"El camino que no me llevó a Roma" es el segundo álbum de estudio que lanza Bely Basarte, un álbum que como la propia artista ha explicado: "Contiene algunas de las canciones más personales y crudas que he escrito nunca." Un total de once canciones en las que la artista de forma personal va contando su proceso en busca de un nuevo yo, de recomponerse tras una ruptura amorosa: "Tenía que dejar atrás la etapa más feliz y al mismo tiempo dolorosa que había vivido", así es como la joven explicaba en una carta a todos sus seguidores.
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En este disco se escucha a una Bely renovada en cuanto a los sonidos, mucho más duros, reflejo del cambio personal que quería plasmar en este álbum: "En el terreno musical me apetecía endurecer mi sonido, experimentar con él. No quería repetir fórmulas anteriores: estaba en un momento de cambio, y la música tenía que sentirse también así…", ha explicado la artista. Y para este cambio de sonidos, Bely ha contado con la ayuda de Garabatto, uno de los productores más reconocidos de nuestro país.
Un desahogo en forma de canciones es lo que ha hecho Bely en este disco, donde ninguno de los temas deja indiferente, y eso es debido a la verdad de estas, a que las historias que se cuentan en ellas son vivencias que cualquier persona puede haber experimentado, y es que al final eso es de lo que trata la música, de hacer sentir. Una montaña rusa de emociones es lo que se experimenta con las canciones, unos sentimientos que van desde el amor, la alegría hasta la tristeza, la angustia y miedos, que Bely logra con las esas letras llenas de tanta verdad.