El cine es el máximo exponente y expresión de la confluencia artística. La película es un lienzo en blanco donde todas y cada una de las artes encuentran cabida, mezclándose entre sí para que cada una, apoyada en el resto, alcance su súmmum, su “clímax artístico”. Y entre todas estas artes, la música es la que más aporta al cine. Así como lo son la inquietante mirada de la Gioconda, las inconfundibles estrellas de Van Gogh y la delicadeza del Apolo y Dafne convirtiéndose en laurel, la música es la sal, el elemento sazonador que da a la película su más pura y característica esencia.

Donde no consigue llegar la dirección, la fotografía o los actores; todos esos sentimientos tan difíciles de transmitir, e incluso de sentir, son los que la música consigue conquistar. Una mirada puede decir mucho, una imagen puede valer más que mil palabras, pero una sola nota en el momento y lugar adecuados es capaz de lograr lo inlograble.

La música es lo que hace a las películas inmortales, las fija en nuestra memoria dejando un rastro indeleble, un rastro que podemos seguir en cualquier momento para que nos evoque y nos guíe hasta ese minúsculo reducto de nuestro subconsciente donde acumulamos los sentimientos ya vividos. Las bandas sonoras han configurado nuestra propia manera de vivir y experimentar el mundo; ver un helicóptero y escuchar instantáneamente las Valkirias, perder la mirada en la puesta de sol (o de soles) mientras que de fondo está John Williams y su orquesta, querer embarcarse en la Perla Negra o en el Surprise solo con escuchar un mínimo, pero evocador acorde. Magia.

Una película es mucho más que la simple suma de sus partes. El todo funciona como la maquinaria de un reloj donde cada engranaje es añadido por separado, pero que una vez ensamblados funcionan en perfecta armonía. El cine no es simplemente arte, eso sería quedarse muy cortos. El cine es lugar en el que el arte confluye y llega a su cénit, donde se mira al espejo y se redescubre a sí mismo para después dirigirse a nosotros, sordos de corazón, y, con la mejor de sus melodías, enseñarnos qué es sentir

Hacer arte del arte, eso es música en el cine.