En algún momento de nuestra vida, todos hemos soñado con ser alguien o algo en un futuro y para ello, previamente se ha tenido que hacer una carrera de fondo para conseguirlo. Eso fue lo que hizo India Martínez.

Nació en Córdoba pero se crió en Almería; se podría decir que el arte andaluz lo lleva en la sangre desde siempre. A los 18 años, firmó su primer contrato y desde ahí ya decidieron que su nombre artístico debía ser “India” porque sus estilos musicales así como su esencia estaban representados en ese nombre.

El flamenco lo lleva en la sangre y eso es algo innegable.

Después de ocho discos a sus espaldas, India Martínez quería reflejar en Palmeras lo que es ella, arte, dedicación y entusiasmo por todo lo que hace. Quería trasladar a su público a Córdoba, a su tierra natal y mostrarles un poco más sus orígenes.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Pregunta: Palmeras es un homenaje a tus orígenes, cuéntenos un poco quién era aquella India Martínez que vivía en ese barrio y la que es ahora.

Respuesta: El título en especial es lo que hace homenaje a mi barrio, pero también hay una canción con el mismo nombre que hace referencia y va un poco en homenaje al lugar en el que yo me crié. Dentro del disco hay muchas canciones, algunas que recuerdan a mis orígenes y otras son un guiño a esa niña que fui cuando empecé en la música; esa niña de barrio humilde que soñaba con conseguir todo aquello que quería ser con mucho trabajo, que es como me enseñaron para intentar conseguir las cosas.

Sobre todo, lo que quiero hacer con este álbum es mostrar al público ese lado más emocional, con canciones de toda la vida, más reflexivas, históricas, vivencias, como suelo acostumbrar. Hay baladas, canciones más pop...

P: Explorando el disco, viendo sus sonidos, sus letras... ¿con qué palabra lo definiría? ¿Y qué canción lo resumiría?

R: Es difícil resumirlo en una palabra la verdad, pero creo que una buena palabra sería “regresión”. (Risas)

Y la canción que engloba el mensaje del disco sería “Conmigo”, es una mezcla de entre medios tiempos y las historias que a mí me gustan contar. Por lo que, a rasgos generales, es una mezcla de lo que es el disco, sí.

P: Palmeras es tu nuevo disco, ¿qué diría que tiene este álbum que no tengan los demás? ¿Y con respecto al primero que lanzó?

R: Tiene mi yo actual (risas)

Cada disco cuenta cada etapa por la que he pasado y eso es lo que me representa a mí, digamos que con cada uno de ellos es como si estuviera contando mi historia desde mis inicios. Desde mi primer disco, en el que tenía unos 18-19 años, hasta ahora, ha habido grandes cambios y es evidente que el primero que hice es diferente que el octavo que llevo.

Se podría decir que es un camino de cosas que me van pasando y ahora, canto siendo la mujer que soy, con todas las vivencias y las experiencias que he tenido.

Claro, entonces es como que hay una gran evolución entre el primer disco y lo que es India Martínez ahora ¿no?

R: Exacto, conforme va pasando el tiempo pues vas cambiando... Yo de todas formas desde que empecé a cantar, comencé con el flamenco clásico y después me he ido moviendo de una forma muy libre para no sentir que me estancaba en un mismo estilo y así he ido contando mis propias historias y mis propias canciones. Por ejemplo, si me llego a quedar en el flamenco clásico pues estaría un poco más limitada a la hora de crear.

Por ese motivo, desde el primer disco lo tenía clarísimo, me iba a mover por donde el corazón me dictara y así ha sido siempre y la verdad es que me siento muy orgullosa y muy contenta de lo que hoy soy.

P: Escuchando el disco, algunas canciones tienen unas bases algo peculiares, ¿tiene algún por qué?

R: ¡Claro! Depende de lo que quiera contar pues así me muevo musicalmente también incluso. Por ejemplo, hay una canción que se llama “Mi valiente cobarde”, que es una crítica un poco a la gente que insulta, que agrede por las redes sociales y claro, esa canción no la puedo acompañar con una base dulce y melódica, para eso se utiliza una base electrónica que me ayuda a contar eso de una forma más tajante y más directa.

