Antes de su emisión en Antena 3, la plataforma Atresplayer Premium ofrecía la temporada al completo para los suscriptores. Una ficción que parecía tan real como el año que estamos viviendo. 

La lucha de clases nos ha acompañado desde el primer hasta el último capítulo, con victoria final para el pueblo. Los niños han sido los otros imprescindibles, ya que eran las marionetas de las grandes esferas. ¿Son los niños los grandes títeres de esta pandemia, no de manera idéntica, pero sí en el campo de la educación?

El amor, el principal protagonista, ha sido mostrado en muchas vertientes diferentes. Desde los padres a sus hijos, entre los jóvenes de distintas clases y, los que perduran con los años. 

El virus era el principal problema en la serie y, gracias a algunos niños podían conseguir la cura en los infectados. Los privilegiados eran los ricos, que tenía secuestrados a “los especiales”. 

El final ha dado un giro inesperado de 180º. Después de que el ministro se revelará y diese un golpe en la mesa, pasándose al bando de las clases más pobre, era buscado por la policía, la gran aliada del presidente y de la mujer del ministro. Con la muerte del presidente, todos los niños volvieron con sus padres, tras años de separación y la familia de Emilia (Ángela Molina) volvió a la normalidad, después de reencontrarse con su pequeña Marta (Laura Quiros). 

Un bonito resumen como desenlace, el que hace Emilia a su marido, que por fin tiene dónde llorarle y llevarle flores. Muchas incógnitas son las que se quedan en el aire y, sobre todo tras ver a Alma como presidenta. ¿Veremos un romance entre Julia (Olivia Molina) y Hugo (Unax Ugalde) en la segunda temporada? Por el momento, toca esperar.