Pat Aguiló es una actriz mallorquina licenciada en arte dramático por el Institut del Teatre de Barcelona. Mejor conocida por sus apariciones episódicas en series como “LQSA”, “Centro Médico”, entre otras. En los últimos años se ve involucrada en producciones como “30 monedas” de Álex de la Iglesia, y posteriormente en su próxima película, “El cuarto pasajero”. A la vez, el pasado marzo se estrenaba “Kellys” una obra de Rafael Gallego dirigida por Sergi Belbel.
P: ¿Cómo es combinar ambas obras: por una parte, el rodaje de “El cuarto pasajero”, y por otra la producción de “Kellys”?
R: Ha sido un poco una locura porque tuvimos estos problemas con el covid entonces hubo un parón con la película se tuvo que retrasar unos días, y me pilló a horas de distancia del estreno de la obra con un rodaje en la península. Pero todo el mundo puso mucho de su parte y lo agradezco muchísimo. Y aparte que pasamos un poco de nervios, todo fue muy bien.
P: ¿Cómo Remedios en “30 monedas” conecta con un papel en “El cuarto pasajero”?
R: Me gustaría pensar que hay algo de potencia en la mirada que a Álex le gustó en algún momento. Los dos son personajes breves, pero muy contundentes, asertivos. Y creo que eso tienen en común.
P: ¿Si no hubiera sido actriz que ocupación hubiera desarrollado?
R: Bueno yo soy dos cosas, actriz y traductora. Es algo que ya combino, trabajo en las dos cosas. Suelo trabajar con inglés, catalán, castellano, italiano, y estoy intentando aprender francés, pero creo que ya llego tarde.
P: ¿Qué nos puede contar sobre “Kellys”? ¿Qué mensaje desprendería de la obra?
R: “Kellys” es un proyecto maravilloso que me gustaría que saliera de la isla. Porque el colectivo de las kellys es muy presente en las islas, Baleares y Canarias, eminentemente turísticos. Pero creo que es un colectivo muy fuerte en el país, nuestro país se ha visto golpeado por esta pandemia porque nos hemos encontrado que vivíamos del turismo. Y de repente estamos hablando de un colectivo que ahora está en movimiento el SOS turismo, y cuando se habla del SOS turismo parece que hablamos de los bares que no pueden abrir, de los hoteles cerrados, pero parece que nos olvidemos que había un colectivo en la base de todo esto que ya pedía auxilio: estaban diciendo tenemos unas condiciones de trabajo terribles y pidiendo auxilio antes de que llegara todo esto, pues imagínate como están ahora. Y creo que eso está muy bien, sacar eso y pasearlo por todo el Estado, son personajes con los que todos los que estamos en la clase media baja nos podemos identificar muchísimo.
P: ¿Con qué personaje se tomaría un café?
R: Con muchos, me cuesta diferenciar si me gustaría tomar un café con el determinado actor/actriz o el personaje. Pero con alguien de una serie de leyes, porque me parecen personajes súper bien construidos, con mucha ironía.
P: ¿Podría contarnos algún reto con el que haya tenido que enfrentarse a lo largo de su carrera?
R: Para mí el reto de “Kellys” en este momento era importante, es un personaje que cuando entra es todo energía y en un momento dado tiene que bailar. Y yo soy poco de bailar, se me da muy mal, me costó quitarme la vergüencita.
P: ¿Tiene alguna manía antes de empezar a rodar?
R: Creo que no, no lo tacharía de manía. Me abstraigo conmigo, respiro hondo, y probablemente repaso las líneas en mi cabeza.
P: ¿Cómo ha sido trabajar como Álex de la Iglesia, desde su papel de charcutera, Remedios a su rol más reciente en su próximo proyecto?
R: Con Álex de la Iglesia es una maravilla trabajar a todos niveles. De entrada, es un señor que admiro muchísimo, porque tiene una cultura, un saber hacer, un todo, que es una maravilla trabajar con él. Luego hay otra cosa, suele repetir equipo, con lo cual yo llegué y conocía a la mitad del equipo técnico, hace que te sientas como en casa. Y luego, es muy divertido, las historias que hace son muy divertidas. Y he tenido muchísima suerte en ambos proyectos, son papeles breves, pero va y me toca con el/la crack. Son personajes pequeñitos a la medida de mi carrera, que voy dando pasitos, pero me ponen monstruos al lado que es una maravilla.
P: ¿Y en qué tipo de obra le gustaría verse involucrada en un futuro?
R: Me gustaría mucho trabajar en cualquier proyecto audiovisual que fuera muy físico, porque ya he dicho tengo mis complejos, y me llama mucho la atención todo lo que es intentar interpretar con cosas que no están ahí. Como los efectos especiales.
P: ¿Cómo afronta la sensación de vacío que te deja cuando termina un proyecto, la sensación de terminar?
R: Lo llevo muy mal, antes traducía la mayor parte de mi tiempo, pero cuidaba casas en el extranjero. Ahora acabo de ensayar, y se me acaba la vida. Entonces voy al gimnasio, voy a pasear, pero está muy complicado. Con los compañeros lo comentábamos, nos ha faltado mucho el bar de después del ensayo en el que comentamos, hablamos del personaje, nos hacíamos compañía… no lo hemos tenido y se ha echado un poco en falta.
P: ¿Qué pregunta le hubiera gustado que le hiciesen y cómo respondería?
R: Me gustaría poder reivindicar un poco el hecho, va a sonar un poco raro. Observo la vida real, y veo muchísimas tipologías de gente. Sin embargo, cuando veo la gran cantidad de audiovisual que se hace con tanta plataforma, te das cuenta de que hay unos estereotipos físicos muy bestias. Tenemos unas madres de adolescentes que son una monada, parecen la hermana mayor. Yo pienso, tengo 49 años, no tengo hijos, pero probablemente podría tener un hijo de 15 y veo a las que ponen de madres, digo, pero podría ser la hermana. Entonces me gustaría que se romperían esos estereotipos porque en la vida real hay mucha más variedad de la que ponemos.