La animación, probablemente uno de los géneros más infravalorados por el público, es el que más calidad tiene. Nos ha regalado auténticas joyas, nos ha hecho emocionar y nos ha demostrado que el cine no es siempre cosas de niños. Siempre es buen momento para repasar nuestras películas de animación favoritas. ¿Estás de acuerdo con nosotros?
“Shrek” (2001)
Pese al claro desgaste de la saga, lo cierto es que la primera entrega de "Shrek" fue bastante divertida y original, dando una vuelta de tuerca a las típicas historias de cuentos de hadas. Una mezcla muy ingeniosa que no funcionó igual de bien en las siguientes partes.
“La vida de Calabacín” (2016)
Este es el claro ejemplo de que la animación no solo es cosa para niños. Una historia muy triste, dura y lacrimógena para disfrutar, con una estética que le pega perfectamente al film. Muy recomendable, pero no para ver con niños por lo traumático que es todo lo que relata.
“Toy Story 3” (2010)
Nunca terceras partes fueron tan buenas. Lo cierto es que "Toy Story 3" es la mejor cinta de la saga, y de lejos. Una historia compleja, llena de giros inesperados y muy agobiantes. Una auténtica delicia en la que te emocionarás y llorarás como nunca antes lo habías hecho con estos juguetes. Con la despedida de Andy, las lágrimas están más que garantizadas.
“Up” (2009)
Solo por sus primeros cinco minutos, este largometraje de Pixar ya forma parte de la historia del cine. Emoción en estado puro, una historia que no pierde el interés en ningún momento y una resolución perfecta. Cada vez que uno la ve, no puede evitar emocionarse con una de sus primeras escenas, esa forma de relatar la vida de la pareja con una música que le viene como anillo al dedo.
“Los Increíbles” (2004)
Pues sí, otra de Pixar más a la lista. Es innegable que esta compañía de animación tiene mucha más calidad de los demás y, con "Los Increíbles" lo demostró. No es una historia de superhéroes convencional. Trata temas complejos, como el pasar de ser un héroe a tener que ser un ciudadano de a pie o los problemas que se dan en una familia cotidiana. Además, cuenta con una secundaria de lujo: Edna Moda, sin duda uno de los mejores personajes que nos ha brindado el cine animado. Su secuela no logra estar al mismo nivel que la original, aunque no se queda muy atrás al ofrecer las mismas dosis de diversión.