The New Raemon es el segundo proyecto musical de Ramón Rodríguez, el primero en solitario. Con él ha publicado doce discos de estudio entre los que destacan Lluvia y Truenos y Una Canción de Cuna Entre Tempestades. Rodríguez se ha dedicado a otras ramas del mundo de la música y del arte, ha producido a artistas como Dani Llamas y Maria Rodés y ha publicado dos tebeos. Hablamos con él sobre su nuevo sencillo, El Árbol de la Vida y la publicación de su próximo álbum Coplas del Andar Torcido

Pregunta: ¿Después de tantos años en la industria sigues sintiendo nervios antes del lanzamiento de un nuevo single? ¿De un nuevo disco?

Con los lanzamientos ya no, pero si me pongo más nervioso antes de salir al escenario, necesito más tiempo antes de salir al escenario y después del concierto necesito estar solo media hora, algo que antes no me pasaba. Necesito prepararme y después recuperar esa energía. Con la edad te vas dando cuenta que toda esa energía, es mucha energía que tienes dentro y que estás proyectando. Necesito estar preparándome incluso muchas horas antes. Cuando vamos en furgoneta, conduzco yo. Conducir a mí me relaja y eso hace que esté muy concentrado en la carretera y no tenga que estar detrás con la banda jaleando más y cansando la voz. Son cositas así, los lanzamientosya no, porque ya estoy muy seguro de lo que voy a publicar, sobre todo  cuando llevas tanto tiempo preparándolo.

P: Coplas del Andar torcido se publica el próximo 24 de abril. Todas las canciones siguen la misma temática a nivel lírico y melódico, ¿Debemos entenderlo como un disco conceptual?

Yo soy un poco antiguo con eso, y siempre intento que todos los discos sean así, que tengan una narrativa. Que tengan una secuencia, como si estuvieras leyendo un poemario.

P: ¿El concepto se puede extender más allá del disco, en videoclips, conciertos,…?

No lo sé, la música tiene un punto muy abstracto, tú lo puedes extender como quieras. No es la misma imagen la que tengo en la cabeza cuando estoy creando esa pieza, que lo que tú recibas. Lo que tú recibas va a ser algo que tú vas a relacionar con tu propia experiencia y se convierte en otra idea, que eso también es lo hermoso. Los conciertos son otro tema; lo que es que nosotros tampoco somos muy teatrales, ni hay pirotecnia, no todo esto que se pone la gente ahora para vender las entradas más caras. Nosotros somos unos señores que tocan unas canciones y que intentamos tocarlas con alma. De hecho, lo que venimos haciendo los últimos años es no ensayar, es un poco loco. También es verdad que con la banda llevamos desde el 2015 juntos, desde antes de sacar rompehielos, y hay mucha química y se entienden muy bien. Lo que nos pasa es que cuando tocas con gente que tiene tanta química y que son tan buenos, cuando ensayas demasiado sale todo perfecto. Yo prefiero tener esos nervios, que también son buenos, porque pueden hacer que el concierto sea mejor. Si no lo preparas mucho, pasa algo en el escenario y ese algo que pasan la gente las percibe. Si todo esta tan milimetrado, no se da. A mí me gusta más que pasen cosas con las canciones y que el público se dé cuenta. Lo entiendo como si estuviésemos en una batalla o intentando cazar a Mobydick en un concierto, para que el concierto se vaya levitando de una forma bonita y que termine arriba del todo, pero sin tener que preparar el show tanto.

P: ¿Por qué escoges El Árbol de la Vida como cuarto single? Tiene algún tipo de relación con Días de Rachas Grises

La escogí porque el sello, en estos mundos modernos, me dijo, lo mejor es que vayamos lanzando canciones antes de sacar el disco. De donde vengo yo estrenábamos una o dos y el disco ya estaba fuera, o el disco ya estaba fuera y a lo mejor salía un single. Como había tantas por escoger pensé, pues escoged las que vosotros queráis y yo voy a escoger la que me gusté. A mí esta canción me gusta, dura seis minutos y me parece que es la canción más bonita del disco. Podemos darle difusión a esta canción, de más importancia de lo normal, para que la gente la pueda escuchar, que escuche un tema distinto, me parecía interesante.

Dices que este nuevo tema es del que más orgulloso estás de haber escrito, ¿Qué es lo que le hace destacar entre toda tu discografía?

Creo que todos lo tienen, porque yo lo que vengo persiguiendo es conseguir  como una poética personal, una forma de explicar las canciones de una forma más poética sin caer en lo "verborreico", sin caer en las metáforas absurdas. Me considero un letrista mucho más clásico, en ese sentido. Lo que intento es buscar la belleza de cualquier situación, aunque sea un conflicto o algo desagradable. Me gusta la canción porque habla de ideas mucho más universales, porque está hablando de la vida, de la muerte, de nosotros como seres en este entorno. La situación en la que estamos ahora también nos da que pensar en esto y es algo que no pensamos cada día y no se nos prepara. Es un tabú poner ciertos temas encima de la mesa y  pensé, porque no podemos poner esto en una canción, si se ha hecho toda la vida en la poesía y en las canciones, pero en los últimos años tan solo se habla de chorradas, de temas que no sirven para nada; como yo escucho música, no la consumo, lo que me debo es a escribir una canción que le cuente algo a alguien, de una forma incluso más espiritual. No todo debe ser consumir música para pasárselo bien, salir y bailar, que está muy bien pero también hay música para escucharla, para meditar, de una forma más espiritual.

La promoción es fundamental en la vida de un artista, ¿Cómo vives este lanzamiento en tiempos de confinamiento?

