Tras 10 años de insistencia en un concepto cultivado y otros tantos previos de formación, Bándalos Chinos consiste en ese tipo de bandas a las que poco le regalaron en el camino y mucho –por no decir casi todo- fueron construyéndolo en un circuito indie albiceleste progresivamente federal. Uno que, para ellos, tuvo como brújula el trayecto entre Beccar y Villa Ortúzar.
En BACH (2018), su tercer disco propiamente dicho –contando los EP, son cuatro esfuerzos- este acto del norte bonaerense traduce con suma naturalidad la efectividad para mezclar rock, pop y cierto aire glam mientras sus letras añoran emancipación (“Este tiempo es mi lugar”) y cierta urgencia interpersonal (“Esta vez busquemos el momento”).
Goyo Degano es un más que apto frontman en cuya voz fluyen tanto dexteridad como jovialidad. Una combinación que redondea el estilo descontracturado, pero obviamente profesional de sus colegas, donde brillan las virtudes de dos fraternidades: la paleta synth/guitarrera de los Colombo y la estructura de los Verduga –percusión y cuerdas-, sin mencionar a Nicolás Rodríguez en la base desde el bajo.
Producer extraordinaire y multifacético, el elemento restante en esta simbiosis lo encarna Adán Jodorowsky, quien recuerda -salvando las distancias- a la función que Roberto Jacoby imprimió a Virus desde su poesía astuta en “Recrudece” (1982). Aunque el aporte de A.J. aquí sea estilístico.
En ocasiones, hay pases de facturas pasadas."Dijiste que mis labios son amargos/Y que tenía que intentarlo mejor". Ouch. Sin embargo, a fin de cuentas, el resultado reside lejos del rencor. Y cuando “El Temblor” o “Demasiado” prueban ser tour de force hechos para ser profundizados ao vivo, sabés que el sustrato de BACH sugiere más de lo que presenta.
Título: BACH
Artista: Bándalos Chinos
Discográfica: Independiente
Fecha de publicación: 3 de agosto de 2018
Género: Rock/Pop indie