Lágrimas, risas, vitoreos y un sin fin de emociones son las que se concentraron la pasada noche en el concierto de Julia Medina. Operación Triunfo ha creado a artistas de gran nivel en el panorama musical español y eso algo indudable.
La Sala Custom (Sevilla) no es la primera vez que acoge a un artista que cuelga el cartel de sold out pero que lo haya conseguido la artista gaditano en su primer concierto en la capital hispalense dicta mucho de la de masas que está moviendo en tan poco tiempo.
Desde bien temprano, los fans de Julia se agolparon en la puerta de la sala de conciertos esperando ser los primeros en entrar y poder disfrutar en primera fila. Son muchos los que decidieron conocerla y con su cariño y simpatía fue recibiendo uno a uno. A pesar de ir justa de tiempo, la cantante no dudó en intercambiar unas palabras en el meet and greet con sus seguidores.
Se empezaron a escuchar los primeros gritos y la emoción se palpaba en el ambiente. Claudia Aguilar era el tentempié de lo que sería una noche de lo más dulce, y desde luego no decepcionó a nadie.
Claudia sinónimo de humildad y gratificación; interactuó con el público y se sorprendió cuando oyó las voces de los fans cantar una de sus canciones. Explicó que jamás había estado tan nerviosa como en ese momento pero es que fue algo que ni se notó, llegó al público de una manera especial. No dudó en agradecer a Julia que le invitara y más aún, el poder ser su telonera.
Y en un abrir y cerrar de ojos la isleña llegó y su voz invadió cada rincón de la sala. Con un “¡buenas noches Sevilla!”, dio comienzo a lo que sería hora y media de intensidad constante.
“Vamos a cantar un poquito ¿no?” y “Dime” sonó a todo volumen. Fue todo un dueto entre los seguidores y Julia, un toma y dale en toda regla. Continuó con “Vivir”, de Rozalen y Estopa, canción que cantó con Dave en Operación Triunfo. Una canción muy especial para ella y que a pesar de no cantarla con su compañero de edición, el escenario fue para ella sola y se le hizo pequeño.
Julia tiene una gran maña para interactuar con su público pero sobre todo, para hacerlos reír en todo momento. Fue como estar entre amigos pero a lo grande, rodeada de unas mil personas, pero siendo ella misma. Entre descanso y descanso, la cantante isleña defendía que a pesar de estar viviendo un sueño, ella seguía siendo la de antes pero con nuevos aprendizajes, “la Julia de antes siendo la de ahora”.
La dulzura y la simpatía envolvió la Sala Custom cuando invitó a subir al escenario a Claudia Aguilar para compartir la canción que compuso Andrés Suárez para ella, “No hablan más de ti”. El público coreó esta canción al son de estas dos grandes artistas; el arte andaluz brilló como nunca.
Si por algo es famosa Julia Medina es por hacer que su voz llegue a todo el mundo de una manera diferente. En tan solo tres minutos sus letras logran emocionar a todo aquel que la escuche y eso es algo que ocurrió el pasado sábado, incluso el que fue como acompañante no dudó en aplaudir a la artista admitiendo el gran talento que tiene.
El tour “No dejo de bailar” destaca por tener cabida tanto para baladas como para canciones más rockeras. Es sabido por todos que la gaditana tiene el arte recorriendo sus venas e igual que coge su guitarra para hacer que el público saque todo lo que lleva dentro, puede hacer que este salte y baile al son de sus instrumentos. Así es, Julia Medina logró que sus seguidores sevillanos siguieran su (sencilla) coreografía, aunque ya lo dijo ella, eso pareció más el ritmo de un paso de Semana Santa, al que le acompañó las risas de toda la sala.
La vimos viajar por sus recuerdos más profundos desde “Vuela como quieras”, seguida de “Sálvate de ti” o “90 minutos” y darlo todo con “Born this way”, recordando su etapa en el programa.
Cupido pasó por allí en el momento en el que presentaba a Gonzalo Hermida como su siguiente colaboración. El ambiente se tiñó de un amor muy puro lleno de admiración y cariño. Un intercambio de besos, roces y abrazos hizo de “Hoy se hizo tarde” la canción más particular de todo el concierto.
Tras esto, el final estaba casi al doblar la esquina… “¿Os estáis quedando con ganas de más?”, decía Julia, “pues si eso es así, podéis verme ¡en más ciudades!, y ya de paso las visitáis junto a vuestras familias, es buena idea ¿a que sí?” Recorrer la geografía española al ritmo de Julia Medina, eso fue lo que sugirió la artista antes de dar paso a lo que serían sus últimas canciones en la sala sevillana.
“No me despedí”, canción compuesta por Carmen Boza, ponía el punto y a parte a esta hora y media llena de puro sentimiento. Y cuando el público creyó que la gaditana se despedía, Julia no dudó en decir, acompañada de risas, “aunque haya solo una persona pidiéndome que vuelva, volveremos a cantar otra más”, corearon un “otra, otra, otra” y no tuvo más remedio que quedarse. Así fue como el setlist quedaba cerrado al ritmo de “Dime”, con la que el público no paró de saltar, bailar, gritar, cantar e incluso llorar, sacando todo lo que habían sentido en esa noche tan pintoresca.
“Me voy con el corazón lleno de amor gracias a vosotros, Sevilla, ¡no dejéis de bailar nunca!” Un final muy especial en el que los fans corearon, una vez más, el estribillo de este último tema, enlazándolo con el himno de Andalucía y sacando a la artista otra vez al escenario junto a una bandera andaluza, para decir “¡qué guasa tenemos!", mientras reía sin parar.
Una Julia feliz, llena de ilusión y esperanza por todo lo que está consiguiendo y viviendo. Una Julia luchadora por todo lo que un día soñó ser y hoy está siendo. Eso es lo que la artista gaditana mostró la pasada noche en Sevilla. Fue ella misma al ritmo de su guitarra, como en los viejos tiempos, pero acompañada de su gran familia como es su banda, sus fans y familiares.
No dudó en ningún momento en dar las gracias pero sobre todo, no dudó en ser la que era antes de OT, la que comenzó con sus familiares como público. Esos comienzo tan humildes son los que la hicieron ser lo que hoy es.