Estoy intentando no promocionarme porque me parece horrible. El disco iba a salir el 24 de abril y al final lo hemos movido de fecha, saldrá en mayo o cuando tenga que salir. No me siento importante. Recibo llamadas, propuestas, para explicar cómo estoy viviendo esto y no tiene ningún interés. Prefiero ser prudente y esperar a ver cómo evoluciona todo esto y a lo mejor lo cuento un día en un tebeo.

P: Muchos servicios se han reinventado a contracorriente debido al virus, ¿el mundo de la música también? ¿Estás descubriendo nuevas formas de interactuar con el público y los medios?

No, para nada. Yo creo que ahora mismo está todo en standby por la situación, pero no se ha reinventado nada. La gente hace “conciertos” en Instagram, y es algo que me parece que devalúa la propia actuación en directo. Yo solo hice un par de videos para el Festival Vida, porque tengo que tocar ahí. Yo cuando quiero tocar, toco en mi casa y cuando quiero dar un concierto, organizo un concierto, ahora la situación no lo permite, pero tarde o temprano se volverán a dar, no pasa nada. Pero que cada uno haga lo que quiera.

P: ¿Crees que el confinamiento va afectar de forma positiva o negativa a los datos de venta que hagan tanto el single, como el disco más adelante?

No lo sé y tampoco me importa, la verdad. La gente que lo quiera escuchar, lo tiene ahí para escucharlo y ahora mismo me da igual. El disco ya está hecho y yo me lo paso muy bien haciendo los discos. Ahí estará el disco para quién lo quiera escuchar.

P: En los últimos años la venta física ha ido decayendo, ¿la crisis del corona virus puede suponer la estocada final?

No lo sé, no soy un gran estadista para prever eso. Pienso que siempre va a haber gente que disfrute comprando libros, discos, películas,… Teniendo el objeto, porque siempre tendrán un extra. Por ejemplo, cuando se compraba vinilos, se aprendía mucho mientras los escuchabas, había la carpeta con las letras, la información sobre donde se había grabado el disco, quién lo había producido, en que estudio, quién había escrito la canción,… que son una serie de cuestiones que en la última década se han diluido. Todavía hay gente que piensa que Te debo un baile es una canción que he escrito yo, y eso no es así, no pasa nada, no tienen el disco, no pueden ver esa información. Siempre habrá gente que tenga más curiosidad, esta gente es la que todavía compra discos y los seguirá comprando mientras se puedan comprar. Otro punto es que dejen de fabricarse.

P: En otros trabajos has colaborado con Zahara, Rocío Márquez,… ¿Podremos esperar alguna colaboración en este álbum, más allá de los coros de Anni B Sweet?

En principio Días de Rachas Grises había de cantarla con Rocío Márquez, pero ella estuvo enferma y coincidió con esas fechas. Anni B Sweet me escribió comentando que le había gustado mucho una canción del anterior disco y decidí invitarla a cantar algo porque me apetecía que hubiese coros femeninos en el disco; que es algo que he hecho en muchos discos para darle otro color. Normalmente siempre canto yo y me hago yo los coros, y al final para mí es un poco aburrido. Con Anni ha sido muy divertido, me mando millones de pistas para cada canción, quizás habían diez propuestas vocales distintas para cada canción. Ella me dijo que no hacía falta que lo escuchase todo, pero yo quise escucharlo todo por no perderme nada. Todo lo que me envió me gustó y las canciones hubiesen sido muy distintas dependiendo de las distintas propuestas de Anni.

Dices que tu próximo disco, Coplas del Andar Torcido, es “tirar hacia adelante aunque sea trastabillando”, ¿en estos tiempos, crees que es posible tirar hacia delante? ¿Cómo lo haces tú?

Yo creo que es buscar una fuerza interior que siempre está ahí. Cuando eres un niño es cuando eres más puro, mucho más inteligente y abierto a captar todas estas emociones. Pero cuando vas a la escuela, por desgracia, no te enseñan a tener una educación emocional. Es entender que tú eres el motor emocional de tu vida, solo tú. Tú decides lo que te sucede, lo bueno e incluso lo malo, aunque no seas tú el culpable directo de ese infortunio. Cuando entiendes esto no tienes otra opción que la de seguir adelante, porque eres tú el que genera. Yo llevo muchos años dedicándome a la música, una vez decidí apostar por esto haciendo lo que me gusta, y ha sido un camino complicado, porque si no terminas de adaptarte a las convenciones de ese sistema es más difícil seguir adelante porque no tienes un camino tan amable al que tendrías si estuviese dispuesto a sacrificar ciertos aspectos de tu arte. Aunque eso también curte mucho. Al final estas situaciones no dejan de ser como un videojuego, tienes que pasar la pantalla y seguir. Todo depende de la gravedad que tú le des. Lo importante, aunque sea un tópico, es tener amor en tu vida y quererte a ti y poder darle a los demás.

P: ¿Puede que estos nuevos temas tengan un efecto terapéutico en tu público?

Yo creo que si es gente que acostumbre a seguirme, que abrazan las canciones, que les gustan, que les da igual de que época son y que entienden el viaje que estoy haciendo no sé cómo las recibirán. Lo que he hecho en los últimos dos discos ha sido darle más humanidad a las canciones, aunque estés hablando de temas densos, hay una parte humana que es fuerte, pesada. Me esfuerzo mucho en que las letras digan algo, aunque a veces sean crípticas o se lea entre líneas. Me gusta el juego de que cuando lo recibe la gente lo aplican a su propia experiencia y eso suma. A veces entienden algo distinto y a veces es incluso mejor que la idea que tenía en la cabeza.