Reinventarse es lo que ha tenido que hacer este año el sector de la música, festivales y demás actos culturales. Tras el COVID-19 el sector de la cultura está siendo el más castigado con las cancelaciones de conciertos, festivales, recitales, y es por ello, por lo que este verano los promotores de festivales han tenido que adaptarse a la nueva normalidad, naciendo así numerosos festivales en los que se cumplen todas las medidas impuestas por el gobierno para estos eventos.
Y es entre estos festivales, surgió el Cabaret Festival, un ciclo de conciertos durante los meses de julio, agosto y septiembre a lo largo de toda la geografía española, incluso siendo de los pocos festivales que han ofrecido conciertos en las Islas Canarias.
Este festival ha conseguido convertirse en el más importante del verano, más de 200 conciertos en más de 20 ciudades diferentes con los artistas más importantes de nuestro panorama musical. Su concepto evoca a las salas de la capital francesa de finales del siglo XIX. Han conseguido adaptar los grandes recintos donde se celebran los espectáculos a esos ambientes bohemios que había en esas salas.
Una de las ciudades elegidas para disfrutar del festival es Córdoba, en un recinto mágico como es el donde se podrá disfrutar los días 31 de agosto y 1 de septiembre de dos conciertos únicos de Pablo López y Antonio José con sus giras de verano en formato acústico e íntimo. Y, como en todos los conciertos, la mascarilla, la distancia social, el gel hidroalcohólico y la toma de temperatura a todos los asistentes son las medidas que se llevan a cabo en los recintos, demostrando que la cultura y los conciertos son seguros.
