El inicio de 'Amundsen' es premonitorio. Un plano subjetivo dentro de una avioneta. Empieza a llover, el motor falla y la avioneta cae en un mar helado de millones de metros cuadrados de blanco hielo glaciar. Dos de sus tripulantes sobreviven, entre ellos Roald Amundsen, el afamado explorador noruego.
Basada en hechos reales, la película gira entorno a su hermano, Leon Amundsen, gestor de las finanzas y de muchas de sus expediciones. Y de una extraña mujer relacionada laboral y sentimentalmente con el desaparecido: Bess Magids; una joven e inquieta compañera con experiencia previa en climas extremos.
Narradas las expediciones del Paso del Noroeste y del Polo Sur, la historia nace de un niño bañado en pilas llenas de hielo para experimentar con el frío polar. Un chico consternado por la pérdida de su padre, muerto en el mar, y de su madre, fallecida por enfermedad en una cama.
La naturaleza no se puede conquistar, simplemente hay que seguirla. Como a las corrientes marina polares o las ventiscas. Caminos en círculos, aludes (ataúdes), de hielo en medio de la nada, y las desapariciones en mitad de la nieve. Se rodeará a Roald en su plan disparatado en la Antártida, un viaje iniciado con un barco pesquero para algo que nadie pudo conseguir nunca. Con trineos ligeros y perros polares, con los inuits y la importancia de no sudar demasiado en medio del frío, se acompañará a su protagonista, a John Franklin y a los pioneros exploradores británicos. Inversiones privadas y ayudas interesadas de competidores anglosajones, italianos y norteamericanos que lucharán por auxiliar, pero también por eliminar su nombre de los libros de historia y cartografía y aventura dramática.
Alguien va a volar al Polo Norte. La cuestión es; ¿Quién va a ser el primero? ¿Al norte o al Sur? ¿Qué camino tomar? Preguntas que surgirán, pues todos planean expediciones. Bambú, calderos, brújulas, binoculares, trineos, aceite de hígado de bacalao y los perros acompañarán a Roald en su duro golpe polar, en la caída del héroe, tan temprana que no dará tiempo a pensar más que en seguirlo. "Al Sur. Hay que mentir a todos. Al sur." confiesa Roald a mitad de metraje: "Le pido que no me juzgue con demasiada fuerza porque esto no es una expedición… sino una carrera", reza antes de comenzar el viaje.
No hay mapa ni información, solo la certeza y los que creen en ella, los perros. ¿Ha visto a un hombre con Escorbuto? Lo verá. Respira. Y mira la brújula para saber dónde está. Corra y no piense. Vaya a verla.
La mayoría de la gente abandona sus sueños y los deja morir. pero cuando se mire el hielo, a través de este film, verá que no solo hay agua, también verá que en alguna parte todos permanecen solos, perdidos y acompañados por una aurora boreal. Que dentro de uno mismo hay un gran explorador polar. Cuando mire a través del hielo, lo verá. Los espejos fríos dejarán ver.
PUNTUACIÓN: 7 sobre 10