente, “No, no, no, el tema ocho tiene que ir el cuatro”. Y como que es una locura que luego, realmente, no es para tanto. Quiero decir, sí que tiene algo que ver, pero luego… Ya, en los tiempos que estamos, hay dos tipos de consumidores de música, que son: el que escucha un tema y ya, que es el que está en la playlist, el que está en la radio y tal; y al que le gusta un artista y se escucha el álbum. Porque gente que escuche dos o tres temas del álbum y luego lo deje yo creo que habrá, pero menos. Muchas veces, cuanto mejor es la canción, intentamos ponerla antes, y para mí no es así. Para mí es: ¿qué sentido tiene que una canción vaya antes que otra? Que al final tenga sentido si te escuchas de principio a fin todo el álbum. Y, por ejemplo, en este caso, mi primera canción, “Todo y nada más”, es una declaración de intenciones, es una canción en que digo “Oye, ya vale de estar siempre escuchando lo que dicen los demás, ¿por qué no empiezo a pensar en lo que quiero yo? Voy a hacer lo que me dé la gana, como cuando era un niño pequeño y hacía lo que me daba la gana”. Y la última canción es una canción que les dedico a mis amigos, “Tus Cinco Sentidos”, dejándoles claro que me van a tener para todo lo que quieran, porque muchas veces se le escribe al amor de pareja, pero yo creo que muy pocas veces paramos a dar las gracias a los amigos, a la familia, a la gente que tenemos al lado… Y, para mí, es lo más importante porque, si no fuera por ellos, yo hoy no estaría aquí.