En todos los discos si te fijas paseo por diferentes sonoridades, en ellos se encuentran canciones más orgánicas, más vacías...

En los anteriores hay sonidos nuevos, pero en base a esa época y a ese momento.

“Despertar”, “Cuando amanece el día”, ya tenían unas bases electrónicas, pero claro adaptadas a esa época siempre investigando incluso. Muchas veces me derivo a las épocas y según me van apeteciendo cosas, sonidos, o si las voy descubriendo en viajes y en cosas así, pues decido añadirlas.

P: Entonces, ¿cuál diría que es su tema favorito para componer?

R: ¿De todos los que tengo? (risas)

A ver... temas como tal desde Vencer al Amor, 90 minutos... Pero teniendo en cuenta la temática, el amor siempre inspira muchísimo, ya sea cualquier tipo de amor. Cualquier tema se puede relacionar con el amor, incluso los sociales, el amor presente, ya le dediques la canción, a tu pareja, a tu hijo, a tu madre, a tu perro, hables del maltrato...

Todo va relacionado con el amor realmente, aunque la temática vaya cambiando. Por otro lado, cualquier cosa que me pase a mí o a mi alrededor o me inspire o me haga reflexionar sobre mi misma o sobre la vida, eso se queda plasmado en una canción.

P: Y cuando saca una canción, un videoclip o un disco nuevo, ¿qué prefiere, explicar el significado de sus letras o dejar que la gente deje volar la imaginación y le busquen el sentido propio?

R: Ahí depende de la canción también.

Hay veces que una canción ya cuenta una historia tan bonita que no hace falta adornarlo y simplemente con el hecho de contarlo y dejar que la gente se lo imagine y se lo lleve a su terreno y a su historia personal también es muy bonito.

Eso es por ejemplo lo que hecho con “A mi no me hables”, es un vídeo acústico con ello la gente se lo lleva a sus historias personales. Después está “La gitana”, que es la regresión al punto de partido donde nací, donde me crié con mi gente, en las nacieron las rumbas que cantaba cuando era niña, en esos bancos, en ese bloque.

Con ese videoclip sí que quería irme a Córdoba, lo tenía clarísimo. Aunque bueno, después el vídeo fue montado de forma diferente y no se ha terminado de contar la historia de esa niña: Vamos paseando por los diferentes lugares de Córdoba y de ahí partimos al mundo.

Por eso quería que fuera la primera canción, aunque la gente no estuviera acostumbrada a escucharme en una canción como single de esas características. Dentro de mis discos siempre hay a tempos, rumba, incluso bachata y cosas que normalmente no sacamos como single y esta canción es algo nuevo a lo que suelo mostrar como preludio de mi álbum.

Yo quería partir de ahí porque ahí es desde donde nace este disco y desde donde nazco yo realmente.

P: A lo largo de todos estos años en su carrera, le hemos visto colaborar con artistas como Prince Royce, Pedro Capó, David Bisbal y Pitingo, entre otros, ¿qué le han aportado cada uno de ellos teniendo en cuenta que os movéis en estilos diferentes?

R: Siempre que se hace una colaboración y con un estilo diferente al propio, te aporta muchísimo; son momentos, reencuentros con amigos ya, con artistas que admiras y con esos encuentros también se aprende de cómo cada uno lleva su carrera, su música, las cosas que quiere contar...

Cada uno es un mundo y entonces de ahí todo son experiencias. Todo eso es unido en una canción y se convierte en algo mágico, muy bonito. Yo creo que son algunas de las canciones más especiales que han habido en mi carrera, como pasa con “Olvidé Respirar”, es un tema que compuse expresamente para que David Bisbal cantara conmigo.

P: Y... Teniendo en cuenta que sus referentes han sido artistas del calibre de Antonio Molina, Camarón de la Isla o Enrique Morente, entre otros, ¿con cuál le hubiese gustado trabajar?

