Disney logró en 2013 cuando lanzó la primera parte de Frozen alcanzar un éxito que pocas veces una sola película ha logrado tener. La animación era nueva y revolucionaria, el CGI dejo boquiabiertos a todos los críticos y fanáticos por igual, la música y las canciones fueron asombrosas y la temática reconocía todas las películas de princesas a la fecha y aportaba algo más.
Frozen se había convertido en la película de Disney Animation más exitosa a la fecha. La expectativa sobre una secuela se hizo presente y algunos cortos animados con algunos de los personajes de Frozen se hicieron presentes en años siguientes para cubrir la demanda del público, hasta ahora; la tan esperada secuela está aquí.
Está cinta nos dice algo muy claramente y eso es que los directores y escritores Chris Buck y Jennifer Lee nunca supieron que fue lo que hicieron cuando desarrollaron Frozen en 2013 ya que ahora está secuela deja mucho que desear.
Es importante reconocer que la animación en esta producción es superior a la primera película, los personajes parecen actuar, los movimientos son más delicados y los rasgos faciales son más expresivos y reales para ser una película animada, pero eso es todo lo que está cinta tiene para presumir.
Las canciones no funcionan como una parte de la historia, en donde podemos comprender con música la situación que están viviendo los personajes, sino que estás parecen repetir lo ya dicho o incluso forzar ciertas situaciones para dar protagonismo a ciertos personajes cuando no tienen más que hacer en la historia. Y por supuesto se debe mencionar el mayor falló de esta producción el cuál es la trama.
La historia comienza con un misterioso sonido que sale de la nada, simplemente se hace presente, nunca se explica porque el surgir de la aventura en ese preciso momento en la vida de Elsa y Anna. El misterioso canto les lleva a descubrir eventos del pasado que tienen que ver con el origen de los poderes de Elsa, pero pese a que el misterio se revela hacia el final de la cinta, nunca se explica mucho sobre el origen de la magia sino más bien la consecuencia de la misma.
La cinta parece haber sido diseñada para niños de 10 años o menos, cuando los temas aptos para todas las edades es una característica de Disney, la primera película de Frozen es un testigo digno de esa expresión. Está producción sube el tono a la música, hay más canciones y comedia, algo de drama y mucho caos narrativo; es entretenida claro y les da una nueva a ventura a los personajes (o casi a todos) pero es un paso hacia atrás en la encrucijada creada por Disney cuando determinó que sus películas debían emocionar tanto a chicos como a adultos.
De igual manera la cinta se posiciona como un éxito en taquilla y no cabe duda de que se hablara sobre ella por mucho tiempo
Valoración: 3/5
Lo mejor: La animación generada por computadora es espectacular y la captura de movimientos, sobre todo faciales.
Lo peor: Un guión con poca profundidad, personajes que no tienen nada que hacer y música colocada como relleno para otorgar participación.