Fue Suiza quien ganó por primera vez el Festival, en aquel 1956 con Lys Assia y su Refrain. Fue Suiza quien catapultó a Céline Dion a la fama, ganando en 1988 con Ne partez pas sans moi. Pero también fue Suiza quien quedó en último puesto en 1998, el año de Dana International, y en 2011, el año de Ell y Nikki. Es Suiza quién no se clasificaba desde el 2014, y en el 2019 consiguió un cuarto puesto, con She got me de Lucca Hanni.
Y es también esa Suiza de altos y bajos, esa montaña rusa de centro Europa, quien este año ha elegido, internamente, a Gjon’s Tears para seguir la estela de Lucca. Ese es el nombre artístico de Gjon Muharremaj, un joven de 21 años procedente de la zona germanoparlante de Suiza, aunque con ascendencia kosovar y albana.
Su trayectoria musical comenzó a los doce, al participar en la versión albana de Got Talent, gracias a que su abuelo lo apuntó, alegando que tenía un talento innato para la música. El chico siguió participando en más formatos, como en el propio Got Talent suizo o en la edición francesa de La Voz. Ahora está muy emocionado por involucrarse en Eurovisión, viéndolo como la mayor oportunidad de su vida.
El tema que ha escogido para representar a Suiza se titula Répondez-moi, (compuesto tanto por él como por grandes referentes del cantante, como el dúo Aliose y Jeroen Swinnen, el compositor de Me and my guitar, el tema belga de 2010), y esta será la primera vez desde ese mismo año que Suiza decide llevar un tema en francés.
El tema es una balada con una gran importancia instrumental, que consigue captar el sentimentalismo que desea el artista, que en la letra de la canción expresa una queja sobre la vida y su finalidad.
Representará a Suiza en la segunda semifinal, el 14 de mayo.