R: Mmm... Con cada uno me hubiera encantado (risas) la verdad...

P: ¿Qué canción le habría gustado cantar con alguno de ellos?

R: Bueno... A ver... Para eso están las versiones ya, ahora nos queda eso.

Por ejemplo, la canción de “Nana” de Camarón que hice en el disco de “Otras verdades”, fue como 'desgitanarme' un poquito y hacer esa versión con todo el cariño y todo el respeto. Además con un arreglo muy personal, con voces que las hacia yo misma, las produje yo. Lo hice de la manera más especial con la que quería homenajear al maestro.

P: Viendo su recorrido a lo largo de todos estos años y viendo también todo lo que ha conseguido, ¿qué le diría a su yo del pasado, esa que con escasos 18 años firmó su primer contrato discográfico?

R: Pues nada, que tenga paciencia, que siga luchando porque con mucho dedicación y sin rendirse se pueden conseguir las cosas y las va a conseguir (Risas)

P: Han comenzado los ensayos y demás por el nuevo tour, en el mes de diciembre, el Tour Palmera dio el pistoletazo de salida, ¿cómo fue ese primer concierto?

R: El primer concierto de esta gira acabé llorando a mares de la emoción porque fue como un reencuentro con el escenario, con la gente, con la música, las canciones...

Tras poco más de un año y medio sin girar, eso ya era para mí mucho. Ese parón ha sido el tiempo en el que he estado volcada con el proceso de preparación del disco, grabando, preparándolo...

Para mí ya era mucho y necesitaba volver a tener esa conexión con el mundo, fue emocionante. Pero es que cada concierto que hacemos me transmite exactamente lo mismo. Además, esta gira es de las más completas que vamos a hacer.

P: Cuando sale al escenario y ve como todo el mundo corea su nombre, sus canciones... ¿Qué siente un artista cuando ve que todo lo que ha soñado lo está consiguiendo?

R: No hay palabras para explicarlo (Risas)

Eso es muy difícil porque son emociones que sientes en el momento, te sientes como recompensada en el momento, te sientes grande, feliz, con una felicidad inmensa que en ese momento te atrapa... Melancolía también es algo que suelo sentir hasta el punto de decir “con todo lo que he luchado, con los momentos difíciles... Ha merecido la pena”.

Entonces te acuerdas de los momentos, tanto de los tristes como de los alegres, y es algo muy curioso. Ojo, no es algo que ocurra todo el rato porque te morirías de estar arriba en cada momento, pero es algo súper bonito donde hay veces que acabo sin poder cantar y la gente sigue cantando. Es un vínculo muy especial.

P: Hay artistas que siguen una serie de rituales antes de cada actuación, ¿cuáles son los que sigue India Martínez?

R: Yo realmente no soy ni muy supersticiosa ni muy de rituales, ni de tener algún hábito. Pero si es verdad que me gusta llevar las cosas bien preparadas, estudiadas aunque no lo parezca, que sea algo como muy técnico... Es lo que me hace sentir a gusto y lo que hace que después en el escenario me surja la inspiración y dejarme llevar es el trabajo bien hecho. Como cuando te sabes algo muy bien de memoria, una letra, un sentimiento, una coreografía, un examen...

En ese instante es cuando más tranquila vas y cuando más puedes improvisar. Cada día de concierto, para mí es fundamental tener una hora para repasar mentalmente lo que les voy a regalar ese día a la gente que viene a verme, de las canciones, el repertorio. Después, me tomo mi té con limón y jengibre, algo esencial porque si no lo tomo ese día ya siento que me falta algo (risas) y antes de subir al escenario, hacer unas sentadillas y unas flexiones...

¿Sentadillas y flexiones?

(Risas)

Fíjate, es lo que necesito antes de los conciertos, salir activada, salir así para poder pisar fuerte y para moverme después... Me relaja también, cuando uno está nervioso en ese momento haces esas sentadillas como ejercicio y te cansa un poquito...

