Que la continuación de "Train to Busan" haya decidido tener en España solamente el título de "Península" no es casualidad y es que cualquier intento de desmarcar a la primera película de esta segunda es bueno. Pensar que "Península" pertenece al mismo universo cinematográfico que "Train to Busan" y que está dirigida por Yeon Sang-ho hace que destruya, en cierto modo, ese buen sabor de boca que nos dejó el filme de 2016.

"Península" se sitúa cuatro años después del brote de zombies que surgió en Corea. Un ex soldado que logró escapar de Corea se ve obligado a regresar con una misión secreta y, cuando vuelve, encuentra a un grupo de personas que han logrado sobrevivir en mitad de ese apocalipsis de muertos vivientes.

Si no existiese "Train to Busan", podríamos decir que "Península" es una cinta aceptable, entretenida y que satisfará a todos aquellos que aún siguen viendo "The Walking Dead". Sin embargo, teniendo como referencia la película estrenada en 2016 y que el mismo Sang-ho dirigió, "Península" es todo un error se mire por donde se mire, sustituyendo la historia emotiva y humana de dolor y redención por un simple espectáculo violento y de persecuciones, sin ningún trasfondo más.

La falta de complejidad de "Península" es muy frustrante. Aunque es innegable la impresionante factura de sus escenas de acción, no consigue ni el 20% de potencia y cohesión dramática de "Train to Busan". Como si de un videojuego de aniquilar zombies se tratase, esta segunda parte supone una gran decepción para los fans de la primera y ensucia un género que ha luchado muchos años por tratar de ser limpiado.

Valoración: 2/5

Lo mejor: Sus escenas de acción están perfectamente rodadas

Lo peor: Que fulmine toda la carga dramática de la primera entrega y se centre solamente en ofrecer escenas violentas