La mujer de la década. Así podríamos definir en pocas palabras a Taylor Swift. La chica que comenzó en el country se ha hecho con toda la industria musical. Echando la vista atrás, vemos a esa joven que cantaba sobre el amor, el desengaño, y la ilusión por la vida. Esa chica, ahora es toda una mujer que habla de los sentimientos más profundos, las experiencias más crudas de la vida y que sobretodo, recalca sus derechos como mujer, expresando realidades.
Y es que, si hacemos un recorrido por toda su carrera, la artista siempre se ha mantenido a la sombra en cuanto al ámbito político y social se refiere, para que esto no perjudicase a su carrera. Sin embargo, esta prudencia le costó varias críticas por parte de los medios y de los colectivos por no pronunciarse en primeras filas.
Hemos tenido que esperar siete discos para ver el lado más político y reivindicativo de la artista con el tema “The man”. Dentro de la línea narrativa de “Lover”, es una de las canciones que más se sale del concepto que recoge este álbum, que es una expresión de amor en todas sus variables. A pesar de todo, es una canción que coordina muy bien con el momento que está viviendo la cantante en su carrera. Os ponemos en contexto: Scooter Braun compró hace poco la discográfica donde Taylor grabó sus seis primeros discos quitándole todos sus derechos sobre ellos, posteriormente de haberse pasado años haciéndole ciberbullying.
En resumen, “The man”, es una crítica a ese patriarcado presente en todos los ámbitos, incluida la industria musical y cómo existe una masculinidad tóxica donde ciertos comportamientos o acciones son perdonados a los hombres, pero si los hace una mujer, se les cancela directamente. Simplemente intenta que abramos los ojos para darnos cuenta de la situación que muchas mujeres sufren, por el simple hecho de ser mujeres.
Analizando la canción, podemos comprobar como muestra ciertos momentos o situaciones donde se diferencia a los hombres de las mujeres. Esto es algo que Taylor lleva muchos años divulgando y es que si una mujer se muestra en un rol de líder, probablemente sea juzgada, mientras que a un hombre se le alaba. También cuestiona el hecho de que a los hombres se les felicita por acciones mundanas, que se suponen que son básicas, pero que si las hace una mujer, está normalizado, no se tiene en cuenta.
Habla de todo ese vocabulario que diferencia a hombres y mujeres, con notas peyorativas para las segundas. Esto es algo que siempre ha manifestado la cantante, pues siempre se le ha juzgado por cantar sobre sus desastres amorosos y sentimientos, cuando otros cantantes lo han hecho y han sido felicitados por ello.
Hemos encontrado dos “huevos de pascua” en el vídeoclip, que deben de ser mencionados, como es la escenificación donde se hace una crítica al Lobo de Wall Street que es considerada una oda a esa masculinidad tóxica. Hace ver que ese es el prototipo de hombre poderoso a los que todos admiran, pero que no es el mejor ejemplo a seguir. Y por último, otro detalle, es la escena de la estación de metro, donde aparece una placa de “prohibido aparcar patinetes” o “scooter” como referencia a Scooter Braun, el que le ha quitado todos los derechos sobre sus discos. Otra característica de la cantante es que sus videoclips están llenos de mensajes subliminales hacia sus “enemigos” o que hacen referencia a su situación actual.
Todo esto aparece desarrollado en el documental que salió a la luz el 31 de enero, “Miss Americana” donde se explaya sobre toda la presión mediática y social a la que se ha visto sometida desde que entró a la industria musical, y de cómo la fama y sobre todo, el lado oscuro de la fama y todas las circunstancias por las que ha pasado, han hecho que su integridad como persona y como profesional se vieran perjudicadas. Es el ejemplo de cómo un día estás en lo más alto, y al siguiente en lo más bajo y como cuesta salir del pozo.
Sin embargo, a pesar de esta precaria situación, Taylor Swift ha encontrado la estabilidad de la mano de Lucian Grainge y Universal Music con la intención de seguir dedicándose a su pasión de forma libre, sin límites de ningún tipo.
Taylor Swift es el ejemplo para muchas otras cantantes que se han visto en situaciones similares, para generaciones futuras, para que no nos crucemos de brazos y ser conscientes de que este sistema que nos oprime a muchas es finito y que cada pequeña acción es capaz de acelerar el cambio. Demuestra que por muchos problemas que tengamos, encontraremos la manera de hacerles frente.
Gracias, Taylor, por ser inspiración para todas, y demostrar que no hace falta ser “el hombre” para llegar lejos.