P: Estamos en época de Carnavales y según hemos visto una de tus fechas es en Cádiz, exactamente en el Teatro Falla, ¿qué supone cantar en un lugar que alberga tantos acontecimientos del arte español, acogiendo incluso los sold outs de artistas como Pablo López?

R: Ya he estado unas cuantas veces en el Falla y siempre agotan las entradas en tiempo récord. Los gaditanos son increíbles, son ellos mismos, son artistas que llevan dentro la musicalidad y el carnaval es algo que tienen que es muy grande. Es la voz del pueblo, la crítica, salir a la calle y reivindicarse de una forma muy artística...

Admiro muchísimo a los autores del carnaval, el reciente fallecido, Juan Carlos Aragón, fue una gran pérdida porque se va uno de los últimos genios de la literatura del carnaval. Da mucha pena que pasen estas cosas y ese día en el Falla va a ser muy especial, de hecho estoy tratando de hacer alguna actuación sorpresa, algún regalo para los gaditanos y quién sabe, a lo mejor hacemos algunas piezas del carnaval. Siempre acabo haciéndolo y este año intentaré prepararme algo nuevo.

P: Teniendo en cuenta la influencia que está teniendo Rosalía en estos últimos tiempos, ¿qué opinas que introduzca trazos de flamenco en su música?

R: He de admitir que soy muy amante del flamenco y que este tenga mucho que ver con el estilo de Rosalía me encanta aún más. Aunque no sea flamenco clásico lo que hace, porque evidentemente si lo hiciera no tendría ese boom mundial, tenemos que estar orgullosos de que tengamos artistas también fuera de España y que encima tengan esa repercusión.

Estas cosas normalmente no pasan, te tienes que unir un poco al negocio y al mercado de fuera, a ese sistema, para poder llegar más lejos. Nosotros no estamos muy acostumbrados a meternos dentro de esa industria tan grande y por eso lo de Rosalía es algo para admirar.

Ha sido un visto y no visto, ha llegado, ha impactado y se ha convertido en algo internacional.

R: Sí sí, son cosas que es muy difícil que pasen en la historia, la verdad, y mira, nos ha tocado vivir esa época. Que el flamenco esté ahí presente, nos enorgullece.

También tenemos que tener cuidado a lo que llamamos flamenco y que no, mientras la gente no se confunda de lo que es o no es el flamenco, perfecto. Mientras no haya confusión en eso, yo creo que todo tiene cabida.

Cualquier persona que destaca en algo, siempre se le busca las cosquillas, se le busca por un lado, por otro, unos estarán de acuerdo, otros no... Por eso suelen decir que Rosalía ha apropiado culturalmente del andaluz. De todas formas, al final es música.

Yo por ejemplo llevo toda la vida haciendo música, haciendo lo que me place y por eso si un día canto algo más flamenco, otro en árabe, otro en hindú... No le estás quitando la suplantación de identidad a nadie, al contrario, siempre que se hagan las cosas desde el respeto y el cariño, todo va a hacerse bien y sin hacer daño a nadie.

P: Y ya para terminar con una reflexión, ¿qué consejo le darías a la India de hace unos años? ¿Cuál sería la carta del futuro al pasado que escribirías?

R: Es difícil... Depende de por dónde te lo lleves.

En realidad, lo que realmente busco es seguir en la música durante muchísimos años, porque es mi vida. Entonces le diría eso, que el camino, la línea por la que empezó con escasos 10 años en el escenario, que la siga y que no pierda la esperanza. Que siga aprendiendo en el camino, sorprendiéndose a uno mismo, no quedarse estancado, seguir, ni estar en una zona de confort, o sea seguir por donde le apetezca tanto en lo musical como en lo emocional.

Cuando veo entrevistas de cuando era niña, siempre tenía muy claro de que no me iba a quedar en un estilo, encasillada en concreto, porque si no solo haría flamenco todavía.

Entonces que siga de esa manera, disfrutando de lo que hace, sintiendo cada canción, hablando de lo que quiera y moverse musicalmente por donde quiera.

Es la única manera de sentirse libre y al contrario, me limitaría muchísimo, entonces que siga por ahí. (Risas)