Culmina 2019 y se da por finalizado un año lleno de producciones cinematográficas memorables, desde Vavel os traemos un top con las cinco mejores películas drámaticas que nos han marcado por su calidad técnica o su innovación argumental:
5. Little Women (Mujercitas)
En el quinto lugar se encuentra la nueva película de Greta Gerwig, que con un reparto lleno de estrellas se constituye como la sexta adaptación de la homónima novela de Louisa May Alcott. Mujercitas es una película que aspira a lo grande, como un relato sincero y encantador que respeta las claves de la historia original pero añadiendo el toque personal de la directora, que adapta la película a las exigencias de los tiempos modernos.
Greta se ha asegurado de fortalecer la figura de sus protagonistas, Emma Watson, Eliza Scanlen, Florence Pugh y Saoirse Ronan; para dar vida a una historia cargada de independencia y empoderamiento femenino. Esto se suma al academicismo que impregna toda la película desde su cuidada recreación de la Norteamérica rural sumida en plena Guerra Civil, hasta las delicadas partituras de Alexandre Desplat que conforman la banda sonora.
Mujercitas representa el paso a la madurez de unas niñas que van dar lo mejor de sí mismas para lograr cumplir sus sueños, dejando atrás los convencionalismos que les impiden avanzar; es una historia inspiradora que siempre tiene algo que aportar a la narrativa moderna.
4. Knives Out (Puñales por la espalda)
Con un Premio Satellite al Mejor Reparto en Conjunto se cuela en el cuarto puesto la película de Knives Out, y es que Rian Johnson vuelve a demostrarnos que el entretenimiento y la calidad cinematográfica pueden ir de la mano en una película que homenajea a los clásicos genios del misterio literario como Conan Doyle Agatha Christie.
La cinta es un cluedo con protagonismo coral llenos de grandes nombres del mundo dramático como Daniel Craig (La suerte de los Logan), Chris Evans (Vengadores: Endgame), Ana de Armas (Blade Runner 2049), Toni Collette (Hereditary), Jamie Lee Curtis (La noche de Halloween), Michael Shannon (La forma del agua), Don Johnson (Watchmen) y Christopher Plummer (Todo el dinero del mundo). Todos estos actores se juntan en una película cómica sobre el típico murder mystery clásico en un juego de investigación e intriga.
Sin embargo, la guinda de la película radica en su matiz ideológico debido al trasfondo político que esconde bajo un humor negro, que saca a relucir en los momentos cruciales sobre las actitudes retrógradas de determinados personajes arquetípicos. En definitiva es una película llena de giros, sorpresas y revelaciones que termina juntando a todos los personajes en una culminante escena de revelación final.
3. Glass
El tercer puesto gira en torno a una película de superhéroes, en concreto, el cierre de la gran trilogía de Shyamalan. En su última película el director combina los universos de El protegido y Múltiple para crear una obra audiovisual única e introspectiva. Glass transmite un discurso que trata de premiar a la originalidad, a lo insólito, en un mundo gobernado por una escala de grises tonos mediocres.
La película nos encierra la mayor parte del tiempo en un psiquiátrico, donde tratan de convencernos que lo mejor para la sociedad es acabar con lo que se sale de la norma; hay que exterminar y erradicar a lo diferente porque nadie puede ser mejor que los demás. Esa es la conclusión de un filme que mezcla la realidad y ficción en un universo lleno de intrigas bajo la clásica división en actos del cómic de superhéroes tradicional.
En definitiva, Glass es una película que brilla por la individualidad de sus personajes, interpretados por James McAvoy, Bruce Willis y Samuel L. Jackson, que consiguen derribar los muros de la antipatía a la pluralidad con un impactante mensaje final que nos anima a no dejarnos abatir ante aquellos que quieren hacer pasar por imperfecto lo que es simplemente extraordinario.
2. Joker
En el segundo puesto nos encontramos una película tan controvertida como innovadora. Con su indudable culminación en taquilla el Joker aparece como una atrevida apuesta que revoluciona el mundo de los superhéroes y acaba con sus viejos prejuicios. Merecedora del León de Oro, Todd Phillips se corona con esta joya, una de las mejores películas valoradas en la Historia del Cine, una aguda crítica a la dictadura del entretenimiento y la imposición de la felicidad.
En definitiva la película trata sobre la historia del antihéroe trágico, es la evolución de un personaje que ante la presión social sólo encuentra refugio en la locura. El Joker representa al hombre que se rinde ante la impudicia del poder y la amoralidad de la industria mediática. Al final el sufrimiento del Joker nos conmueve, simpatizamos con él hasta el punto de llegar a una misma conclusión; su desviación es resultado de un proceso de deshumanización provocado por una sociedad alienante.
Por concluir el Joker es la dicotomía entre la comedia y la tragedia, es la justificación de la perversidad; la búsqueda incansable de la felicidad en un sistema corrompido donde ya nada tiene sentido.
1. Parasite (Parásitos)
El puesto número uno no podía ser para otro que no fuera la obra maestra de Bong Joon-ho. Ganadora de la Palma de Oro en el pasado Festival de Cine de Cannes, Parásitos constituye uno de los mayores hitos alcanzados en la prolífica industria cinematográfica asiática, de igual manera alcanza un éxito mundial, candidata a convertirse en uno de los mejores largometrajes del año en los Oscars con un triunfo abrumador tanto de crítica como de público.
El mayor logro del director surcoreano ha sido la naturalidad con la que, a través de los recursos estéticos, contagia una crítica abrumadora a los tiempos modernos, marcados por el neoliberalismo. Ya que en sí la película trata sobre el antagonismo entre clases sociales, la historia de dos mundos confrontados, destinados a entrar en conflicto puesto que siempre hay alguien de la escala baja de la pirámide social dispuesto a rebelarse. Pero lo trata de manera irónica, a través del típico personaje pícaro que se aprovecha de la ingenuidad del que más tiene, dispuesto a sobrevivir.
Pero lo mejor es la manera en la que Bong Joon-ho juega con los distintos géneros cinematográficos, pasando casi sin despeinarse de la comedia al thriller, e incluso al cine del terror en una narrativa fluida y sorprendente. A eso hay que sumar la delicadeza de los movimientos de cámara, que acompañan el giro argumental de la obra y dan vida a unos personajes redondos, con los que es fácil identificarse y sentirse conmovido. En definitiva Parásitos es una proeza visual, una película sobre la supervivencia familiar que conmueve a la par que invita a la reflexión.