Una de las películas de anime que se añadieron al catálogo de Netflix el mes pasado es Ni No Kuni, basada en la saga de videojuegos del mismo nombre. Al contrario de lo que suele pasar con las adaptaciones americanas de videojuegos, las adaptaciones japonesas, que mayormente son cintas y series de anime, no suelen ser tan odiadas por los fans del material original y, en muchos casos, son bastante queridas. Pero, visto este film, es muy poco probable, más bien es imposible, que se convierta en parte de ese grupo.
La sinopsis es la siguiente: Yû y Haru son unos estudiantes de instituto que son amigos desde la infancia. Ambos van al instituto con la chica de la que ambos están enamorados, Kotona, pero ella solo siente lo mismo por Haru. Un día intentan llevar a Kotona al hospital después de que esta fuese atacada por un misterioso asaltante, ambos amigos son transportados a otro mundo, uno en el que la tecnología es medieval, pero en el que existe la magia. Un mundo que comparte una misteriosa conexión con la Tierra.
La historia de la cinta es simple y muy parecida a las de otros muchos animes de este género (el género Isekai, en el que una persona de la tierra es transportada a otro mundo donde normalmente se convierte en el héroe que lo debe salvar) y se introducen en ella pocas cosas nuevas. Además la película termina dejando varios sueltos (explica muy por encima o no explica cosas importantes), desaprovecha varias ideas cuya exploración podría haber sido interesante y tiene unos giros de guión o bien predecibles o bien sin demasiado sentido.
Los personajes de la películas son bastante poco interesantes y tienen unas personalidades bastante clichés, y cuyas acciones solo sorprenden al público por ser rematadamente estúpidas. El villano podría haber sido interesante si la cinta se hubiera molestado en explicar un poco mejor su historia y se hubiese trabajado más en sus motivaciones y objetivos.
Las actuaciones de voz suenan bastante desinteresadas durante gran parte de la película. Esto solo cambia durante la parte final, en la que probablemente se les recordase a los actores de voz que no se les paga solo por leer en voz alta el guión (que es lo que realmente parece que están haciendo).
La animación es decente, pero no espectacular. Los animadores no aprovechan al máximo las oportunidades que un mundo de fantasía les puede ofrecer y las escasas escenas en las que intentan mostrar la magia de ese mundo son bastante decepcionantes. Ninguna de las escenas del film se quedará grabada en la retina del espectador.
La banda sonora hecha por Joe Hisaishi está bien, pero tampoco es de lo mejor que ha hecho. Aun así el trabajo de este compositor japonés, conocido por componer música para varias películas de Estudio Ghibli (El Viaje de Chihiro (2001), Mi Vecino Totoro (1988)), y para muchas otras grandes obras del cine japonés y asiático, es el mejor elemento que tiene esta producción.
Es por esto que Ni No Kuni recibe una nota de 4,5/10. No recibe menos nota porque, pese a que tiene muchos fallos, estos no lo hacen un film imposible de ver. Simplemente es mediocre, olvidable y podría haber sido mucho mejor.
Ficha de la Película
Director: Yoshiyuki Momose.
Guionista: Akihiro Hino.
Reparto: Kento Yamazaki; Mackenyu Arata; Mei Nagano; Mamoru Miyano; Kenjiro Tsuda; Koichi Yamadera; Maaya Sakamoto; Masato Ibu; Yûki Kaji; Tsuyoshi Muro.
Duración: 106 minutos.
País: Japón.
Fecha de Estreno: 23 de agosto de 2019.